El editor de la página me preguntaba si, como emelecista confeso que soy, me interesaba escribir sobre cuál es el clásico del astillero más importante de la historia. Acepté gustoso la invitación y heme aquí, con un tema que pensé sería fácil y diría “la final de diciembre del 2014, listo, siguiente tema”, pero hay varios puntos que deben ser analizados para tomar esa importante decisión.
Debo recalcar que he tenido que hacer los deberes e investigar un poco de la historia del clásico del astillero, no me voy a detener en el origen del nombre del partido, o si es el encuentro que más interés concita a nivel nacional (hay que obviar por ahora lo obvio), o que es el partido clásico del Ecuador según la FIFA, sino me voy a enfocar un poco en la paternidad azul en la mayoría de enfrentamientos claves entre estas dos divisas.
El primer clásico del astillero se pintó de amarillo, y era el año de 1943 cuando Barcelona (está claro que hablamos del equipo de Guayaquil, no del Español) se impuso al C.S. Emelec por un gol de diferencia (4-3). Barcelona pegó primero, pero no pegó dos veces: el siguiente partido el cuadro eléctrico se impuso a los toreros por dos goles a uno, y a partir de ahí la rivalidad se ha incrementado con el paso de los años, años en los que Barcelona ha logrado mantener una mayor cantidad de triunfos que el Emelec, más nos encontramos aquí para hablar de calidad, no de cantidad.
Vamos a ir descartando las opciones que se me ocurrieron como el “Clásico más importante de la historia”, haciendo un TOP 5 de los partidos, para poder llegar al ganador al final:
- MENCIÓN HONORÍFICA: El primer partido jugado entre los dos clubes: A mi gusto, no es el más importante. En ese momento no existía aún la rivalidad para considerarlo un clásico y menos el #CMIDLH, además fue en un partido de la Federación Deportiva del Guayas, no un clásico de torneo nacional, por tanto considero que han existido partidos más importantes.
- 5to LUGAR: El primer partido de Libertadores entre los equipos: El primer partido por la Copa Libertadores jugado en el año de 1967 en el Estadio Modelo, fue favorable a los azules por el marcador de tres goles a cero. Partido importante, en el que los equipos se medían a nivel internacional por primera ocasión y los ojos del continente se posaban en Ecuador en esa oportunidad. No obstante lo anterior, creo que este ni siquiera entra al podio de partidos importantes, pues ninguno de los equipos ganó la Copa Libertadores de ese año (y bajo este mismo argumento, ninguno de los partidos del mencionado torneo puede ser el más importante de la historia, ya que los protagonistas del clásico no han podido levantarla, por más finales robadas que se arguyan o hazañas plateadas que no llevaron a mucho más, futbolísticamente hablando claro).
- 4to LUGAR: La mayor goleada de un equipo sobre otro: Siempre será importante dentro de la historia, la victoria con mayor cantidad de goles de diferencia sobre el otro, más aún cuando el equipo rival no puede convertir. El C.S. Emelec se lleva el honor de tener a la fecha, la mayor goleada sobre los toreros, con un contundente marcador tenístico de 6 a 0 un 2 de septiembre de 1990 en el Estadio Modelo. Los amarillos arguyen que no estaban completos, que jugaron son suplentes y demás, sin embargo considero que no puedes jugar un clásico con suplentes, ya hace dos décadas el clásico era el partido inmortal, si no pusiste a todos los titulares y estrellas pues, lástima (amén que revisando las alineaciones, jugaron con una cantidad importante de titulares y lo del “equipo suplente” no es tal).
- 3er LUGAR: El partido amistoso más importante: Imposible obviar el partido en el cual los azules dieron la primera vuelta olímpica en el flamante Estadio Monumental, tras derrotar al Peñarol, campeón de la Copa Libertadores de la época, para jugar la final con el local Barcelona, que venía de derrotar al Barcelona (¿Barcelonaception?) en un acalorado partido en el cual los catalanes reclamaron airadamente por sentirse perjudicados. Con gol de Rubén Beninca, el “Ballet Azul” fue capaz de proclamarse como campeón del torneo de inauguración del estadio con mayor capacidad del Ecuador, tan amplio que parecería nunca llenarse. No obstante lo dicho, se trató de un torneo amistoso y por tanto, imposible que sea catalogado como el #CMIDLH.
- 2do LUGAR: La primera final: Contrario a la creencia popular, la final del 2014 no fue el primer partido en el que los equipos disputaban un título oficial, pues en el año 1964 los dos equipos prefirieron y le dieron importancia al torneo de Asoguayas. En aquel ida y vuelta, el primer partido fue ganado por Emelec por la mínima diferencia, y en la vuelta tras un empate sin goles, los millonarios se consagran campeones del torneo. El partido que Emelec marca el gol que le da la diferencia en la serie podría ser considerado, hasta hace unos meses, el más importante de la historia, sin embargo, considero le faltaron dos ingredientes claves: el primero es que no era un partido de un campeonato a nivel nacional, y segundo, que no fue el partido definitivo, es decir, no fue el último de la serie (esto más por un tema emotivo muy subjetivo).
Todos estos emblemáticos partidos se ven opacados por el que considero ha sido el #CMIDLH, por las razones que a continuación me permito detallar:
- PRIMER LUGAR: EL PARTIDO DE VUELTA DE LA FINAL DEL TORNEO ECUATORIANO DE FÚTBOL, COPA PILSENER 2014:
Este es el primer, último y único partido hasta la fecha en la que los dos equipos del astillero se disputaban un torneo nacional en 180 minutos, es decir, un partido de importancia inédita. La final dejaba al ganador con la gloria y al perdedor en el olvido, pues las estadísticas siempre recuerdan al campeón de la temporada, la historia la escriben los ganadores aun cuando haya ocasiones en que al llegar segundos, se borden estrellas de plata en la camiseta.
Llegaban los dos mejores equipos del año, cada uno ganador de una etapa con dos estilos de juegos diferentes: El C.S. Emelec de Quinteros con su posesión del balón, su dominio del juego, con un equipo maduro que llegaba a su éxtasis tras varias temporadas de formación, con un Miller Bolaños convertido en símbolo del buen juego quien junto a su compadre, Ángel Mena, hacían las delicias de la afición azul. Por otro lado, encontramos al Barcelona de Rubén Israel, quien era sensato con lo que le ofrecía el equipo, y había llevado a un elenco con varias estrellas pero poco fútbol a la final del torneo, en base a un juego ordenado y cerrado de media cancha para atrás pero con una pasmosa efectividad de tres cuartos de cancha hacia adelante, donde Ismael Blanco era el referente en ofensiva ayudado por la velocidad del Chivo Suárez.
En esa final, nadie se guardó nada. El partido de ida Emelec dominó el encuentro, anotó en la primera mitad por medio de Ángel Mena dejando enmudecido a un estadio Monumental vestido de amarillo, y Barcelona en base a contrataques pudo encontrar la paridad casi al finalizar el partido, con un cabezazo certero de Blanco.
El 21 de diciembre la historia pintaba para ser similar con un juego cerrado y por definirse con un estrecho marcador, sin embargo, dos factores inclinaron la balanza a favor de los azules: La tempranera expulsión de Alex Bolaños por fuertes faltas reiterativas a su hermano Miller, y la posterior lesión de Suárez que dejó a Blanco huérfano en ataque, y a los amarillos sin capacidad de reacción. Con esto, Barcelona no logró, nunca, ser un peligro para la portería de Esteban Dreer.
Este es otro de los matices que le dan a este partido el título de ECMIDLH: El dominio absoluto del C.S. Emelec sobre su rival, un equipo que abrumó los noventa minutos a los canarios, quienes se veían como un equipo de una categoría inferior a pesar de haber conquistado la segunda etapa del torneo, quien tuvo que soportar que desde las gradas les hayan gritado “Olé” 42 veces seguidas, un fenómeno que no esperas ver en un partido de la importancia de la final de un torneo y mucho menos, con el clásico rival.
Importante también para la vereda de los azules fue ese partido, que consagró como ídolos de la afición a Miller Burbano, Ángel Mena, Pedro Quiñónez, Fernando Giménez o Gabriel Achillier, jugadores que habían sido parte de un proceso y que llegaban a ganar sin complicaciones, con un fútbol divertido como en el barrio el partido más importante disputado en el torneo nacional, dejando a los amarillos en una crisis donde volaron varias cabezas a causa del resultado de este partido.
Y esa es otra de las razones, y quizás, la más importante: El clásico del Astillero es el partido más relevante del fútbol ecuatoriano (por más que ciertos personajes se resistan y digan que existen otros “clásicos nacionales” pero andaaaaaa), como hemos mencionado ya, es el partido más reconocido del Ecuador a nivel internacional.
LA FINAL DEL 2014: El partido más importante de un campeonato, que por primera vez en su historia se definía en un ida y vuelta con un clásico, el cotejo más importante y representativo de un país, donde el C.S. Emelec ganó, goleó y gustó. I rest my case.