Club Sport Emelec, a Julio de 2016

Todos hemos sido “mandarinas”, y esto ha afectado nuestro trabajo y nuestras relaciones con los amigos y la familia, sin embargo, pocas veces un mandarina había afectado tanto el funcionamiento de un equipo y el sentimiento de una hinchada como Omar de Felippe. El ex DT millonario, dicen fue apremiado por su señora para que vuelva a Argentina, y él al ser un caballero a carta cabal no pudo negarse ante la dueña de su destino, dejando al equipo puntero del campeonato eso sí pero en manos de un nuevo timonel que al momento, no ha podido poner al equipo en fase para la consecución de objetivos.

El primer semestre millonario tenía dos objetivos claros, el primero era avanzar lo más posible en la Copa Libertadores y ganar la primera etapa del campeonato ecuatoriano de fútbol. Ser eliminados en primera fase del torneo internacional y quedar segundos en el local (con el picante adicional que le otorga que el Independiente del Valle haya sido finalista en la Copa y el eterno rival azul sea quien se haya llevado la etapa), nos dejan muy en rojo el saldo de este primer semestre 2016 para los eléctricos.

La Copa Libertadores es un pendiente del CS Emelec, y año tras año se ha venido diciendo que el equipo está madurando, que hay jugadores que llegan en grandes momentos, y este año no era la excepción: Se tenía a un Dreer consolidado en el arco, una defensa madura con Achillier, Guagua y Bagui (siendo la banda derecha donde Narváez dejó un hueco que no se ha podido llenar el problema), con un medio campo liderado por Pedro Quiñónez y con un Gaibor que había al fin superado sus lesiones que prometían generar mucho fútbol, con un Burbano que había dejado de ser una promesa juvenil a una realidad, un Giménez que siempre cumple en la banda izquierda, un refuerzo como Straqualursi que ofrecía muchos goles y claro, la figura de Ángel Mena, el goleador del equipo, el jugador diferente; en fin, era un equipo que invitaba a soñar una buena participación en el máximo torneo continental.

La realidad fue distinta al sueño: pese a los 10 goles marcados en los seis partidos, los 12 goles recibidos marcaron la eliminación en primera ronda, en partidos en los que Emelec fue ampliamente superado por los Pumas perdiendo los dos compromisos, arrancando apenas el punto de local contra Olimpia de Paraguay de local y perdiendo de visita, y ganando al Deportivo Táchira de Venezuela de local sin poder doblegarlos en su casa, todo esto provocando la temprana eliminación eléctrica. Es más, en el primer minuto de juego de la Copa Libertadores para los azules se vio venir la catástrofe, encajando un gol en la primera jugada del partido, y esa sería la tónica de todos los encuentros: desconcentraciones defensivas que De Felippe no puedo corregir.

Los problemas iniciaban para Emelec con lesiones de varios jugadores, teniendo que jugar y acoplarse el refuerzo extranjero Cristian Guanca (posiblemente de lo mejor del semestre cuando se enchufó) y el nacional Matamoros que se  ha ido diluyendo de manera estrepitosa partido a partido. Las lesiones de Achillier y de Guagua que obligaban a alternar con José Luis Quiñónez y Fernando Pinillo en defensa, jugadores que no estaban para ligas mayores en ese momento, Henry León que en el medio centro no ha podido lucir y la presencia de Emmanuel Herrera que hace rato, viene sin jugar partidos destacables.

En el campeonato nacional el panorama no pintaba mal, Emelec peleaba siempre arriba, tenía los partidos diferidos de Copa y llegó a estar puntero, con tres partidos menos, hasta que ocurrió lo impensable: Clásico del Astillero en el Estadio Banco Pichincha, en el cual Barcelona propinó una severa goleada a los eléctricos, con un cinco a cero que fue decisorio para ambas escuadras, pues los de Almada a raíz de ese momento se perfilaron como los ganadores de la etapa, y los eléctricos de tumbo en tumbo, no lograron capitalizar los partidos diferidos, recibiendo la estocada al conocerse la salida de Omar de Felippe, quien fue reemplazado por Alfredo Arias.

Arias venía con las credenciales de un técnico trabajador, muy querido por la hinchada del Wanderers de Montevideo y su homónimo de Valparaíso, había realizado sendas campañas con poco material humano. Sin embargo, hasta el momento Arias no ha encontrado el juego millonario, aquel toque y toque de Quinteros o el orden que imprimió de Felippe, y sin un equipo completo pues tras asumir antes del receso de la Copa América, ha tenido siempre bajas que han limitado el estilo de juego que quiere imponer.

Emelec fiel a su costumbre de reforzar poco o nada a mediados de temporada, anunció que no contraría jugadores para el semestre que resta este 2016, habrá que esperar qué pasa con Ángel Mena y si la base del equipo logra mantener el físico, considerando que otra vez será necesario pelear en ambos frentes.

¿Priorizar la Copa Sudamericana o el torneo vernáculo? Esas decisiones las tomarán los jugadores y el técnico.

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