Ecuador y su acostumbrado fracaso en Copa América
Los números no son nada favorables en cuanto a participaciones en el torneo de futbol más antiguo del planeta, hablamos de la Copa América, un torneo que esta próximo a cumplir 100 años de existencia y donde Ecuador hasta su edición número 44, solo ha logrado alcanzar un cuarto lugar donde fue sede en 1993. Desde 1995 hasta la última y reciente edición, la tricolor tan solo ha podido superar la fase de grupos una vez.
Podemos enumerar muchos factores del porque Ecuador no ha logrado romper esa barrera y ser protagonista en este torneo. Empecemos por la temprana dirección del Prof. Gustavo Quinteros quien tomó esta selección a tan solo 4 meses de inicio de la Copa América y esto implica la falta de un proceso que pasa factura. Aunque por ahí si vemos lo de Gareca y Perú, este argumento quedaría sin piso.
Tener al único referente de nuestro futbol como Antonio Valencia, ausente en este campeonato por recuperación de una antigua lesión, sin duda afectó. Es increíble que a pesar de eso, sea cuestionado por un sector de la hinchada por una supuesta falta de compromiso con el seleccionado ecuatoriano. Es un desacierto juzgar de esa manera al único jugador de estos tiempos que ha escalado con mérito propio, y ha logrado consolidarse como protagonista en un equipo de los más importantes como el Manchester United. Así algunos se dan el lujo de minimizar su contribución a la selección, inadmisible.
Dicho esto, se necesita un proceso que debe iniciarse con nuevas estructuras, partiendo desde lo más alto en la FEF, pues manteniendo ideas caducas para lo que el futbol moderno de hoy necesita, es difícil proyectar un panorama favorable en nuestro futbol. Parece que el conformismo de clasificar a un mundial ha ocupado todo el interés en el futbol ecuatoriano. ¿Acaso estamos esperando que Ecuador nuevamente sea sede para llegar a una estancia aceptable como una semifinal?
El futbol ecuatoriano desde hace algunos años viene construyendo una crisis. La cual también incluye pérdida de identidad de juego, donde la condición física ha superado en exceso su rol e importancia. Los jugadores seleccionados no superan el 50% que militan en el extranjero, eso a la larga tiene un peso de presencia internacional que afecta en competiciones, en el desenvolvimiento en cancha, en actitud y en experiencia. Quizás, siempre ha sido así, pero en el actual fútbol globalizado es tremenda desventaja.
La Copa América está terminando. Un nuevo fracaso se sumó al historial del futbol ecuatoriano y se va convirtiendo en un círculo vicioso en espera que el único objetivo sea la cuarta clasificación a un campeonato mundial. Solo nos queda arrancar con un proceso como lo hizo en su tiempo Dusan Draskovic, criticado por algunos y alabado por otros, pero revolucionó la preparación y profesionalismo del futbolista ecuatoriano. Lo cierto es que esa camada de jugadores que salieron, fueron los que nos dieron nuestra primera clasificación al mundial.
Mientras sigamos así, sin ideas fijas de romper estos esquemas que nos atan a un sistema caduco, seguiremos dando vueltas de conformismo en nuestro humilde fútbol.
Futbolera
Audentes Fortuna iuvat -Virgilio-