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Liga 2010 – 2019: Entre Horas Altas y Bajas

La década que ya finalizó fue una montaña rusa tanto para los hinchas de liga como de la propia institución. Se empezó soñando con un equipo ya avejentado y se pasó por un tumultuoso proceso para recién al final de la misma volver a soñar con el equipo.

En el 2010 el equipo continuó con su racha de victorias locales y nacionales que había empezado en 2007, donde, con un gran equipo establecido a lo largo de este proceso (Domínguez, Cevallos, Araujo, Reasco, Ambrossi, Urrutia, Lara, Calderón) a los que se sumaba Hernán Barcos y Juan Salgueiro guiados por el inefable “Patón” Bauza. Se pudo conquistar tanto la Recopa Sudamericana contra un gran Estudiantes de La Plata y el título nacional vs un Emelec que estaría por dominar la década que estaba iniciando. Consiguiendo llegar a semifinales de Copa Sudamericana, perdiendo frente al Independiente argentino (que logró el título). Previo a la final local, los dos equipos que la protagonizaron se separaron claramente del resto, consiguiendo 92 y 91 puntos en el año, dejando muy por detrás a Barcelona tercero con 73 puntos. La final fue muy reñida, decidiéndose por la gran actuación del partido de ida de Miller Bolaños en Casa Blanca teniendo como resultado la vuelta olímpica de Liga en “La Caldera” del Capwell. Esta final nos dejará en el recuerdo el corte de la transmisión por parte de Ecuavisa y a José Francisco Cevallos pidiendo que lo dejen “putearlo nada más” al juez Alfredo Intriago.

Este sería el último título internacional que conseguiría Liga

Este sería el último título internacional que conseguiría Liga

Luego del gran 2010, el 2011 empezó con todo para el cuadro Albo, sumando al “Equi” González, que armó una dupla maravillosa con Hernán Barcos para deleite de la hinchada. Liga ganó su grupo en Libertadores, con sendas goleadas a Independiente de Argentiana (3-0) y al futuro finalista del torneo Peñarol (5-0), y consiguiendo el segundo lugar en la primera fase del torneo local a 4 puntos de Emelec. En Libertadores perdería en 8vos frente a un gran Velez Sársfield. Para la segunda mitad del año, Liga se centraría en la Copa Sudamericana, llegando a la final donde perdió contra la Universidad de Chile, dejando de lado al propio Velez Sársfield en una llave inolvidable para los albos, donde cobraron revancha del por entonces equipo de Gareca venciendo tanto en Quito como en Buenos Aires. Por esto, consiguió solamente el 4to lugar en la 2da etapa del campeonato local, quedando fuera de la Copa Libertadores 2012 frente a El Nacional en una llave de desempate.

Para el 2012 la directiva inició un proceso de renovación, trayendo muy buenos jugadores de otros equipos que no rindieron. Así mismo, tras la partida del “Pirata” Barcos y otros se llevó de regreso a Claudio Bieler, Edison Méndez y Damián Manso. Sin embargo, este proceso no fue fructífero, ya que pese a la no participación en el contexto internacional, se consiguió apenas el tercer lugar del torneo local, quedando a 14 puntos del campeón Barcelona en un año que no dejaría mucho para la institución y marcaría el inicio de una larga transición, donde no se peleó por cosas importantes y se fue dejando atrás la gloriosa generación de jugadores que tanta alegría trajeron a la institución.

En 2013 fue un paso más de esta transición, con jugadores interesantes en el equipo (como el central Ignacio Canuto) pero un rendimiento general mediocre en donde se disputó hasta el final la primera etapa contra Emelec, pero cayendo de picada en la segunda, consiguiendo apenas el noveno lugar, obteniendo la sexta posición en la tabla acumulada que dejaría al equipo blanco nuevamente sin competencias internacionales para el año que venía. Como nota, se puede decir que en esta temporada Luis Saritama se “cambió de bando”, dejando el Deportivo Quito para vestir los colores de Liga, tradicional rival del “Quito”.

Para 2014 llegó a Liga el ex DT de Barcelona, Luis Zubeldía, sin embargo, continuaba esa transición del equipo, dejando pocas cosas que rescatar ubicándose en cuarto lugar global en el torneo, lejos de los 3 primeros y retornando a la lid internacional para la Copa Sudamericana 2015. Edison Méndez y Paúl Ambrossi abandonarían definitivamente el equipo. En 2015 Liga volvería a ser un equipo competitivo, desarrollando la idea de Zubeldía, tras 3 años de no conseguir resultados significativos, consiguiendo llegar a octavos de final en Copa Sudamericana, quedando fuera contra el River Plate argentino y tras un gran torneo, llegando a una final nacional después de un lustro, enfrentándose nuevamente a Emelec, quien pudo sacarse la espina del año 2010, dando la vuelta en Casa Blanca.

Sí. Jonatan Álvez jugó en Liga ... Por si no se acordaban

Sí. Jonatan Álvez jugó en Liga … Por si no se acordaban

El 2016 demostraría que lo de 2015 fue solo un espejismo, trayendo a Claudio Borghi para reemplazar a Zubeldía, quien se había marchado. Fue un año nefasto, con muchas fechas del mismo peleando cerca de la zona del descenso y quedando en último lugar en el grupo de Copa Libertadores, dejando a Borghi de lado y reemplazándolo con el uruguayo Álvaro Gutiérrez, quien igual sería apartado para que Alex Aguinaga se sume a la dirección del equipo. A fin de año se obtendría el 5to lugar en la clasificación, clasificando a la Copa Sudamericana 2017.

Para 2017 se iniciaría la etapa en la que continúa actualmente el club, contratando a Pablo Repetto para la dirección técnica a mediados de año y despidiendo a fin del mismo a Norberto Araujo como el último referente de la “Época de Oro” del club universitario. Sin embargo, retornó Hernán Barcos y jóvenes talentos se fueron consolidando en el equipo como Jefferson Intriago y los hermanos Julio. En el torneo local se empezó lento bajo la dirección poco acertada de Gustavo Munúa y no se mejoró mucho al final del año, teniendo el octavovo lugar como resultado y clasificando a la Copa Sudamericana del año siguiente, luego de un repechaje vs el campeón de la Serie B, Técnico Universitario. En lo internacional, se avanzó hasta octavos de final, donde por errores propios de un equipo joven, Liga quedó fuera vs el Fluminense brasileño.

2018 marcó el fin de casi una década de intentos de renovación, con un título nacional, nuevamente conseguido frente a Emelec, con un equipo renovado y consolidado, con una línea vertebral imponente: Gabbarini-Guerra-Orejuela-Barcos/Anangonó, con mucho peligro en el juego por las bandas con los hermanos Anderson y Jhojan Julio a muy alto nivel y el “Chiqui” Guerrero luciéndose, siempre con personal complementario de primer nivel. En el plano internacional, nuevamente se llegó a octavos de final, esta vez perdiendo frente a los colombianos de Deportivo Cali.

En el 2019, para cerrar la década, se mantuvo la base del equipo, teniendo como máxima incorporación a Antonio Valencia, apostando por un equipo competitivo para repetir la buena actuación a nivel local y llegar más lejos a nivel internacional. Lo segundo se consiguió, teniendo una muy buena campaña en Copa Libertadores, alcanzando los cuartos de final (por primera vez en esta competición desde el título alcanzado en 2008) perdiendo contra Boca Juniors. En el plano local, fue siempre un equipo competitivo, pero no deslumbrante. Obtuvo el título inaugural de la nueva competición “Copa Ecuador” venciendo en la final a Delfín. En el torneo de LigaPro, clasificó a la fase de playoffs apenas en 7mo lugar, pero venciendo tanto en cuartos de final (Universidad Católica) y semifinales (Aucas) mostrando el mejor fútbol del año. En la final se volvió a enfrentar a Delfín, y tras dos 0-0 en partidos cerrados donde mostró mejor nivel que el rival y no pudo concretar frente al arco rival (contrario a lo sucedido en Copa Ecuador). La serie llegó a los lanzamientos desde el punto de penal, donde se marcaron solamente 3 goles de 10 lanzamientos en los dos equipos, Liga fallando 4 consecutivos y con Delfín consagrándose y dándole la primera copa al fútbol manabita.

Los 2010s dejaron a Liga con 3 títulos nacionales (2 Ligas y 1 Copa Ecuador), 2 subtítulos nacionales, 1 Recopa Sudamericana y 1 subtítulo de Copa Sudamericana, 4 participaciones en Copa Libertadores (1ra fase, Fase de Grupos, 8vos de Final y 4tos de Final) y 5 en Copa Sudamericana (3 Octavos de Final, una Semifinal y una Final).

Una alineación de la década sería esta:

Adrián Gabbarini; Néicer Reasco, Norberto Araujo, Franklin Guerra, José Quinteros; Johan Julio; Jefferson Intriago, Jefferson Orejuela, Ezequiel González; Juan Luis Anangonó, Hernán Barcos

DT: Edgardo Bauza

 

Foto principal tomada de 365LDU

Liga de Quito – Temporada 2016

Liga terminaba la temporada 2015 como subcampeón nacional, con un equipo que había sido primero la mayor parte del año y al que le faltó muy poco para llegar al objetivo, un par de puntos en partidos que a priori no parecían tan riesgosos como finalmente fueron, terminaron siendo la diferencia entre ser campeón o verse arrollado por la remontada de Emelec, como finalmente ocurrió.

Domínguez – Quinteros Araujo Romero Estupiñán – Hidalgo Cevallos Intriago – Morales Alvez y Matamoros era más o menos el equipo que se quedó tan cerca del título; el mejor jugador del equipo era claramente Domínguez, guarda vallas titular, mundialista, de la selección y la base sobre la cual se cimentó el equipo. Era impactante la importancia que tenía Dida en los partidos que ganaba Liga, porque le hacían pocos goles, lo que permitía que ofensivamente sea necesario “solo” saber pegar en el momento oportuno, fórmula a la larga exitosa a la que le faltó muy poco para concretarse.

Empezaba 2016 y la prospectiva era ratificar el nivel de 2015 y mejorarlo, obviamente, lo ideal hubiese sido continuar con el proceso de Zubeldía, no ocurrió y llegó en su lugar Claudio Borghi, un nombre si bien laureado, que no parecía ser una continuación a lo planteado por su antecesor.

Los equipos de Borghi siempre se caracterizaron por ser muy ofensivos, inclusive si con esto se debía sacrificar seguridad defensiva, su Argentinos Juniors campeón defendía con 3, (Ignacio Canuto uno de estos 3), y manejaba un juego interesante de posición y triangulaciones que en su momento le alcanzó inclusive para ser campeón en Argentina; ni hablar de su Colo Colo multi-campeón que basó su éxito en el descomunal talento ofensivo de Alexis Sánchez y sus socios de equipo y selección Suazo, Fernández o Valdivia.

La idea fue hacer más ofensivo al equipo, al menos a priori, pese a lo cual Liga se desprendió de su mejor delantero en un episodio confuso, se fue Álvez, un delantero que va a todas y que las intenta 100 veces si es necesario, material invaluable en un 9, joven, que además de hacer varios goles mejoró ostensiblemente el nivel ofensivo de Liga a mediados de 2015, lamentable perdida, más visto lo que pasó después.

El paso de Borghi por Liga dejó un par de buenos partidos, en casa contra San Lorenzo con una actuación importante de “cachete” Morales, pero principalmente dejó muchos de partidos en que Liga se vio completamente superado por sus rivales, llamaba la atención que un equipo que hace pocos meses basaba su estrategia en su solidez haga tanta agua, como lo hacía, acorde con el clima porteño, aquella tarde en el Monumental.

Llegó Benavidez, a priori para pelear el puesto con Hidalgo, el argentino parecía ser un volante que permitía jugar a un toque, presionando mucho y talvez incluso, complementando al 8 de Liga, pero Fernando se rompió y Benavidez nunca fue nada de lo esperado y el plantel encontró su primera falencia, no había volante central; Intriago se lesionó a finales de la temporada pasada y el equipo de ahí en adelante no encontró jamás la forma de compensar esta deficiencia.

Había llegado Brahian Alemán, proveniente de Barcelona, nítidamente el mejor jugador del equipo torero la temporada pasada (equipo nada más que regular, eso sí) que a priori parecía un refuerzo que permitiría dar el salto de calidad en el medio campo, principalmente pensando en la Libertadores. El perjudicado fue Cevallos que vio mermados sus minutos en cancha, con el consecuente bajón de nivel que había mostrado la temporada pasada, al inicio de la temporada, pese a que jugaban varios minutos juntos, parecía difícil que lo hicieran la mayor parte de los mismos.

Para reforzar la delantera, principalmente para ocupar el lugar que dejaba Matamoros, llegó Edson Puch, delantero por fuera chileno, hábil, veloz, muy parecido en características a Alexis Sánchez. A los primeros minutos de haber entrado a la cancha se podía ver que era un jugador de un nivel muy interesante, al menos para nuestro medio, y efectivamente lo fue, Puch seguramente es el mejor refuerzo que tuvo Liga este año y sus pocos meses fueron los mejores que un jugador albo haya tenido en la temporada; curiosamente, nunca fue considerado absolutamente como titular.

Para cubrir la baja de Alvez llegaron Daniel Angulo y Carlos Tenorio, dos delanteros que podían compensar algunas de las facetas que ofrecía el uruguayo, pero no todas, al final no terminaron supliendo ninguna y sus temporadas fueron lamentables, jamás se los pudo considerar como importantes para el equipo.

Por aquellos días Norberto Araujo tuvo un problema de salud en su visión, lo cual le impidió jugar por varios meses, a su altura de la carrera, una para de este tipo suele penalizar mucho el nivel de los futbolistas, tal y como se vio en adelante puesto que Norberto luego de su regreso nunca pudo alcanzar el nivel de otras épocas, lo cual es en todo caso comprensible, pero no dejó de llamar la atención que en un gran número de presentaciones se vio muy superado por sus rivales, ofreciendo una ventaja competitiva importante a los equipos que enfrentaban a Liga; la baja del capitán desnudó las falencias de su compañero de zaga y Romero nunca pudo ser el mismo de la temporada anterior.

El ciclo Borghi terminó luego de que Liga concatenó varios resultados negativos llegando inclusive a pelear en la parte baja de la tabla, nunca se pudo entender claramente la idea del entrenador, el equipo fracasaba en circular la pelota y quedaba siempre expuesto a los contragolpes rivales, se recibieron muchos goles y ni siquiera Domínguez podía evitar las caídas, pese a que, como el resto, el arquero había bajado ostensiblemente su nivel.

Llegó Álvaro Gutiérrez con la promesa de volver a la idea inicial, la de Zubeldía, y dotar al equipo de mayor solidez, si ponemos en la balanza los tres momentos del año con cada DT, se podría decir que estos meses fueron en los que menos se sufrió en defensa; ofensivamente, eso sí, el equipo era muy débil y dependía casi completamente de lo que se inventaba Puch, en gran medida porque Morales, Alemán y Cevallos en aquellos meses estaban lejos de su mejor nivel y la falta de centro delantero era en muchos casos alarmante.

El entrenador uruguayo principalmente apostó por Carlos Tenorio en detrimento de Daniel Angulo, decisión cuestionada en su momento que nunca terminó de dar resultado, en cualquier caso Liga salió de los últimos lugares y mantuvo cierta estabilidad en su funcionamiento que luego de las presentaciones con Borghi parecían un alivio.

Cabe recalcar que en este periodo fue en el único en el que Liga repetía equipo titular, o al menos lo intentaba.

Llegó la para por Copa América y las malas noticias siguieron llegando con las partidas de dos puntales del equipo.

Diego Morales había sido el jugador más desequilibrante de Liga en las últimas temporadas, el argentino, pese a no ser constante, marcaba mucha diferencia cuando se lo proponía y esto permitía resolver partidos complicados, Cachete tenía gambeta, pase, gran tiro de media distancia, un jugador muy importante para el medio que en la mitad de temporada se marchó; si bien no habían sido sus mejores meses, aun nos dejó su mejor presentación en Ponciano, aquella noche ante San Lorenzo de Almagro.

La partida de Domínguez terminó siendo tan traumática como se podía prever; Liga perdió a su jugador diferencial y tuvo que adaptarse a vivir con un arquero “normal” cuidando los palos, porque Daniel Viteri es un buen arquero, su trayectoria lo avala, pero no es Domínguez, no es un tipo que te pueda ganar quince partidos a la temporada por sí mismo como si lo fue Dida en torneos anteriores, el desnivel se mostró de inmediato y Liga perdió la aparente solidez uruguaya, un par de ruedas de prensa graciosas y sendos malos resultados, y nuevamente había que buscar entrenador.

Llegó Alex Aguinaga y consigo la esperanza de mejores días. “Chiqui” Guerrero, Juan Luis Anangonó e Irven Ávila arribaron para potenciar ofensivamente al equipo; nadie regresó a ver al medio campo, la idea en todo caso era que Alex promueva jugadores de la cantera y no se podrá negar que lo hizo; los Julio, Villalba (no de la cantera pero joven al fin) Reasco, Carcelén o el propio Cangá empezaron a aparecer en las formaciones titulares o ingresaban al cambio; había vuelto Intriago de la lesión y Alex parecía contar con un plantel al menos amplio, que le permitiría pelear en el único frente del segundo semestre.

Arribó el uruguayo Arias para reforzar la defensa, un central áspero, duro con los rivales, aportó poco y se vio sumido en el caos defensivo general.

Los mejores minutos del ciclo Aguinaga se dieron con interesantes rendimientos de Anangonó, “choclo” Quinteros, Cevallos y Guerrero; importantes apariciones de los chicos Julio y Carcelén permitieron que al menos se pueda pelear un cupo de Libertadores hasta el final, sumado eso si en gran medida al pobre nivel mostrado por los equipos del torneo salvo los dos equipos de Guayaquil.

Aún en los buenos días del ciclo se mantuvo la falencia importante en el medio campo, en primer lugar la ya mencionada falta de volante central impedía que un jugador se haga cargo de la salida de la pelota, y en consecuencia Cevallos y Alemán debían repartirse la batuta; lo cual nunca ocurrió, no se la repartían, la debatían.

Llegamos al que, para quien escribe, fue el mayor problema futbolístico que tuvo Liga en el año dentro de la cancha, Cevallos y Alemán no se pasaban la pelota, para quien vio los partidos resultaba evidente, y hasta exasperante, como cada uno evitaba pasarle el útil al otro, intentando siempre opciones de pase rebuscadas con tal de no entregársela al tipo al que naturalmente se la debía pasar; ¿se imaginan a Xavi e Iniesta? Bueno, los nuestros eran su negativo, todo lo contrario, ¿cómo superar esta falencia dentro del campo? Imposible, si tus mediocampistas no se pasan la pelota entre ellos estas condenado al fracaso.

Liga terminó siendo el equipo que menos goles metió en el año, evidentemente las razones son la falta de delanteros de nivel, y la pobre creación de jugadas ofensivas por parte del equipo.

Ante esta disyuntiva Aguinaga intentó, a veces, juntar al equipo para disimular la ausencia medular e intentar disminuir la posibilidad de que los defensas sean enfrentados mano a mano; funcionó a veces, pero varios partidos perdidos sobre la hora impidieron que los resultados afiancen al equipo y más bien, luego de cada frustración, se jugaba peor, para colmo se lesionó Juan Luis Anangonó, el mejor del equipo en lo poco que había, y la idea se terminó por ir al traste.

Aguinaga nunca repitió equipo, para muestra crónica del caso, en el partido anterior al duelo ante Nacional, Alemán y Arias apoyaban desde el palco, y el día definitivo ante el Rojo fueron titulares, imposible dotar de una identidad a un equipo con este tipo de decisiones, al menos opinándolo desde afuera se ve así.

El desenlace fue lo visto por todos ante El Nacional, un equipo absolutamente entregado ante la primera circunstancia negativa, superado en cada duelo individual por el rival que planteó su equipo aprovechando justamente todo lo que Liga ofrecía, el partido del año Liga lo perdió 5 a 0, en una muestra cabal de lo que fue la temporada. Luego vendría el descalabro final ante Muschuc Runa, salida del entrenador y de un grupo importante de jugadores, prácticamente a empezar de cero.

Termina una triste temporada para Liga Deportiva Universitaria, olvidable, pero vendrán mejores días, volveremos.

Foto Principal: API

Barcelona Imparable En El Monumental

El cuadro ídolo doblegó 2×0 a los albos y no suelta la punta del torneo. La victoria es vital para los amarillos pues los de la U estaban escoltándolos y se erigían como una amenaza para su liderato en la tabla de posiciones.

El juego se definió muy pronto pues las anotaciones para el local llegaron temprano. No se cumplía ni un minuto de juego y Araujo marcó en propia meta. La jugada la inició Marcos Caicedo que habilitó en profundidad a Pineida. El fuerte centro del lateral se desvió en Araujo y sobró al meta Viteri que se había arrojado a cortar el centro.

Ya con ventaja en el marcador Barcelona le cedió la iniciativa a Liga, dejándole transitar libre en media cancha, pero ejerciendo al mismo tiempo constante presión a la salida de balón en la zaga. Esto ocasionaba que los defensas ligados cometan varios errores en las salidas y transiciones defensa-ataque; en una de sus malas salidas Díaz aprovechó pero su remate se estrelló en el vertical. Era apenas el minuto cuatro de juego pero el local merecía ampliar el marcador.

Durante todo el primer tiempo Marcos Caicedo fue incontenible por la banda izquierda, Quintero, Araujo e Intriago no descubrían la manera de pararlo, normalmente perdían en el mano a mano o hechaban mano de la falta para detenerlo. En una de sus escapadas Marcos habilitó a Díaz que no tardó en ubicar a Esterilla desmarcado, el extremo receptó el pase del 10 y remató cruzado anotando las segunda del partido, era apenas el minuto seis y el pleito estaba casi resuelto.

En los minutos siguientes el dominio local fue manifiesto, parecía que se podía venir una nueva goleada en el Monumental. No obstante, la repentina lesión del zaguero Ordóñez descuadró el esquema de Almada y le quitó ritmo a lo que quedaba del primer tiempo.

Para el complemento Barcelona salió recompuesto y con ganas de más goles. Mientras no hubo cambio de actitud en los albos que se vieron nuevamente comprometidos por la presión alta de los delanteros canarios. Lamentablemente para el espectáculo una serie de eventos desafortunados desvirtuaron el partido y el mismo terminó por perder ritmo y se jugó de forma totalmente visceral. Al minuto cincuenta y ocho fue expulsado Almada, al sesenta y tres Aimar vería la roja, al ochenta y siete un hincha blanco invadió el terreno de juego, al ochenta y nueve desaparecieron los balones y al noventa se fue expulsado Viteri. Con todos estos accidentes nunca agarró vuelo la etapa de complemento y entre lo más llamativo que dejó el segundo tiempo está que Barcelona con uno menos y sin su dupla de zagueros centrales pudo anular la pálida ofensiva de Liga.

BSC: Máximo Banguera; Pedro Velasco, Darío Aimar (TR 61’), Anderson Ordóñez (Oswaldo Minda 31’) (TA 88’), Mario Pineida; Gabriel Marques, Matías Oyola; Ely Esterilla (Washington Vera 83’), Damián Díaz, Marcos Caicedo (Segundo Castillo 66’); Jonatan Alvez
goles: Araujo2’ (AG), Esterilla 6’
LDU: Daniel Viteri (TA 90’) (TR 91+’); José Quintero (TA 17’) (John Narváez 45’), Norberto Araujo, Ramón Arias (TA 35’), Luis Romero; Jéfferson Intriago (TA 39’) (Brahian Alemán 45’) (TA 81’), Enrique Vera; Irven Ávila, José Cevallos E., Anderson Julio (Hancel Batalla 72’); Daniel Angulo

El año de Liga

Es difícil no ser injusto con la campaña de un equipo que se quedó a un gol del campeonato, porque Liga estuvo a eso, a un gol, de ser campeón; un gol a Mushuc Runa en la fecha 15 de la segunda etapa, o un par de goles más que en la final; cuando un proyecto como el de Zubeldía se queda tan cerca del objetivo no queda otra que reconocérselo de entrada, solo uno es campeón, pero no todos fracasan.

Liga arrancaba la temporada con la confianza puesta en la continuidad del plantel, en comparación al equipo del 2014, pese a la lamentable la baja de Gerardo Alcoba, se encontró un salto de calidad en algunas posiciones, con la llegada de jugadores como Luis Romero, Narciso Mina o Michael Jackson Quiñónez, un plantel que si bien no tenía las figuras rutilantes de la década pasada, parecía estar bien preparado para afrontar el torneo nacional, puesto que no se había clasificado a Libertadores.

Desde el inicio, Liga se mostró como un equipo principalmente sólido, que se sostenía en el descomunal nivel de su arquero, la experiencia de su capitán, el muy buen estado de forma de Romero, Hidalgo, y la participación cada vez más interesante del joven Intriago; el equipo sabía que tenía gran parte del cero en su valla asegurado, y desde esa confianza acumuló varios triunfos que le permitieron ganar la primera etapa del torneo, aprovechándose también que el campeón defensor acusó el desgaste de la doble competencia.

Si defensivamente el equipo evidenciaba solidez, en ofensiva el tema era mucho más inestable, se mezclaron partidos en que se jugó muy bien, mostrando una interesante circulación de pelota y con gran volumen de llegadas, especialmente de local, con partidos en los que no aparecieron las ideas, y se terminó ganando muchos de ellos “jugando feo” esa afirmación tan vacía, puesto que si se ganaba o no se perdía, era justamente porque el equipo respaldaba esa carencia de ideas ofensivas y mostraba carácter, mucho.

Con la segunda etapa llegaron Jonathan Alvez, un buen delantero uruguayo y Juan Cavallaro, un interesante prospecto argentino, con el fin de mejorar la carencia de la primera etapa, tener un equipo con más recursos ofensivos, lo cual se consiguió, con lo que llegaron los mejores partidos de la era Zubeldía en Liga. El equipo encontró varios momentos de lucidez futbolística que coincidieron con altos rendimientos de Cachete Morales y José Francisco Cevallos, nuestros dos jugadores distintos, que permitieron hilvanar hasta cuatro triunfos seguidos, lo que por primera vez llevaba a pensar que era posible ser campeón sin jugar una final.

Por aquellos días Liga afrontaba la Copa Sudamericana sorteando sin mayor dificultad sus dos primeras fases, encontrándose en octavos de final con el campeón reinante: River Plate, momento de inflexión en la temporada; luego de un partido de ida en el que Liga se vio ampliamente superado por su rival, lo recibió una noche en Casa Blanca y se quedó a un penal desviado de Alvez de poner seriamente en aprietos al ahora subcampeón mundial, en un partido que nos dejó a todos con la idea de que con algo más de suerte se pudo ganar esa eliminatoria; quedaba por rematar la segunda etapa del campeonato, que con el rendimiento de esa noche, a esa altura parecía iba a ser un trámite.

Pero Liga nunca volvió a jugar como esa noche, por una u otra circunstancia se empezó a hacer más difícil ganar, Zubeldía intentó ser más ofensivo en un par de partidos sacando a Intriago para poner más gente adelante y aprovechar los buenos momentos de cada uno, sin tener el mejor de los resultados, llegaron lesiones muy inoportunas como la de cachete Morales, e inclusive el equipo perdió solvencia defensiva; en parte Romero no sostuvo el excelente nivel de la primera etapa, y en parte porque los equipos se empezaron a dar cuenta que la falencia defensiva de Liga estaba en los laterales.

Liga empezó realmente a perder el campeonato la mañana del viernes 9 de octubre, cuando recibió en partido diferido a Liga de Loja con nefastas consecuencias, pese a lo cual, y aprovechando que Católica y Emelec, los más cercanos perseguidores también tropezaban seguido, Liga mantuvo la punta de la segunda etapa durante gran parte de la misma, pero los resultados y, principalmente, el rendimiento, provocaron que la caída sea indisimulable; luego de la inapelable derrota de local en el clásico ante Aucas, el equipo al cerrar la etapa se encontró sin ventaja alguna, en evidente declive futbolístico, y con la perspectiva de cerrar el torneo enfrentándose a sus dos rivales directos, en ambos casos de visitante.

Justamente previo a ese partido a Emelec, el Club y Zubeldía anunciaban que no continuarían con su vínculo la siguiente temporada, primero de manera poco elegante, lo cual fue corregido de inmediato, la conmoción era evidente; el timing del anuncio poco feliz; muy pocos eran optimistas por la visita al bicampeón en Manta.

Y esa tarde de domingo Liga se encontró con el que fue probablemente su mejor partido de la temporada, se derrotó a domicilio a Emelec y se le pudo hacer cuatro goles tranquilamente; otro punto de inflexión en la temporada; un partido que, como veremos más adelante, condicionó mucho a las recientes dos finales.

Liga continuó perdiendo el campeonato en la fecha 21 en la visita a Universidad Católica; en un partido muy incómodo, condicionado por un error de novato de su jugador juvenil, Liga se vio justamente superado por el gran equipo que es la Católica de Célico, en un partido que Liga nunca pudo ganar pero en el que volvió a aparecer el carácter de gran parte del plantel, y la buena estrella de goleador de goles importantes de Pancho Cevallos.

Luego de jugada la última fecha, pese a que Liga hizo sus deberes en un partidazo en Ambato ante Independiente del Valle, Emelec no decayó el paso y forzó al desempate, tercer encuentro definitivo que nos enfrentaba, Liga no pudo cerrar la segunda etapa pese a tener varias oportunidades para hacerlo y debía definir su suerte a dos partidos ante el bicampeón nacional.

A Liga durante toda la temporada se le hizo cómodo jugar contra Emelec, los resultados casi siempre nos favorecieron y justamente en el partido de la segunda etapa en Manta se materializó aquella superioridad; Liga sabía exactamente como hacer daño a su rival, tirando pelotazos a las espaldas de sus laterales, que fueron muy bien aprovechados por Quinteros, Matamoros y Alvez, y con la pelota parada, a Emelec en cambio se le hacía muy difícil hacer daño a Liga.

De Felipe tomó nota de lo anterior, cambió el esquema en las finales, mostró la riqueza de plantel que tiene Emelec, y anuló en mayor parte los recursos que había mostrado Liga en su contra, a nosotros se nos cayeron dos jugadores titulares, y siendo el plantel de Liga corto como es, se acusó demasiado esta carencia en Portoviejo, el rival casi liquidó la serie de no mediar por el enésimo milagro de Domínguez en el año y por la, nuevamente, oportuna aparición de Pancho Cevallos.

La segunda final fue predecible, Zubeldía sabía que era tan importante anotar como mantener el cero, y paró un equipo responsable, Emelec sabía que era muy difícil para Liga crear situaciones cuando está obligado a hacerlo y lo esperó, sufrió poco, fue superior nítidamente a 180 minutos, Liga no pudo aprovechar el gran número de oportunidades que pudo generar a través de la pelota parada por el poco acierto de sus ejecutantes; quedaba la individual pero ni Cachete ni Cevallos aparecieron en la dimensión necesaria para desnivelar la final.

Quienes estuvimos en Ponciano el domingo 20 de diciembre sabemos cómo se sintieron esos últimos cinco minutos; un calvario, de los más tristes que nos han tocado vivir en Casa Blanca, el fútbol es así, te regala alegrías inmensas como aquella tarde de 2010 cuando dábamos la vuelta en el Capwell, y te devuelve con la misma fuerza el golpe cinco años después; el fútbol como la vida siempre da revancha, y a veces hay que sufrirla.

Liga termina un muy buen año de fútbol que lo tuvo nuevamente peleando el torneo, jugando los partidos importantes, como queremos que sean todos los años, porque no se puede ganar siempre pero si intentarlo, y para quien escribe quedó claro que el equipo toda la temporada lo intentó, quedan puntos altos como Domínguez, la figura excluyente del equipo, el Beto Araujo que ojalá pueda tener la revancha de levantar una copa con Liga como capitán, nadie se lo merece más, la pena por Fernando Hidalgo que no pudo culminar uno de los mejores años de su carrera con el título, la expectativa por conocer como continuarán las carreras de Cevallos, Intriago, Estupiñán y Quinteros.

Se marcha Luis Zubeldía y no podemos negar que dejó su huella, un tipo que armó un equipo que peleó el campeonato hasta el final, que lo pudo ganar y que, principalmente, es joven; resaltar siempre el carácter para defender a la institución siempre que lo debió hacer, a veces de manera exagerada, arduo trabajador que entendió las fortalezas y debilidades de su equipo e intentó maximizar en lo posible los recursos con los que contó.

Se le puede reprochar el cambio de esquema post partido versus River, su insistencia con algún jugador, detalles en realidad, si bien alguien podrá decir que son esos detalles los que definen campeonatos, y no le faltará razón.

El nuevo entrenador hereda un equipo subcampeón, que seguramente tendrá bajas, la de Domínguez parece probable puesto que por su nivel es insostenible retenerlo para siempre, pero en general la base es más que interesante para trabajar, pensando en que además el próximo año volvemos a jugar la Copa Libertadores, el torneo que más nos gusta a todos.

Se va el 2015 de Liga, el año de los penales, de la vez que cayó el invicto en finales de local, el año que se recordará principalmente por la tristeza de ayer, pero también es el año en que volvimos a pelear el campeonato y consolidamos un plantel interesante, estuvimos a un gol de la gloria, ni más ni menos, así de cruel puede llegar a ser esto.

La rivalidad con Emelec es linda porque se han dado varios partidos históricos, victorias de ambos lados ahora inclusive en finales, nos devolvieron el golpe de 2010, la hinchada aceptó con resignación y entereza la derrota, porque todos sabemos que Liga siempre vuelve; volveremos.

Una final poco predecible

Llegamos a la parte final del año futbolero ecuatoriano para contemplar una justa final, pues Emelec y Liga Deportiva Universitaria han sido los mejores equipos de este tormentoso 2015 para el balompié local. Incluso estos buenos planteles tuvieron errores de escándalo, pero aún así fueron los más regulares. Emelec tendrá que ser local en Portoviejo y Liga en su cancha de Ponciano.

Liga con 89 puntos y Emelec con 88 exhibieron un notable dominio por sobre el resto de planteles del torneo (independiente que es tercero hizo 76, Barcelona que es cuarto quedó en 62 y tal vez menos). En 44 partidos, los eléctricos sufrieron apenas 6 derrotas, mientras que los albos 7. Liga fue el mejor local del año, pues hizo 52 puntos en su cancha y otras en las que tuvo que oficiar de local, mientras que Emelec terminó siendo el mejor visitante cosechando 39 puntos en estadios ajenos.

En este año, la campaña de Emelec se ha basado en su fenomenal poder goleador, son 83 tantos que han marcado los azules, 25 de ellos, de su estrella Miller Bolaños. El ataque eléctrico fue el mejor del país en este 2015 y su defensa tampoco anduvo tan mal, habiendo recibido 38 anotaciones, la segunda mejor del torneo con una gran temporada en el arco de Esteban Dreer, lo que lo llevó a ser convocado a la selección ecuatoriana, incluso atajando su primer juego oficial con la tricolor.

Liga no pesó mucho en el ataque. Con 70 goles, es ampliamente superado por Emelec (83 goles) e Independiente (80 goles). De todas formas, no es una cifra despreciable. Lo mejor de los albos en el año fue la zaga, que con 36 goles recibidos, es la mejor del torneo, con soberbias actuaciones de Domínguez y encontrando nuevos aires en el veterano líder de la zaga universitaria, Norberto Araujo.

¿Cuáles son las mayores ventajas de Emelec? Pues debido a suspensiones, lesiones y demás, llega con jugadores fundamentales bastante descansados como: Gabriel Achilier, Jorge Guagua, Miller Bolaños

¿Ventajas para Liga? Primero la campaña 2015 en la que tiene 3 victorias y una derrota. Uno de los 3 triunfos fue en la provincia de Manabí. Además de elementos que poco tienen que ver con la actual campaña como el hecho de nunca haber perdido una final y cerrar esta llave final en su cancha que es particularmente complicada.

El once probable de Emelec sería con: Dreer; Narváez, Achilier, Guagua, Bagüí; P. Quiñónez, Gaibor; Mena, Bolaños, Burbano; Mondaini. Con la duda en el puesto de Burbano donde podría estar Rolón o Escalada. Se podría decir que hay plantel completo y el tema sería que características dar al ataque. Si Omar De Felippe busca mayor dinámica tal vez escoja a Burbano, mientras que con Rolón podría tener mayor presencia física. Personalmente, para poder superar la recia marca de línea, elegiría la capacidad de Burbano para asociarse con Mena y Bolaños, quienes se han cansado de elaborar jugadas de gol a partir de su buen manejo y entendimiento para pasar el balón.

En defensa no hay mucho que decir, están los 4 de siempre, para alivio de la parcialidad azul, vuelven Achilier y Guagua a la zaga central. El año de Achilier ha sido particularmente bueno y es el punto fuerte del bloque millonario, mientras que Narváez y Bagüí son cumplidores con sus limitaciones. En mediocampo desde que está Gaibor, Emelec ha ganado en manejo pero perdido en marca, mientras que Pedro Quiñónez es su líder a la hora de iniciar el ataque y cortar a su rival en lo que ha sido un buen año. En los últimos juegos ha salido con Mondaini como delantero, aunque no es precisamente un hombre en punta, siendo muy versátiles las ubicaciones desde las que los ofensivos azules inician su ataque.

El once de Liga iba a ser con: Domínguez; Madrid, Araujo, Romero, Estupiñán; Hidalgo Cevallos; Quintero, Morales, Matamoros; Alvez. Finalmente “el choclo” no alcanza a recuperarse y es una de las sensibles bajas que al menos la “U” afronta para la ida junto con la de Intriago que estaba desempeñándose bien como volante central. Zubeldía entonces tendría algunas opciones: poner un volante más como Cavallaro que ha aparecido a cuenta gotas en la temporada o sumar un delantero como Mina o Miller Castillo, lo que le ha dado pocos resultados al técnico argentino.

La defensa es inamovible, la pareja Araujo – Romero en la zaga central ha tenido un rendimiento espectacular, Estupiñán debe ser de los juveniles más útiles del año, mientras que tal vez Madrid es el punto débil, pero siempre tuvo el relevo y la ayuda del “choclo” en este año, por lo que podría pasarla mal en la primera final. Hidalgo ha tenido un año decente y con Intriago ofreció más garantías que con Cevallos, que en cambio ha conducido mejor el balón y cuando se ha asociado con Morales y Matamoros se ha visto lo mejor del fútbol ofensivo de la escuadra blanca. Adelante Alvez viene siendo la mejor opción. La única ocasión que a Liga le funcionó los 2 delanteros fue el segundo tiempo contra River Plate.

No había caso en hablar de los porteros, hoy por hoy, Domínguez y Dreer son los mejores del país y son fuerzas parejas. Si cotejamos defensas, ambas son muy sólidas y con tal vez, ciertos problemas por los costados, se han manejado bien en la líneas de volantes y tal vez, la pequeña ventaja para los azules es que Mena y Bolaños lucen más recursivos de lo que puedan ser Morales, Cevallos y Matamoros. En esta final dependerá de cuál sea el equipo con la figura más resuelta e inspirada, cual sea quien cometa menos o ningún error notable de tipo expulsiones, quien tenga con mejor arresto físico a sus futbolistas y algo más de cavilaciones que puedan hacer los directores técnicos en cuanto a posicionamiento y estrategia. Siendo muy difícil de decidirse por un favorito, les invito a argumentar quien pueda tenerlo en esta muy justa llave final del torneo ecuatoriano 2015.

¿Cómo se llevó Liga la Etapa?

Concluyó la primera fase del torneo ecuatoriano de fútbol de primera división y el conjunto universitario obtuvo el primer lugar de la misma, clasificándose a la final de la temporada y accediendo a la fase de grupos de Copa Libertadores que no al disputaba desde 2011. Fue un ganador justo aunque muchos, incluido un buen sector de su hinchada, manifiestan que Liga “no juega bonito”.

Los números de Liga en esta primera etapa son notables. De los 22 partidos que jugó, ganó 13, empató 8 y apenas perdió uno, aquel duelo con Emelec en el último minuto. Su efectividad frente al arco no es muy buena, siendo el peor de los 6 primeros en goles a favor con 28, igualando a Nacional. Sin embargo, su gran fortaleza ha sido el trabajo defensivo y con 10 goles en contra tiene por lejos, la valla menos batida del torneo.

La campaña de local de Liga fue muy sólida, ganando 10 de 11 juegos y empatando apenas un partido con Deportivo Cuenca, que históricamente siempre ha sido difícil para los albos en la cancha de Ponciano. Como visitante, Liga arrancó muchos empates, 7 en total y acumuló 16 puntos, una de las mejores cifras en este torneo.

En ningún juego que la “U” disputó la primera etapa, le pudieron hacer más de un gol ¿Qué hizo que sea tan difícil hacerle un gol a Liga? Los universitarios arrancaron el torneo jugando 4-4-2 usando doble punta: Miller Castillo y Narciso Mina. Desde un comienzo, el funcionamiento de los bloques posteriores fue óptimo, pero el ataque reportó problemas, por lo que Zubeldía decidió jugar con un solo punta como Mina y agregar un volante ofensivo, lo que dio mejores resultados.

En el bloque posterior, Liga fue casi un reloj. Estamos ante los mejores años de Alexander Domínguez, que tanto a nivel local como con selección, ha mostrado mucha madurez y seguridad. La pareja de centrales fue inamovible con un Norberto Araujo “rejuvenecido” que tuvo un rendimiento prácticamente similar al de sus primeros años con la divisa blanca, lo que ayudó a la labor de Luis Romero, quien sin duda, viene cumpliendo su mejor temporada como profesional, lo que incluso le valió la convocatoria a la selección.

Por las bandas, se consolidó José Madrid en el plantel titular con rendimiento regular, haciendo que José Quinteros, jugador que arrancó marcando la punta derecha, pase a ocupar funciones más ofensivas. En la izquierda se consolidó uno de los valores jóvenes más relevantes de la temporada: Pervis Estupiñán. Alternó con ellos el veterano Néicer Reasco y entre ellos, sacaron adelante al recio muro albo de este 2015.

Para tener solidez defensiva, el trabajo de la primera línea de volantes fue muy bueno. La mayor parte de la temporada fueron inamovibles en ese sector, Fernando Hidalgo y Enrique Vera mostraron un importante despliegue tanto para colaborar en labores de marca como en ataque. Lastimosamente, el paraguayo Vera se lesionó de gravedad y en las últimas fechas lo reemplazó José Cevallos E., quien aportó mayor movilidad y de hecho, durante sus actuaciones Liga ganó un poco más, el peso ofensivo necesario para hacerse de los vitales triunfos que le permitieron ganar la etapa.

La línea de volantes ofensivos, “mediapuntas” o extremos, fue rotando. Recordemos que Zubeldía inició el año con 4-4-2 que pasó a mutar en un 4-2-3-1 y ese “3” tuvo a varios integrantes: José Quinteros, Hancel Batalla, Hólger Matamoros, Diego Morales, Michael J. Quiñónez, entre otros, que entraron dependiendo del rival, el momento del partido y la condición física. Destacar la participación del “cachete” Morales, que en varios encuentros fue el jugador clave para elaborar o concluir las jugadas que fueron goles de triunfos o puntos importantes para la escuadra azucena. El aporte de Matamoros y del “rey del pop” fue decisivo en algunos juegos y en otros, pasó desapercibido.

Narciso Mina fue el hombre punta de Liga en la mayoría de sus partidos. Sus ocho goles en esta primera etapa no son una cifra a despreciar, contrastando con la crítica que ha recibido el goleador ecuatoriano. En un principio, hizo pareja en el ataque con Miller Castillo, jugador que luego pasó a ser alternante y que con tres goles, no se puede hablar de un rendimiento óptimo. Importante fue la cuota de gol de Cevallos y Morales quienes anotaron 5 tantos cada uno.

En los números, se ve que ganarle a Liga es muy difícil, en la cancha, cualquier hincha de otro equipo se desesperó con lo complicado de vulnerar el área del equipo capitalino. De todas formas, su hinchada pide más. Históricamente, Liga Deportiva Universitaria se ha caracterizado por el buen trato de balón y el espectáculo. Esta no es precisamente una Liga espectacular, pero al menos, viene valiendo la pena volver a la posibilidad de disputar un título que viene siendo esquivo desde el 2010. El tiempo pasó muy rápido.