Pasiones, Tensiones y Rock
“Been down one time
Been down two times
I’m never going back again…”
¿Te imaginas dedicarle una canción de amor a tu pareja mientras tu ex tiene el trabajo de tocar esa misma canción? ¿No? Pues ese es el génesis de uno de los mejores álbumes de la historia de la música, una mezcla de canciones de amor, de desamor, de rupturas y corazones rotos que irrumpió en la escena musical en 1977 de la mano de Fleetwood Mac.
Se cumplieron 45 años desde la publicación de “Rumours”, uno de los grandes álbumes de la historia del rock que vio la luz un 4 de febrero de 1977 y constituyó la obra cumbre de la banda británico – americana. Fleetwood Mac era un grupo que estaba conformado por dos parejas y un quinto elemento (Mick Fleetwood) en medio de la revolución musical de los años 70, con todo el sexo, drogas y rock and roll que eso conllevaba, y con ese mundo a su alrededor, era anunciado que las parejas no terminarían bien.
El caso es que “Rumours” se trabajó en medio del caos emocional. Durante la grabación del álbum se produjo la ruptura del matrimonio entre el bajista John McVie y la cantante y tecladista Christine McVie. Por un divorcio también atravesaba el baterista Mick Fleetwood y para rematar, también sufría una crisis y posterior ruptura la relación entre Stevie Nicks y el guitarrista Lindsey Buckingham. Con las emociones a flor de piel y la oportunidad única de cantarle a gritos en plena cara todo el mal que te ha hecho, el sello discográfico exigía un nuevo disco y del horror nació el arte.
John había propuesto el título “Rumours” debido al constante hablar que público y medios desarrollaban a partir de la vida privada de la banda. El disco en sí contiene varias revelaciones acerca de aquellos turbulentos tiempos. La placa arranca con un brutal “mano a mano” entre Buckingham y Nicks. Comienza el guitarrista con “Second Hand News” que en un tono alegre le dice a Stevie que no la extrañará cuando se vaya y ya ha advertido que alguien ha tomado su lugar y el solo es noticias de segunda mano. La cantante no lo tomó nada bien y respondió con “Dreams”, una dulce melodía en la que lo arrasa a Lindsey diciéndole que: “dices que quieres tu libertad” y que “escuche atentamente al sonido de su soledad y la quietud que le recuerda lo que tuvo y que perdió” (¡ayayay!). La respuesta de Buckingham con “Never Going Back Again”, en su agridulce acústico es algo más obvia por el título.
Pasamos entonces al conflicto de los McVie. Christine compone con pegajosos acordes de piano “Don’t Stop” y lo invita a su virtual ex – pareja, el bajista John que “eche pa’lante” y no piense en el daño sufrido, que es mejor fijarse en un futuro mejor (mañana es mejor, diría Spinetta). John a esas alturas desayunaba juguito de naranja con unas inofensivas gotitas de vodka mientras el dolor no lo dejaba en paz. Después viene la angustiada “Go Your Own Way” con un Buckingham más resignado y una guitarra poderosa más precisa. Los coros son despecho y catarsis. Ideal para cantarla a todo pulmón e incentivado por bebidas espirituosas (?) La antorcha de nuevo pasa entonces a Christine y su piano con “Songbird” y deseos sinceros de lo mejor.
El disco llega a un punto máximo de tensión con “The Chain”, la cual contó con la colaboración de todos en la composición y hablar de esa cadena que los mantiene juntos (¿el contrato discográfico?) mientras imaginariamente vuelan platos sobre la mesa y se estrellan en las paredes. La división de tensión, que va creciendo en el inicio de la canción y explota cuando inicia su famosísimo riff de bajo es un clásico indiscutible del rock y una oda a la locura y desesperación.
¡Las miraditas de Stevie!… y ojo que esto es décadas después
De la oda a la desesperación pasamos a la de la traición, o tal vez no tanto (We were on a break?), pero mientras se daba el proceso de separación de los McVie, John salía con una dama y Christine no se quería quedar atrás manteniendo un affaire con el ingeniero de luces de la banda a quien dedicó “You Make Loving Fun”, melodía dulce como dolorosa que mucho marcó las pautas de cómo hacer pop en los siguientes años. En “I Don´t Know” una Stevie Nicks algo más amistosa trata de poner distancias más amistosas.
En “Oh Daddy” Christine McVie trata de confortar a un Mick Fleetwood que veía los toros de lejos y sufría aparte su drama de traición y separación y como líder de la banda soportaba el peso del caos. Nicks cierra este viaje dulce y tortuoso con “Gold Dust Woman” y un aire de misterio que la cantante siempre supo dar a su imagen, mientras trata acerca de las malas relaciones y el uso de drogas, algo por lo que los “rumores” corrían y que hizo fluir la creatividad como desgarraba aún más las ya dañadas almas de los Fleetwood Mac. Este tema en los 90 tuvo un poderoso cover de la agrupación Grunge “Hole”.
Considerado como uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos, “Rumours” llegó a la cima de la lista de “Billboard” el 2 de abril de 1977 para no soltar el liderato por 31 semanas. Llegó a ser el número uno en carteleras: estadounidenses, británicas, neerlandesas, australianas, canadienses, neozelandesas, entre otros sitios. Su éxito comercial fue espectacular, certificando doble disco de diamante (más de 20 millones de copias vendidas) en Estados Unidos y una estimación de 40 millones de discos vendidos alrededor del mundo y contando, siendo uno de los discos más vendidos de la historia (noveno lugar).
Una historia de desamor, dolor, excesos y vidas al límite terminó siendo leyenda. Del dolor siempre vendrá el amanecer.
Rumours – Warner Bros. – 1977
- Second Hand News
- Dreams
- Never Going Back Again
- Don’t Stop
- Go Your Own Way
- Songbird
- The Chain
- You Make Loving Fun
- I Don’t Wnat to Know
- Oh Daddy
- Gold Dust Woman
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