Al contrario de lo que muchos pueden pensar y con las cosas aún calientes, este año que ha sufrido el Deportivo Quito no debería ser un año para el olvido, más bien debe ser un año para tomar todo lo que se hizo mal en este y los años anteriores y tratar (si es que el equipo no desaparece) de enmendarlo, fortalecer a la Institución y planificar a corto, mediano y largo plazo.
¿Por dónde empezar? Difícil con tantos frentes abiertos, cada uno más caótico que otro y sin una luz de esperanza para que las cosas mejoren. En declaraciones a varios medios de comunicación, los actuales dirigentes han asegurado que regresarán en el 2017 para ser campeones, esto no se compadece con la situación del equipo y no se tiene la mesura del caso, ojalá y me equivoque.
En lo deportivo muy poco para rescatar, salvo el trabajo efectuado por parte de Tabaré Silva y su cuerpo técnico durante el primer semestre, el cual, a pesar de los pronósticos negativos con los que iniciaba Deportivo Quito, fue una grata revelación teniendo en cuenta lo limitado del equipo en todas sus líneas y que pese a esto y los problemas económicos, lo tuvo peleando. Los jugadores que destacaron como Richard Calderón y Juan Diego Rojas lo más seguro es que no continúen, otra vez se cierne la incertidumbre sobre el futuro de Luis Saritama, siendo la principal novedad para este 2016 la promoción de todo el equipo de reserva. Habrá que esperar para ver que refuerzos o que nombres se siguen sumando y restando para poder un panorama más claro en la complicada y larga serie B.
Con todo, lo único que espera la mayoría de los hinchas es que el equipo se recupere y regrese pronto de la serie B para dar pelea en los campeonatos, sin embargo es interesante analizar algunas cosas que se hicieron mal y se deben enmendar:
- Falta de transparencia Dirigencial
Hasta el día de hoy, ningún dirigente dio el nombre de los principales responsables de la crisis con cifras y datos. El último presidente, Joselito Cobo, a través de los medios de comunicación declaraba que pronto se sabrán los nombres de los dirigentes que condujeron a la debacle del equipo, algo que algunos ya imaginábamos no iba a ocurrir ya que él fue parte de muchos de los directorios del Club y si nos ponemos a revisar, los mismos que se lanzan ahora lodo con ventilador han sido parte de las mismas directivas, todo esto se convirtió en un círculo vicioso de dirigentes que solo han rotado de nombramientos pero se han mantenido y sobre los cuales no se tiene claro que gestión efectuaron.
- La Inestabilidad Dirigencial: la falta de un plan real para recuperar el Club
Complementando lo anterior y a pesar de que prácticamente quienes han estado en el club han sido los mismos, haber tenido tanta rotación, lo único que generó fue Inestabilidad e Incertidumbre en los jugadores, auspiciantes e hinchada. Así un breve resumen de las dirigencias:
Fernando Mantilla
Diciembre del 2009 – octubre del 2013
Junio – septiembre del 2013
Eugenio Romero
Octubre del 2013 – julio del 2014
Esteban Pacheco
Julio del 2014
AFNA
Agosto y septiembre del 2014
Santiago Rivadeneira
Septiembre Octubre de 2014
Joselito Cobo
Octubre del 2014 hasta noviembre 2015
Ninguna de las directivas entre los período 2008 y 2015, salvo las presididas brevemente por Esteban Pacheco y Santiago Ribadeneira, los cuales encontraron a sus peores enemigos dentro del mismo club y en la FEF, presentaron un plan que permita reorganizar a Deportivo Quito . De acuerdo a lo mencionado por éstos dirigentes, sus planes se vieron truncados y no fueron acogidos por no subordinar su voto a la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Los que estuvieron al frente por períodos más largos, lo que hicieron fue el típico mecenazgo, poner y poner plata pero ¿a cambio de qué?, es otra de las situaciones que quedan en el aire. Ahora todos reclaman que les devuelvan su dinero. Joselito dijo que no endeudó más al club, lo que me parece perfecto, pero ¿qué hizo para poder generar ingresos?
- No tener un adecuado control financiero y presupuestario
En otras palabras no poner los pies sobre la tierra. Todavía tengo en la cabeza la voz de Fernando Mantilla respondiendo cada vez que los periodistas le preguntaban sobre el déficit que se venía incrementado, su respuesta: “Existen los recursos”, “el valor del déficit es manejable” o el más famoso de todos: “Un título no tiene precio”. Ahora todos sabemos dónde está este señor y el daño en reputación que dejó al club, que también es grave porque se vuelve difícil conseguir por ejemplo, auspiciantes que generen recursos para el equipo.
Esto se viene arrastrando desde el año 2008, durante la presidencia de Fernando Herrera y Ricardo Acosta quienes cometieron uno de los peores errores que ahora pasaron una factura bien grande: dejar de pagar los impuestos al Servicio de Rentas Internas, aunque esto al señor Acosta lo trate de minimizar cada vez que se topa él tema. Luego viene el tema SEK y la Administración de Mantilla quienes distorsionan el mercado salarial del futbol ecuatoriano en general, con salarios demasiado elevados, con eso se comienza a inflar más la burbuja financiera que este año terminaría de explotar.
Una Inversión se entiende como un valor que uno coloca en el mercado o en un instrumento financiero y que se espera genere a mediano o largo plazo una ganancia. Leer a Santiago Ribadeneira hablar de una “inversión” de USD 45,3 millones (cifra tomada de diario El Comercio) entre el año 2008 y 2014, es un despropósito monumental y por el contrario, nuevamente surgen la pregunta: ¿En que se invirtió ese dinero?
Sería bueno aclarar que pagar sueldos y premios de jugadores no es inversión, eso se llama Gasto. De acuerdo a cifras dadas por Ribadeneira, USD 36,6 millones fueron para el pago de salarios y primas a futbolistas y entrenadores entre el 2008 y el 2014. Se entendería como una inversión si ese dinero se utilizó para comprar los pases de los jugadores y luego venderlos en el mercado a un precio mayor. Sabemos que eso no pasó, que se crearon los famosos Fideicomisos a donde iban los pases de los jugadores y a la final nada quedo para el club y hasta la fecha nadie sabe que pasó con el dinero generado por la venta de los pocos jugadores y a cuánto ascendieron esos valores. Ribadeneira reconoce que apenas se generaron ingresos por USD 25.7 millones, generando una cifra negativa de 19.5 millones. En pocas palabras, los gastos superaron los ingresos del club.
No se ha generado una visión de negocio ganar – ganar, como si lo tienen muchos clubes a nivel mundial y unos pocos a nivel local, de tal manera que gana el empresario y gana el club. Ese es otro de los pecados capitales que tuvo el quipo azul grana.
- La metida de pata de la FEF:
A veces escucho al periodista Luis Baldeón, decir que Deportivo Quito le debe la vida a Luis Chiriboga, con lo cual discrepo, porque si fuera así a lo mejor el equipo no hubiera llegado a caer en el hueco financiero y deportivo que está ahora. ¿A qué se debe esta afirmación? Entre otras cosas, al poco control que ha ejercido la FEF en el manejo de los equipos. Al contrario, parece sacado de un cuento siniestro que el ente rector del fútbol ecuatoriano permita a los equipos pagar a sus jugadores hasta con tres meses de retraso. La FEF por ejemplo dio el espaldarazo a la gestión de Mantilla, sin realizar una investigación exhaustiva de cómo iba a financiar al equipo y como iba a pagar las deudas.
Así mismo, de acuerdo a declaraciones de Esteban Pacheco y Santiago Ribadeneira, estos afirmaron que su continuidad al frente de Deportivo Quito y su apoyo a los planes de salvataje quedaron a merced de subordinar su voto y apoyo irrestricto a todas las decisiones de la FEF. Recordemos que cuando Ribadeneira y su Directorio renuncia, Patricio Salazar, en ese momento ex dirigente y como el afirma: un buen amigo de Chiriboga, anunciaba que un grupo de ex dirigentes (entre los que estaba el famoso Tiburón Acosta, uno de los iniciadores de la crisis) disponían del dinero para levantar la sanción al Quito siempre y cuando Ribadeniera renuncie.
Tras la renuncia apareció ese dinero y del pago total que hicieron, USD 144 mil salieron de la FEF como adelanto de derechos de TV. Mediante un cheque emitido por la FEF a nombre de un hincha más del equipo de la ciudad, el mismo que cuando ya fue dirigente realizó uno de los actos más patéticos en la manchada historia del club, cuando, de acuerdo a declaraciones de jugadores como Michael Castro y con videos colgados en internet se mandó a la “barra” a apretar a los jugadores que no querían llegar al milésimo(?) acuerdo de pago, mientras Joselito les rendía a los violentos cuentas de su gestión frente al club, mismos que llegaron hacer guardia en el complejo de Carcelén y agredir a varios periodistas. Y así podrían seguir los ejemplos pero sería alargarnos demasiado.
- Echar la culpa a terceros y justificarse
Uno de los males de los ecuatorianos es que nos cuesta aceptar los errores, asumirlos y enmendarlos, al contrario, más fácil es echarle la culpa al que no está.
Seguramente existirá un grupo de dirigentes, periodistas e hinchas que afirmen que nos descendieron en la mesa, eso es lo que a lo mejor con el tiempo se contará a las nuevas generaciones que no vivieron o estaban muy jóvenes para entender la precaria situación de Deportivo Quito. Los verdaderos hinchas deberán contarles la verdad: Así es, les descendieron en la mesa; pero en la mesa en la que los dirigentes del Deportivo Quito cometieron las peores atrocidades administrativas y financieras que generaron una tormenta de la cual aún no se conocen las consecuencias reales. Otro caso patético fue buscar un chivo expiatorio para lo que se venía venir, como hizo Joselito Cobo tratando de buscar un culpable en Saritama, a quien incluso por prestarse como garante del Club ante varias deudas, vio cómo su vivienda fue embargada.
Una reflexión final
Dirigentes del equipo serviles a la Federación Ecuatoriana de Futbol, incumplimientos ante organismos de control (SRI, IESS); dirigentes con un ego tan grande que no admitían críticas y que armaron presupuestos inflados e irreales que fueron justificados bajo la premisa de 40 años sin títulos y (aunque duela al hincha de “La Academia”) porque tenían que superar lo que hizo ese “archirrival” inventado por cierta prensa y periodistas: Liga de Quito. Ese mismo presupuesto que nunca fue revisado y más aún cuestionado por la misma FEF, que sabemos solo interviene en lo que se ve afectado.
Todo se hizo mal, demasiado mal. Manosearon el nombre e historia de un equipo de fútbol y ahora que al parecer es demasiado tarde, se está tratando de poner en orden la casa. Crearon la tormenta perfecta que una vez que termine, dejará tanta destrucción que a este paso no va a quedar ni el nombre del equipo. Lo del Quito se tiene que entender que no es un hecho aislado, al contrario puede ser el comienzo de un gran remezón en el fútbol ecuatoriano.
Si con todo lo que pasó, quienes pasen a administrar las riendas del equipo de fútbol no hacen un repaso de todo lo que se hizo mal, no aprenden y enmiendan, de tal manera que la institucionalidad y la estabilidad regrese al club, no servirá de nada. Por eso es necesario que este año no sea para el olvido sino para aprender. Mientras tanto Deportivo Quito se fue la B porque todo se hizo mal, así que por el momento BME.
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