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Luz, Cámara ¡y Fútbol!

Luego de la euforia anual de los Premios Oscar, es hora de darle crédito a películas que han marcado de alguna manera esta afición y que estén relacionadas al fútbol.

La verdad son muy pocas las que contienen buen guión e historias realmente llamativas, unas ficticias otras reales, y que además, logren resaltar ante la infinidad de películas al estilo hollywoodense.

Aclaro que este segmento es bajo una opinión personal y por su puesto recomendadas, el orden de presentación es aleatorio, para evitar cualquier inconformidad.

VICTORY

victory

Basada en hechos reales, hace referencia al famoso partido de la muerte donde algunos jugadores del Dinamo de Kiev, quienes eran prisioneros de guerra, formaron parte del equipo del FC Start, enfrentándose a un equipo de soldados alemanes en plena Segunda Guerra Mundial. La historia es super interesante con un final alternativo de lo que realmente sucedió.

Llama la atención la actuación de Michael Caine y Sylvester Stallone… ¡como arquero!, además de jugadores de fútbol entre esos Bobby Moore y Pelé.

 

THE DAMNED UNITED

damned united

Película sobre la trayectoria del polémico entrenador inglés de fútbol, Brian Clough, su exitoso paso por el Derby County, equipo que pasó de segunda división a primera clasificándola a la Copa de Europa, y relata también el estresante paso que tuvo por el Leeds United.

Su forma de encarar las ruedas de prensa y sus comentarios llevaron a Clough ser todo un personaje. Se puede decir que su estilo era muy parecido al de Jose Mourinho

«Dicen que Roma no se hizo en un día. Pero yo no estaba dirigiendo aquel trabajo.» -Brian Clough-

LOS DOS ESCOBAR

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Un muy buen documental, basado en la vida de Pablo Escobar Gaviria, uno de los narcotraficantes más poderosos de Colombia y de Andrés Escobar, jugador de la selección colombiana quien fue asesinado después del mundial USA 94.

En este documental se cuenta una estrecha relación entre el narcotráfico y el futbol colombiano, partiendo del que Pablo Escobar como aficionado al Club Atlético Nacional de Medellín, colaboraba económicamente en el equipo, recordando además que el club de casaca verde obtuvo el máximo galardón a nivel sudamericano como es la Copa Libertadores de América. Esto dio hincapié a una nueva etapa en el futbol colombiano con sus figuras que de alguna u otra manera se vieron involucrados con el Capo del Narcotráfico.

Luego de la caida de Escobar, se suscitaron varios hechos y presiones a quienes conformaban la selección colombiana, relatos escalofriantes donde se cuenta un panorama desconocido de lo ocurrido en los partidos del mundial.

 

EL SECRETO DE SUS OJOS

secreto ojos

No podía dejar de lado esta gran película argentina, ganadora de un Oscar a la Mejor Película Extranjera. El trama se enfoca en el asesinato de una joven cuyo misterio se resuelve con un gran dialogo: »El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín. No puede cambiar de pasión».

A esto se puede retribuir que la película gira en torno a la pasión, sentimientos y colores. Temas que Hollywood muy poco entiende en el fútbol.

Se puede apreciar escenas del estadio Tomás Adolfo Ducó, perteneciente al Club Atlético Huracán, con el partido entre el equipo local, Huracán vs Racing Club de Avellaneda. Ese gran dialogo anterior hace honor a una de las frases más reconocidas del gran Eduardo Galeano:

«En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol».

HOOLIGANS

hooligans

Película basada sobre los aficionados extremistas en el fútbol inglés

La trama relata la historia de un estudiante de periodismo quien es expulsado injustamente de Harvard, viaja a Londres para visitar a su hermana y ahí llega a conocer a miembros de la Barra Brava del West Ham United, así es como puede palpar en carne propia todo este mundo en donde se desarrollan los Hooligans, aparentemente erradicado, pero presente a su manera en el fútbol inglés hasta nuestros días.

GOAL

goal

Realmente no quería incluirla dentro de esta lista, porque a mi criterio, es la típica película Hollywoodense, que se centra en el »jugador estrella» que pasa de la noche a la mañana a la gloria.

GOAL es una Trilogía en donde el principal, Santiago Muñez, como jugador del Newcastle United empieza su carrera y gana fama por su gran desempeño, convirtiéndose en ídolo y luego llame el interés del Real Madrid, contratándolo y ganando la Champions League en la final contra el Arsenal .

Esta película tuvo gran expectativa por parte de los aficionados del futbol por ver escenas reales de estadios ingleses y españoles, del certamen de la Champions y porque además cuenta con la presencia de astros del futbol a lo largo de la saga como: Beckham, Zidane,Raúl González, Patrick Kluivert, Steven Gerrard, Ronaldinho, Iker Casillas, Messi entre otros.

Como dije anteriormente, la película carece de buenos diálogos y mucho historia superficial al estilo Hollywood, por algo su calificación ante las críticas es de regular.

EL MILAGRO DE BERNA

milagro de berna

Era el año 1954, la historia gira alrededor de Matthias, un niño de once años apasionado por el fútbol que vive con su familia en una ciudad de Alemania (Essen) y que entabla una gran amistad con la leyenda Helmut Rahn, quien conforma la selección alemana occidental que participaba en el Mundial de Suiza, y cuyo desenlace final es catalogado como uno de los mayores logros alemanes en toda su historia del futbol. En la gran final se enfrentó a la poderosa y favorita Hungría conformada por el gran Ferenc Puskás, ganando por primera vez este campeonato y devolviendo a los alemanes la confianza en sí mismos tras la derrota en la II Guerra Mundial.

Luego de la final, Puskas no pudo ocultar su frustración de perder la final «Fuimos los campeones morales.»

Los números fríos en el fútbol… que no sirven para nada

“Ah, ahora se puede demostrar todo con las estadísticas, 40% de la gente lo sabe”.

Homero Simpson.

De un tiempo a acá, se han venido haciendo famosos los estadísticos del fútbol, personajes que guardan con mucha (¿o poca?) precisión los resultados, formaciones, lugar de los partidos, tarjetas, y si es posible datos como las asistencias, minutos en los que fueron marcados los goles e incluso, llegan a obtener datos sobre la forma en la que se hizo el gol (asistente, si fue de cabeza, con cual pie e incluso con otra parte del cuerpo). En esta sociedad que busca información, aunque sea un poco inútil, todo suma y sirve.

Personalmente respeto mucho el trabajo de quienes se pasan horas de horas verificando información y pasándola a tablas de Excel u otra aplicación informática similar, creo que un trabajo de hormiga que pocas personas son capaces de hacer con real profundidad y sin fallas. No obstante, encuentro su trabajo a veces sobrevalorado y casi siempre, son ellos mismos intentan vendernos datos como, muchas veces, verdades absolutas del fútbol.

Mas mi oposición a darles una mayor importancia a estos números y tablas de Excel van por el lado de la magia del fútbol: impredecible, en el cual un jugador que ha hecho 40 goles en una temporada en la siguiente puede hacer 2, o el jugador que en la altura hace dos goles de pronto llega al llano y hace 16, o el equipo que venía paseando a todo el mundo se puede comer 5 goles en una semifinal de Copa. Y claro, hay otras cosas como estas:

 

 

No existe ninguna estadística que pueda explicar lo ocurrido en ese partido final de la Champions. NINGUNA.

Ahora, es menester contemplar el objetivo de esos datos que los expertos nos presentan: entretener a la afición y generar clicks, pero que de poco o nada sirven, vuelvo y repito, a mi criterio, para el análisis del fútbol. Ejemplo de esto: La cantidad de entradas reportadas por los equipos a la Federación, como fundamento para definir partidos importantes e hinchadas más grandes. En el Ecuador, Aurelio Dávila ha sido quien ha explotado ese nicho en los hinchas térmicos, con éxito especialmente entre la hinchada azucena de este tierrero equinoccial, lo cual le ha ganado una animadversión por parte de la hinchada que se siente perjudicada, a quien cariñosamente entiendo ha denominado “La Aldea”. Según Dávila los datos no mienten, un golpe que debe ser aceptado por sus lectores y especialmente, detractores.

A nivel mundial, seguramente Mr. Chip (@2010MisterChip) es el referente de este grupo de nerds. Con más de un millón y medio de seguidores, y con estadísticas tan útiles como cuál es el cruce de Champions League que más se ha repetido o la cantidad de goles de cabeza, diestra y siniestra que ha hecho Cristiano Ronaldo en su carrera, hace las delicias de quienes sostienen que este tipo de lecturas del fútbol sirven para algo más que para una anécdota al momento de tomar una cerveza con amigos. Eso o si apuestas más que un chino.

Esos datos del fútbol, unos más curiosos que otros, sirven mucho para compartir en el chat de whatsapp o para tomar como referencia cuando estás en esos sitios ilegales en nuestro terruño de apuestas en línea. Después de eso, sustentar el fútbol en datos fríos es un error más grande que el Maracaná.

El Rey de los deportes y la vida

Dentro de la fauna urbana, encontramos varios especímenes que para mí al menos, son inentendibles: por un lado aquellos que escuchan reggaetón en los buses sin audífonos y por voluntad propia, quienes no saben utilizar un ascensor y cuando quieren subir aprietan el botón de bajar y viceversa, aquellos que no dicen por favor y gracias, y finalmente, aquellos que no disfrutan el fútbol e incluso llegan a sentirse superiores a quienes gozamos de un partido. Les anticipo mi diagnóstico: Insuficiencia de sal yodada o una caída cuando eran bebés. No obstante lo anterior, para los fines consiguientes, vamos a escarbar un poco sobre este tema a ver si me ilumino en el camino. Aunque no creo.

¿Cómo es posible que a una persona en sus cabales no le guste el fútbol, y cómo puede ser que se crean superiores por eso? Vamos enumerando a estos grupos demográficos, de los que se me vienen a la mente:

En primer lugar, muchos gringos. Nuestros amigos del Imperio son los primeros detractores del soccer, pues para ellos los deportes en general deben ser básicamente jugados con las manos, ponemos como ejemplo el básquet donde está claro que el uso de las extremidades inferiores al contacto con el balón está penalizado, el fútbol americano donde hay una patada cada diez minutos, el baseball donde todo es punta de guantes y bates como extensión fálica de su hombría, el hockey en el que el símbolo fálico compensa aún más el pegarle al pot, el golf donde seguimos hablando de símbolos fálicos pero ahora más delgado y con pelotas más pequeñas, y finalmente la lucha libre o el UFC, deportes en el que varios hombres en calzoncillos se abrazan de manera constante mientras una multitud de fans en éxtasis grita sus nombres. Entienden el punto.

Hay otro grupo de gente que sin ser gringos, se inclinan por deportes menos tradicionales, si es que se los puede denominar deportes: El atletismo (¡uy, qué emocionante ver correr a un tipo 40 kilómetros!), o los fans de “los fierros”: Esos que consideran deporte al automovilismo, pues les tengo noticias: si el automovilismo fuese deporte los buseros y taxistas irían a las olimpiadas; o los denominados deportes extremos, como son la patineta o la bicicleta, los cuales no son más que excusas para que los jóvenes fumen sustancias estupefacientes en las esquinas y en los parques antes de ir a grafitear garabatos o para amas de casa que desean salir a orearse el domingo en una ciclovía que cierra las calles de la ciudad.

Otro segmento de personas que usualmente no disfruta el fútbol son las mujeres. Claramente este género se encuentra muy ocupado limándose las uñas, preparando el arroz y luchando por una igualdad de derechos que nunca va a llegar porque ¡ya dominan el mundo, dejen de joder! Entonces el común de las féminas no encuentra atractivo la forma en la que 22 muchachos vestidos de corto dominan el balón, aun cuando existen algunas inicuas confesas que claro, encuentran atractivo en ver a esos jóvenes de esbeltos cuerpos con las piernas al aire aunque sean más malos que la ponerle el pie a un ciego. Casquibanas, ustedes no gustan del fútbol, los jugadores no son pedazos de carne, son cerebros con un cuerpo a su servicio para dominar el balón.

Y claro, llegamos a la cereza del pastel: Los intelectualoides. Estos raros seres se dividen en dos tipos con envoltorio diferente pero con la misma esencia, esa rebeldía intelectual y contra los convencionalismos sociales que se manifiesta en las tertulias y redes sociales desde sus dispositivos Apple, creyéndose superiores a los demás por el simple hecho de no ver fútbol.

El primer grupo son los hippies: usualmente ataviados con bufandas o shigras, huelen a guardado, usan lentes redondos y tocan algún instrumento musical como la flauta o la armónica, se reúnen a comer hamburguesas vegetarianas en el bar de moda (hippie) mientras toman un vino hervido y escuchan Manu Chao o Gondwana. El segundo grupo vienen a ser los hipsters, pero del ala pelucona: siempre a la última moda, amantes del couscous y capaces de pagar treinta dólares por una hamburguesa, con cuenta en cada una de las redes sociales porque su atareada vida social les exige que suban fotos cada fin de semana en la boda, bautizo, picnic, brunch o ida al cine que corresponde, no vaya a ser que la gente piense que se quedaron en casa viendo el fútbol.

En las reuniones de estos especímenes se tocan temas tan candentes como el manejo económico del gobierno de Sal Si Puedes, la última pasarela del New York Fashion Week (ojo, puede que llegues al grupo en el que la moda tampoco está considerada como interesante y ¡zape!), el top ten de pinot noir que se consiguen en Quito aun con salvaguardas y un largo etcétera. Miran por debajo del hombro a quienes preferimos ver un partido de fútbol a ver una película independiente francesa, o piensan que somos menos quienes vamos al estadio a un partido de las eliminatorias en lugar de ir a un concierto de jazz gratis en una plaza céntrica, y llegan incluso al extremo de señalar con desdén a quienes celebramos un campeonato o un triunfo de nuestra selección en lugar de preocuparnos por el hambre en África o los perros mestizos del botadero de basura en Riobamba.

Quiero dejarle a esta gente un poema, no fue escrito por Neruda, Allende o Benedetti, sino por el Sr. Walter Saavedra, un muchacho que fue desde albañil hasta periodista, un recordado relator argentino quien dijo:

Y yo, hago un pequeño cover del cierre:

¿Cómo vas a saber maldito hippie?

¿Cómo vas a saber lo que es la vida?

Si nunca, jamás jugaste al fútbol.

Personajes de Fútbol Barrial

Esta pretende ser una colección de peculiares personalidades que te encuentras en las temibles ligas barriales o en el fútbol que juegas ocasionalmente con los borrachos de tus amigos. Si falta alguno, ruego encarecidamente que lo comenten.

 

El profesional frustrado

oliver_atom

El capitán, pilar fundamental e insustituible del equipo. Un tipo que se lamenta no haber llegado más lejos en el mundo de la pelota y que frecuentemente lo confiesa con la ronda de cervezas post partido. Alega que: los estudios, la novia, los papás, las lesiones, etc. no le permitieron convertirse en profesional. En la cancha una bestia: técnica depurada, velocidad, regate, gran disparo, ubicación, personalidad. No sabes qué hace perdiendo el tiempo con los vagos de tus amigos. Volante creativo o delantero.

El “pura pinta”

REUTERS/Duarte Sa (PORTUGAL - Tags: SPORT SOCCER)

REUTERS/Duarte Sa (PORTUGAL – Tags: SPORT SOCCER)

Camiseta original de la Juventus (por poner un ejemplo) con todo y la 10 de Del Piero. Toda la indumetnaria de grandes marcas, desde el cintillo en la cabeza hasta las canilleras, la cabellera de Maldini, el porte de Cristiano Ronaldo e incluso, hasta nombre europeo tiene el pana. Pero a la hora de ponerlo en la cancha, sus zapatos multicolores no hacen la diferencia. Un jugador bien cualquiera, bien del montón y de hecho, ni pasar el balón bien puede. Si ya lo conoces, nunca más cometes el error de elegirlo para tu equipo. Empieza de atacante, para pasar al medio, a la defensa, al arco … y a la banca.

El coleccionista de huesos

edwin tenorio

A este es mejor tenerlo de tu lado. Recio y sigiloso, nunca sabrás cuando te “acaricie sutilmente la guayabita”. Fundamental en el esquema táctico de tu equipo para la labor de ablandamiento del rival y con una larga lista de contrincantes adoloridos. Pareciera no temerle a nada, por más malencarados que estén los rivales, siempre uno de ellos se quejará por los cariños recibidos por este jugador, un inconsciente. Volante 5, como no puede ser de otra manera.

El gordito habilidoso

Football -  Ferenc Puskas   Mandatory Credit: Action Images / MSI    PLEASE NOTE: FOR UK EDITORIAL SALES ONLY.  CONTRACT CLIENTS: ADDITIONAL FEES MAY APPLY - PLEASE CONTACT YOUR ACCOUNT MANAGER

Mandatory Credit: Action Images / MSI
PLEASE NOTE: FOR UK EDITORIAL SALES ONLY.

Con una barriga muy cuidadosamente conseguida a punta de cerveza y parrilladas, este no es precisamente el jugador más glamoroso de tu equipo, pero es bueno que por sus pies ruede el balón. Este individuo derrocha talento y con un solo movimiento de su panza, desubica a la marca del rival para con un solo zapatazo, clave el balón a una esquina imposible de atajar. La única forma de ganarle es teniendo un físico notoriamente superior. Va de 10, ni se te ocurra ponerlo a marcar.

El gordito no – habilidoso.

borgini

Este man va al arco. Punto.

El “chupertista”

George-Best

Nunca en un grupo ameno puede faltar el borrachín. Número fijo en fiestas, convides, bautizos, santos y reventones. Tal vez se lo ve más en la discoteca que en la cancha, pero eso sí, es raro que el se pierda un partido y llega ahí, a la cancha, así despida un mortal aliento a dragón. Normalmente “de buenos acabados” con la pelota, pero obviamente su vida bohemia no permite que tenga mucha cuerda para jugar el partido completo o en sus enteras capacidades. Normalmente es delantero.

 

El malísimo.

malo

No da una, de hecho ni parece que le guste mucho el fútbol, pero es pana de todos y por eso juega… cuando hay chance porque normalmente le escogen de último. A las cansadas y de tanto intentar jugar, a veces le salen unos partidazos, pero lo normal es que cometa errores que dan ganas de matarlo a patadas. Ahí está de back o lateral derecho para que no estorbe mucho o estorbe al rival.

El boquillero

materazzi

Si juega o no es un misterio. Este personaje generalmente se ubica como líbero o en todo caso, en el centro de la zaga. No es que tope mucho el balón, pero el man pasa dando órdenes todo el tiempo. Si el partido es más “organizado”, él sabe más que el propio director técnico. Nunca un movimiento tuyo dejará de ser opinado, sugerido, valorado o criticado por este sujeto que también hay que aclarar que corre poco. Esa boquita también sirve para amedrentar o enloquecer rivales y hace un gran tándem con el “coleccionista de huesos”. Generalmente ya es “mayorcito”.

Son todos los que se me ocurren por hoy. ¿Cuáles puedes agregar?, ¿con cuál te identificas?

De la Importancia del Dorsal

Cuando consumes fútbol desde chico, te acostumbras al típico “-¿y tú, de que juegas? –de 9” o el número que sea. Es que nos acostumbramos a eso, a identificar e inmortalizar números junto a nombres y posiciones. Arquero es 1, defensa es 3, volante de corte es 5, volante de creación es 10, y el 9 centro delantero. ¿Nombres que vienen a la mente? Buffon, Casillas, Maldini, Redondo, Batistuta, Zamorano, Ronaldo, Maradona, Rivaldo, entre otros, punto. El resto ahí nos vamos acomodando.

cantona

Mención especial al 7, innegable en equipos como el Manchester United donde Best, Cantona, Beckham se encargaron de dejarlo bien alto, y casos especiales como Owen y Antonio Valencia.

boulahrouz

Pero se me viene a la mente un caso raro. Khalid Boulahrouz lució el 9 en el Chelsea (2006). Sí, un defensa. Aunque sin irnos muy lejos, acá en Sudamérica un arquero campeón del mundo lució el número 5, cosas así no dejan de sorprenderme y en ciertos casos indignarme. Claro, en Argentina ’78, la selección albiceleste curiosamente se designó números por orden alfabético.

argentina 78

Pasemos a los clubes de los que soy fiel seguidor (BSC, FCB, JUV), acostumbrado a ver ciertos dorsales que se vuelven leyenda. Semanas atrás, Xavi Hernández dejó el FCB luego de muchas temporadas exitosas, “el 6” de la hormiga atómica quedó a disposición.

xavi

Que Dani Alves haya decidido solicitar ese dorsal indudablemente me chocó, un jugador que no es de mi agrado y cuya imagen no es la mejor (ese Dani Alves al que Puyol le impidió celebrar con bailecito una goleada 5-0 al Rayo Vayecano en señal de respeto). Pasar de la elegancia de Xavi a lo que proyecta el brasilero no es tan agradable en muchos simpatizantes del culé, en mi caso, sigo indignado.

dani alves

¿Por qué me indigna tanto? Porque para mí los dorsales son sagrados y no cualquiera puede o debe lucirlos. Tanto que me amarga ver jugadores con números que “no merecen”, me amarga mucho más ver esto en el fútbol mexicano, donde el gráfico de la alineación parece tabla de bingo por lo variado de sus números. En fin, México siempre nos sorprende con mamarrachadas de este tipo. Lo mejor que ha dado México ha sido ser sede del mundial donde triunfó el DIEZ.

diego

A propósito del 10 o como le decimos acá, “la sota”, no se lo merece cualquiera. Más allá de lo que dicte el reglamento, lucir un 3, 5, 9, 10 en un equipo grande es lo mejor que le puede pasar a un futbolista, debe ganárselo.

del pierotevez

Ver en la Juventus a Platini, Baggio y Del Piero luciendo la 10 y luego Tévez, y ahora Pogba, me van a disculpar pero me duele ese atropello al número. Yo no podría incluir a Tévez en una imagen junto a Platini o Del Piero, por muy golazo que haya sido. (foto – link).

https://twitter.com/barcebyron/status/578285594335420416

Ahora tras la partida del “apache”, este número lo usará Pogba, no quiero ni hablar de eso.

No puedo concluir sin hablar de mi Barcelona Sporting Club. Vi un Morales con el 22, Cevallos con el 1, Uquillas con el 9, Muñoz con el 7, Alfaro con el 11.

 alfaro

Así como he visto pisotear números históricos a Wila, Mike Rodriguez, Lugüercio, Nazareno, Texeira, Mario Martinez, Armando Paredes, Lara, Marangoni, Quiroz, Colon, “Chipi” Barijho. La lista es extensa.

bahrijo

¿Es un tema para indignarse a este nivel? ¿O no es para tanto? ¿Muy sentimental? Y tú, ¿de qué equipo eres hincha? ¿Te acuerdas cuando Real Madrid vistió a Adebayor con la 6, o a Lass Diarra con el 10?

¿Bajo que parámetros asignarías el número en el equipo de tu preferencia? ¿Qué cambios harías?

Esa tribuna llamada escritorio

El fútbol tiene una gran cantidad de actores: Los jugadores, los equipos, los entrenadores, los utileros, los dirigentes, los estadios, los patrocinadores, los empresarios, los árbitros… y finalmente los hinchas. Cada uno de estos representa un rol muy importante dentro de la industria, pues sin uno de ellos no podría existir el fútbol como lo conocemos. En este artículo, vamos a analizar al hincha y enfocarnos en ese denominado en los últimos tiempos como “hincha de teclado” que no va nunca mucho al estadio, pero que exige resultados mágicos a todos los demás miembros del reparto.

Intentemos desmenuzar al hincha de teclado: Hincha. Partidario entusiasta de un equipo deportivo (Según la RAE); De teclado. Que utiliza los medios tecnológicos para apoyar, criticar, putear, ridiculizar, criticar, insultar al equipo rival, desmerecer el juego de todos, mentar a la madre del árbitro, criticar, solicitar contrataciones ridículas, burlarse y creo que aún no está claro que, criticar.

Mi abuelo creo que debe ser uno de los primeros hinchas de teclado que conocí, y yo seguí esa senda durante varios años, pero con el tiempo uno va madurando e interesándose más por el fútbol, necesitando esa adrenalina que solo se vive en el estadio, especialmente en los partidos de la selección, a los cuales he asistido casi sin excepción desde hace cuatro eliminatorias.

Volviendo a mi abuelo, no era muy hincha de un equipo pero sí de la selección, y siempre tenía un “negro hijuep…”, “longo hijuep…”, “mono hijuep…” o si no distinguía quien era el que no pateó pues “patojo hijuep…”, listo para descargar en cada partido que se disputaba por Copa América o Eliminatorias, especialmente contra los “peruanos hijuep..”. Todo ese racismo, regionalismo, exclusión “Old School” que ahora ya no es pues, muy celebrado que digamos, como lo era en el Siglo XX.

Con el tiempo entendí a mi abuelo, pues uno en el fútbol puede descargar sus frustraciones y piensa que si el jugador está en el equipo de su preferencia, es porque es el mejor y no puede nunca fallar, caso contrario es un hijuep… Y no podemos olvidar a los hijuep… árbitros que no tienen permitido equivocarse en contra de nuestro equipo, porque eso es motivo de linchamiento verbal. Entendí a mi abuelo como digo, pero ya no puedo compartir sus postulados e hijuep*t*c*s: el fútbol no es tan simple.

Este hincha que pide y pide que empezó como un Tano Pasman cualquiera, cuya única audiencia era una mujer que se reía, un nieto que no entendía nada y su perro que lo miraba como si entiende lo que dice pero no, con la llegada de la tecnología evoluciona y gracias al internet ahora puede ser leído por una cantidad de gente que supera con creces a la audiencia de esa anterior generación de inconformes, y se convierte en el hincha de teclado que todos conocemos ahora.

tano pasman

El dinamismo de la sociedad, la crisis económica y la comodidad a la que aspira el ser humano se ve reflejada en estos hinchas nefastos para el fútbol. Creo que existen dos tipos de hinchas de teclados, los que no pueden asistir al estadio porque le es físicamente imposible ya que han tenido que migrar a otras latitudes en busca de mejores oportunidades y añoran al equipo de sus amores (hay también buenos hinchas a la distancia, sin embargo son especímenes escasos, como un buen arquero nacional, y por tanto no entran en este análisis), y aquellos a los que no les da la gana de ir al estadio porque tienen que trabajar, estudiar, cuidar a la cría, pasear al perro, complacer a su pareja o sacarse las pelusas del ombligo mientras ve desde su televisor el partido, o desde el internet en alguna transmisión pirata.

Lo que tienen en común estos sujetos es que no solo no van al estadio, sino que desgastan todas sus energías en criticar la gestión del equipo y del fútbol en general: No hay jugador suficientemente bueno (aún si Messi llegase a jugar en estas latitudes sería criticado por no poder chocar con nuestros defensas del Chota), el dirigente debe cada año cambiar la plantilla de jugadores por unos mejores sin importar los contratos y la inestabilidad que esto genere, el árbitro no tiene margen de error pero siempre se va a equivocar contra su equipo hasta en los otros partidos, regalando penales o anulando goles que en el largo plazo perjudican al equipo.

Dicen: “las entradas son muy caras”, “va demasiada gente al estadio” y “ser socio no sirve de nada porque igual nunca es escuchado por la dirigencia”, pero claro: queremos un estadio más grande y tecnología japonesa. No hay tusa que le calce a esta afición que sin duda puede ser catalogada como troll (Según Wikipedia: persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional en los usuarios y lectores, con fines diversos (incluso por diversión), alterar la conversación normal en un tema de discusión, logrando que los mismos usuarios se enfaden y se enfrenten entre sí…)

Y claro, como hemos indicado la tecnología ha jugado un factor fundamental en el desarrollo de este espécimen: De escuchar el partido en la radio, con el tiempo , el hincha de teclado encontró la forma de ver los partidos por internet (con su mejor amigo rojadirecta.com), y ahora previo a cada clásico se instala frente a su laptop, armado con una gaseosa y su cuenta de twitter o Facebook, listos para despotricar contra lo que sea. Encuentra un regocijo único pues tiene a la mano estadísticas, fotos para hacer memes, noticias sobre la última vez que se dio un resultado similar, tanto que deja de ver el partido para dedicarse a buscar material para criticar y a la vez, ser popular entre esos otros hinchas de teclado que conforman una suerte de legión en la cual, quien tiene la mayor boca de arriero es el líder.

Un verdadero hincha del fútbol y quienes lo hemos jugado alguna vez en la vida fuera del patio de la casa, tenemos una amalgama de sentimientos respecto a estos hinchas de teclado: por un lado, nos producen rabia pues son nuestras entradas y cuotas mensuales las que ayudan aunque sea un poco al desarrollo del club, ternura porque reconocemos en ellos a aquellos que no fueron amamantados cuando pequeños y seguramente esa falta de afectividad promueve su forma de ser, y claro, risa al leer esos comentarios desatinados y en muchas ocasiones subidos de tono sin importar que el destinatario sea un periodista, el jugador de un equipo o su esposa, o alguna otra hincha de teclado que se expone al bullying de no uno, sino varios de estos personajes de las redes.

Mi recomendación para lidiar con estos personajes no es más que esa máxima que es tan o más antigua que el internet: “Don’t feed the troll”, es decir, no hay que hacerles caso. Estos sujetos se nutren con comentarios a favor o en contra, se hacen más fuertes con cada retuit o like, se sienten más felices cuando una persona responde a sus provocaciones, pues la hinchada de escritorio solo se hace barra brava al encontrar una audiencia, caso contrario, no es más que un grupo de abuelos, ahora con internet, puteando al aire con su nieto y su perro.

Mi hija es hincha de…

Todos los que ya hemos vivido esto, sabemos que la experiencia de ser padres te genera un cambio radical en tu vida de 180 grados, priorizas otras cosas, estás dedicado y das tu vida a tu bebé. Sin embargo, dentro de todos estos cambios, una de las preocupaciones que siempre están ahí para los que tenemos la pasión futbolera en las venas es: ¿Hincha de que equipo se me va hacer?

Uno siempre tendrá el ideal de que tu hijo o hija (como en mi caso), sea hincha del equipo de mis amores, pero ahí comienzan los detalles: la pareja, la familia, los amigos y todos los que están en tu entorno. Meten presión y también quiere que se haga seguidora de su equipo y más aún si son del rival de patio, surgen los comentarios: ¡Cómo le vas hacer hincha de ese quipo a la guagua, no le dañes de gana! (?); tiene que ser del campeón; etc.; etc. Y empiezan los celos y las angustias.

messi hijo

Pero uno siempre tiene que estar un paso adelante y tomar varias estrategias para llegar a feliz puerto. Veamos:

  1. Lo primero que uno busca es identificarle a la guagua con los colores del equipo.

El problema: los genios del marketing futbolero en el país tienen desatendido a este sector cuando debería ser un mercado objetivo. ¿Cuántos padres y personas no buscan la camiseta del equipo de sus amores para regalarle a su hijo, primo, sobrino, ahijado, etc.? Lo bueno (?) es que todos vivimos ese problema.

Solución: Busquen un diseñador de ropa de bebes y pidan que les hagan un diseño exclusivo para su bebé de la camiseta o del uniforme entero de una vez de su equipo adorado.

 

  1. Blindarlo y hacerlo socio del equipo aunque no lo puedas sacar ni a la ventana todavía.

El problema: Si tienen una familia y un círculo social muy fanático del futbol tratarán de hacer lo mismo.

La solución: Disimula un poco y recíbeles con tu mejor sonrisa fingida el “detalle”. Luego que pase la novelería quema y elimina toda evidencia de que tu hij@ en algún momento fue socio del equipo que detestas con todo tu corazón.

 

  1. Lo más factible para mí es compartir tiempo de calidad y fútbol con tu hij@. Tampoco digo que te conviertas en un padre desnaturalizado y lleves a tu bebe de meses al fútbol a que la pase mal, aunque los que solemos ir al estadio podemos ver muchos de estos casos en las gradas.

Mi plan (uno de los momentos que más ansío en la vida) para cuando pueda llevar a mi nena o mis hijos (si vienen más), es el siguiente:

Lo importante es que cuando consideres que tu peque está en una edad apropiada para llevarlo al estadio, lo hagas. Vístele con los colores del equipo, tómale de la mano y mientras van en camino cuéntale del club, enséñale las barras, haz que de alguna manera se identifique contigo y con tu pasión. Cuando estén en el estadio, mira cómo reacciona, si le gusta el ambiente del estadio (no lo expongas a partidos considerados calientes, porque se pueden asustar), cuéntale quienes son los jugadores importantes y si puedes en algún momento, has que salte a la cancha con el equipo. Lejos de que resulte o no, seguro será una de los momentos que más vas a recordar y valorar porque lejos de que fue el momento en el que te acompaño a ver al equipo de tus amores, va a ser el momento especial y el vínculo como padre-hijo que vas a gozar con tu cachorr@, ya si después que empieza el partido están más interesados en las golosinas y corretear por las gradas no importa, solo no lo pierdas de vista.

Lo importante de todo esto es ver si tu hija o tu hijo, se va identificando con el deporte y equipo que amas, si es así, puedes empezar a “forzar” un poco los resultados a tu favor. Si no, es mejor dejarlos desarrollar sus propios intereses y gustos, apoyarlos y ayudarlos a ser felices, que es la misión que al menos yo como padre me he propuesto.

Jorge Aguirre

@kross2380

Fútbol y Finanzas – El mal manejo financiero de los equipos de futbol profesional ecuatoriano

El mal manejo financiero de los equipos de futbol profesional ecuatoriano y como podrían salir de ese agujero.

Hasta que la burbuja financiera en los equipos ecuatoriano explotó o al menos en parte.

De toda la crisis institucional que ha afectado a todos los estamentos del futbol profesional a nivel mundial, incluido su máximo organismo rector – FIFA, cabe la oportunidad para hacer un análisis y tratar entender que es lo que pasó con los equipos del futbol profesional ecuatoriano y que podrían hacer para tratar de recuperarse.

Ahondar en un caso u otro sería inútil considerando el abundante material que existe, aunque muchos sigan siendo verdades a medias y no se terminen de aclarar que pasó con la plata que manejaron la mayoría de los clubes hoy inmersos en una crisis institucional y financiera que les tiene con el agua hasta las narices con un déficit que hasta el año 2014 bordeada en los equipos de la Serie A los 37 millones de dólares. (http://www.telegrafo.com.ec/futbol-nacional/item/solo-en-serie-a-hay-37-millones-de-deficit.html)

Analizando todo lo que ha venido ocurriendo, se puede inferir que, esto puede ser consecuencia de al menos lo siguiente:

 

  1. Falta de estructura administrativa adecuada.- Partamos de lo primero y fundamental y aunque algunos puedan no estar de acuerdo y pensar que lo primero es tener los recursos financieros, siempre es necesario preguntar: está la plata pero, ¿existe el recurso humano adecuado para administrarla? Los equipos adolecen o adolecían de muchas deficiencias administrativas: o de estructuras demasiado pesadas para los recursos financieros limitados como en su momento lo denunció el actual Presidente (o ex Presidente) de Deportivo Quito, o de estructuras con un régimen militar como en el caso de El Nacional, con una ideología de mando y no de administración que data ya desde hace cuarenta años renuente a cambiar su modelo de gestión o simplemente de una estructura inexistente donde el presidente y sus directivos hacen de todo (otro grave error).
  1. Falta de transparencia de información.- Uno de los grandes problemas del futbol profesional (inclusive a nivel mundial) es la falta de acceso a información. Esta falta de transparencia en el medio local, se traduce en un total desconocimiento sobre el manejo de los pases de los jugadores, contratos de trabajo, información financiera, tratos comerciales, tratos con empresarios, roles de pago, declaraciones de impuestos, fuentes de financiamiento, etc. Todo esto, si bien no puede ser de dominio público (puede sonar contradictorio) debería estar bien documentado y resguardado por la administración regente en los clubes. Esto permite manejar y mantener archivos históricos que por ejemplo en los momentos actuales, nos permitirían aclarar: Las deudas a favor del Dr. Montenegro en Aucas; el caso de los pasados de edad de Liga de Quito; los famosos pagarés y letras de cambio de Deportivo Quito o los procesos de venta de jugadores de El Nacional por citar algunos casos.
  1. Mal manejo financiero.- La joya de la corona (?) de los grandes problemas actuales. Los equipos locales se han llenado de “magos financieros” con un ego impresionante que no les permite reconocer sus errores. Uno de los grandes pecados en el mundo financiero es armar tus presupuestos con ingresos proyectados basados en supuestos sin un sustento real de que los mismos se van poder financiar y cumplir. Con un ejemplo didáctico no puedes armar un presupuesto asumiendo que vas a vender 2 millones de dólares en jugadores de fútbol, cuando ni siquiera eres el dueño de un solo pase, o entregar premios y subir sueldos con tal de justificar un campeonato y no tener los medios económicos para financiar los mismos.
  1. Mal manejo contable.- Va muy de la mano con lo anterior, no tener un contador capacitado y sobre todo ético que no se preste a tapar y manipular la información, y no disponer una herramienta básica en toda organización como lo es un sistema contable que sirva para soportar las transacciones que genera, ocasiona un hueco de información financiera, tributaria y de cumplimiento; que si revisamos un poco no permite ni siquiera a las actuales dirigencias poder realizar una auditoría, porque sencillamente la información que requieren los auditores: ¡¡no existe!!

 

  1. Falta de regulación del ente de control.-

 

  • Los Bancos y Seguros están supervisados y regulados por la Superintendencia de Bancos
  • Las empresas del sector real cuentan con la supervisión de la Superintendencia de Compañías.
  • Las cooperativas y fundaciones son reguladas por la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.
  • Los equipos de futbol profesional son supervisados y regulados… ¿¿¿por???

 

Como vemos y si analizamos cada uno de los problemas expuestos anteriormente, los mismos se interrelacionan y forman una gran burbuja de errores.

 

¿Qué se puede hacer de aquí en adelante?

 Haciendo un breve diagnóstico y partiendo de la premisa anterior podemos concluir al menos lo siguiente:

Las instituciones deben empezar a mirar puertas adentro y establecer formalmente una estructura organizativa básica (Gerente, Jefes Departamentales y Asistentes) que permanezca en el tiempo y sea sujeta de mejora permanente conforme la generación de recursos financieros y contando con un equipo humano con experiencia y responsable. Es decir, no poner por poner un gerente deportivo, un jefe financiero u asistente porque es mi pana, ante todo primero la seriedad y el compromiso con el club. Una vez organizados administrativamente, deben contar con herramientas básicas de administración y procesamiento de la información, básicamente un sistema contable que permita obtener información financiera fiable y sustentada con soportes (contratos, pases, letras etc.)

 Y la más importante: Poner los pies sobre la tierra y sincerar los recursos financieros con los que cuentan. No partir o realizar presupuestos falsos que no se soportan con verdaderas fuentes de financiamiento, no inflar las nóminas, considerar fuentes de financiamiento reales que les permitan saber y tener certeza de los recursos con los que va a contar.

 Hablar de control por parte de la FEF, sería inútil porque sabemos que en las actuales circunstancias no lo va hacer, más aún si no existe un órgano internacional o nacional que pueda controlarlo y exigirle mayor transparencia, pero en un futuro es lo que debería ser la FEF: un ente que dentro de sus funciones, contemple el control y regulación de las operaciones de sus afiliados.

 Los errores que se deben evitar

 Los problemas no se van a solucionar con amenazas o paralizaciones de los equipos de fútbol si bien puede ser una medida de presión, que en un inicio puede funcionar. Así mismo los equipos deben sincerar sus economías. ¿Cómo es posible que Barcelona con la completa complicidad de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, no esté al día con sus jugadores, tenga un déficit estimado de 12 millones de dólares (de acuerdo a lo expresado por Antonio Noboa), pueda seguir contratando jugadores caros y no se conozca con certeza si esos gastos se encuentran financiados o lo único que van a generar son más deuda al club?

 Se habló en algunos medios de declarar la quiebra del club, ¿en que puede beneficiar o perjudicar a la institución y a sus acreedores? En el país no existe una legislación específica como por ejemplo la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, que permite a una organización que no está en condiciones honrar sus compromisos de pago (conocidos como pasivos), presentar a través de sus directivos o de sus propios acreedores una solicitud de protección de bancarrota por medio de un juzgado o fiscalía. Así en la mayoría de los casos, el deudor mantiene el control sobre las operaciones bajo supervisión de la corte. Esto no existe acá y los medios de comunicación deberían ser más responsables e indagar un poco más antes de soltar “soluciones” que acá no son factibles.

 Sin embargo y como se mencionó anteriormente, ante una Federación Ecuatoriana de Fútbol contemplativa vemos que esto lejos de solucionarse y a pesar de que algunos dirigentes están tratando de resucitar a los equipos, el panorama sigue siendo poco menos que desalentador. Para muestra un botón: hace unos días el periodista Christian Racines, a través de su cuenta de twitter @CRacines subió el documento emitido por la Unidad de Análisis Financiero (UAF), dirigido al Asambleísta Ramiro Aguilar donde niega el pedido efectuado por éste, para que “Se recabe información sobre operaciones o transacciones económicas, inusuales e injustificadas de las cuentas bancarias de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, su Presidente y demás dirigentes”. Esto, más los nuevos problemas que se han presentado en el fútbol ecuatoriano: Caso de adulteraciones de edad, caso AFNA, etc. Lo que nos muestra es un panorama negro ya que si el “Ente Rector” del fútbol ecuatoriano no muestra la transparencia del caso, menos exigirá y solicitará lo mismo a sus agremiados.

Jorge Aguirre

@kross2380

Canciones de las gradas (parte 1)

Vamos a inaugurar esta sección con un tema que seguramente todos lo cantaron aunque sea en torneos intercolegiales. Tal vez su melodía es muy famosa a nivel mundial, pero no muchos deben acordarse de donde proviene. A menos que sea un enfermo melómano ochentero.

Si usted por ejemplo, es hincha del Deportivo Quito y frecuenta la preferencia del Atahualpa, debe haber cantado: “¡oh!, Quito corazón… corazón, corazón, Quito corazón…” y debe haber escuchado una entonación similar en barras de rivales o en el fútbol internacional. Entonces, va a reconocer al paso la canción de la que vamos a hablar en esta ocasión.

“Pop Goes The World” es un tema de la agrupación canadiense de pop de sintetizadores “Men Without Hats”, que formó parte del disco homónimo de la canción (o sea, también se llama “Pop Goes The World”) y se publicó en 1987, siendo éste, el primer corte con el que se promocionó dicho disco. Terminaría siendo el tema más popular de aquel álbum.

Efectivamente, la melodía de este tema es utilizado a nivel mundial por barras como la de River Plate de Argentina (oh, vamos River Plate…) Lo usan también Inter de Porto Alegre, Yokohama Marinos, media Europa, etc. Seguramente usted lo cantó, pero la idea de la canción original es remota, así que ahí le va el inserto de You Tube

El cantante tiene una onda muy «Rubén Insúa», ¿no? 😀

La onda, tanto del disco como de la canción, es bastante infantil y lúdica, con mucho uso de samplers y sintetizadores que en los años 80 estaban tan de moda. La temática de las letras es la historia ficticia de “Jenny” y “Johnny” y su ascenso a la fama con una banda musical de pop. Tal vez sería el último hit mundial de este grupo (alcanzó el número 1 en las listas de Austria), mientras que la popularidad de los “Men Without Hats” se fue cayendo a finales de los 80. Su tema más famoso es el bastante difundido “Safety Dance”.

Tal vez los “hombres sin sombrero” como diría el chiste de Los Simpson ahora sean “hombres sin empleo”, pero casi sin querer, contribuyeron a la cultura futbolera y al menos, debe ser recordado este tema en su versión original por un mínimo acto de gratitud.

«El Clásico más Importante» – Fútbol y Matrimonio o noviazgo

Un varón promedio, soltero y futbolero, puede ver tranquilamente y sin despeinarse una docena de partidos de fútbol a la semana, pues el esfuerzo queda para ese par de picaditas que juega con sus amigos también. Sin embargo este valor decrece a menos de la mitad una vez que el estado civil de este macho castigador pasa a Casado o si no firmó nada a Unión de Hecho. Este hecho tan cierto como la muerte, será objeto de análisis en esta oportunidad de la manera menos imparcial posible, y cerraremos con un par de recomendaciones tácticas para poder recuperar esas horas-fútbol que nos hacen falta.

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De hecho, es algo más avanzado que esto

¿Ustedes dudan que un hombre puede ver (al menos) 12 partidos de fútbol en una semana? pues veamos: empezamos el martes con dos partidos (uno de Champions y uno de Libertadores), lo cual se repite el miércoles y jueves sumando 6, el viernes se bebe por tanto no hay televisión, por lo que el sábado de cruda vemos tres partidos igual que el domingo (sea Campeonato Nacional, argentino, brasilero, mexicano, Ligue BBVA, Premier, Calcio), y la yapa es el día lunes en el cual podemos ver algún partido repetido que no alcanzamos el fin de semana (o el de nuestro equipo si fuimos al estadio pero queremos analizarlo de mejor manera), con un promedio de dos horas de transmisión de cada uno.

Son 24 horas a la semana que podemos ver fútbol sin problema, valor que se incrementa en unas buenas horas más si somos parte de un equipo barrial o solemos hacer un picadito con los amigos en la cancha sintética de nuestra preferencia; y si vivimos en la ciudad en la que nuestro equipo tiene su sede, pues son tres horas más de asistencia al estadio cada quince días al menos. De los 7 días de la semana, le destinamos un día y medio al fútbol, y por esto es que no tengo más opción que darle razón a Valdano: “El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”.

¿Cómo es que un hombre puede físicamente dedicarle tanto tiempo al fútbol, acaso no tiene más vida que la pelota y el trabajo? Pues las excusas y las razones están siempre al orden del día: Si nos invitan al bautizo del sobrino a las 11h00, adelantamos a nuestro hermano que el Derby de Manchester es a las 09h00 y que llegamos después del partido; si tenemos una reunión el sábado a las 14h00 aparecemos a las 15h30, y claramente admitimos que estaban jugando el Madrid contra el Valencia y estaba partidazo, y así una y otra vez, hasta el día en que decides unir tu vida con una persona que simplemente, no entiende como puedes ver tanto fútbol.

De un día a otro, el cumpleaños del sobrino de la hija del colegio es más importante que la rivalidad de Lionel y Cristiano, el cambio de casa de la prima tiene más atención que el debut del compatriota en la liga inglesa, y “ese foco que no se va a cambiar solo” le quita protagonismo al hat-trick de Zlatan. Inconcebible. E igual de inconcebible, perdón la redundancia, es que uno en la mayoría de ocasiones acepta e incluso, disfruta de estas nuevas prioridades.

Y es que encontrar a una mujer que le guste tanto el fútbol como a ti es más difícil que encontrar un billete de dos dólares: sabes que están por ahí, algún rato viste uno y lo tuviste contigo pero son pocos los afortunados que logran conservarlos. En este punto es necesario aclarar que no estamos hablando de mujeres que únicamente ven el partido de sus equipos, que saben quién es el goleador o figura o que jugador tiene el mejor cuerpo, sino de aquellos raros especímenes que pueden disfrutar de un partido de la Europa League o de un Tigres – Chivas sin quedarse dormidas antes de la primera falta, o peor aún, intentar cambiar de canal o actividad recreativa: Pecado.

Es así que la cantidad de partidos a ver es reducida por los compromisos propios del matrimonio, y no nos queda enfocarnos en esos pocos partidos que coinciden en los escasos momentos de relax en casa, y es acá amigos, donde el tema se pone realmente cuesta arriba pues, volvemos, pocas mujeres entienden la necesidad imperiosa que tenemos de ver la pelota rodando en el rectángulo verde.

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De tanto observar y analizar a esos directores técnicos que ganan millones de dólares, uno aprende de a poquito que, aunque el rival siempre sea el mismo, las circunstancias cambian y nuestras estrategias deben ser dinámicas y acomodarse al momento. Vamos a ver a continuación, un par de ejemplos de clásicos jugados por su servidor frente a la TV en los que, gracias a la estrategia, se pudo salir avanti y disfrutar de un partido sin necesidad de canjearlo por tiempo de baby shower del próximo fin de semana o una maratón de “Sex and the City”, las cuales les dejo como dato, son buenas maneras de ver el partido del día, aún cuando el pago del precio sea demasiado alto.

Para poder aplicar la táctica de posesión de Pep, es necesario mucho tiempo de práctica. Guardiola tuvo La Masia, nosotros tenemos el noviazgo y es desde ahí, las inferiores, donde debemos preparar el terreno. Hay que adueñarse del control remoto, darle gusto de vez en cuando para ver “Mom” o “New Girl” pero SIEMPRE en poder del control remoto. En cada espacio de publicidad, cambia de canal arguyendo que no quiere ver los anuncios comerciales, aun cuando sea molesto para la espectadora y a veces para ti mismo, no dejes de cambiar, ella debe saber que en ese momento se juega tu partido y tu impones el ritmo de transmisión. Así, cuando jueguen River contra Boca en la Libertadores y quieras ver el partido completo seguido del problema del gas lacrimógeno, tú tienes el control y ella ha aceptado ya, que quien maneja la programación está a su lado y le va ser muy difícil quitarte la posesión del preciado control remoto.

Para hacer un Mourinho, es necesario que nos preparemos para hablar y ofender la programación que no consideramos digna de competir contra aquel partido de la “Copa del Rey” que queremos ver, así como hacer adquisiciones de renombre que puedan ser utilizadas a nuestro favor, aunque sea en el papel: “Esa película ya la viste cien veces”, “¿Para que estamos pagando internet y Netflix si puedes ver esa película en la Tablet?” y “¿Compramos el SmarTV de adorno? Ahí puedes tranquilamente ver la película, ¡por favor!”. No aceptes un no por respuesta, y si nada más funciona, pícale el ojo con tu dedo.

Finalmente para terminar este ya largo artículo, por lo cual le pido disculpas al lector, a veces hay que aplicar un Caruso Lombardi. Siempre habrá ese partido que queremos ver pero que no le interesa ni a la mamá de los jugadores, los argumentos de la importancia por ser final de la Champions o el que en ese equipo juegue un ecuatoriano no son suficientes, pero queremos verlo. Mis fuentes me han informado que esta técnica es especialmente útil para ir al estadio a ver el partido en vivo, o sirve para poder jugar ese partido en cancha sintética con los barrigones compañeros de trabajo (al que acompañarán un par de cervezas auspiciadas por los ganadores): A veces hay que vender humo… Podemos argumentar que “el deporte es sano para la salud”, “no está mal que tengamos nuestros pasatiempos y que mejor si hago un poco de ejercicio o tomo un poco de sol”, “desde que soy niño, puedo ir al estadio y sacar todas mis frustraciones en la grada, tu sabes que no puedo ir puteando a todo el mundo como en el estadio”. Humo puro y duro, a veces hay que hacerlo.

Debo ser honesto y admitir que en mi caso particular, si bien mi novia no es amante del fútbol tampoco es opuesta a ver un partido, pero claro debe ser trascendente mediáticamente y es necesario aguantar los comentarios de “mira que cuerpazo/piernas/abdomen” de tal jugador y hay que hacerlo con gusto, porque uno también le dice que la rubia de su serie tiene unas piernotas/trasero/ojazos. Ella sabe la importancia de la Copa América, de un Mundial o de los partidos de mi equipo, y sabe, como yo, que uno no puede ganarlos todos, pero hay que ser cauto en victoria y noble en la derrota, pues siempre habrá un nuevo clásico a la vuelta de la esquina.