El Pingüino: El Ascenso del Mal

 

Se transmitió la Primera Temporada de la serie “The Penguin” (El Pingüino) a través de HBO y su plataforma MAX. La misma que es basada en uno de los célebres villanos del Universo de Batman y se puede decir que ha sido la gran apuesta de DC Comics para este 2024.

Esta producción consta de 8 episodios con una simpática opción de tener comentarios extras después de que finalizan cada uno de ellos explicando lo que quisieron comunicar incluso con la iluminación, planos y tomas (muy didáctico para estudiantes y profesionales de producción audiovisual), seguramente advertidas inconscientemente por los espectadores de esta producción que mezcla el thriller psicológico y policial como suele ser todo lo relacionado al hombre murciélago y sus personajes.

La serie trata de explicar el ascenso como un gran capo criminal de Oswald Cobb en medio de la eterna guerra entre las familias mafiosas Falcone y Maroni. “Oz” es interpretado brillantemente por Colin Farrell haciendo una transformación brutal de su aspecto que obviamente requirió mucho trabajo de maquillaje. “Oz” es retratado como un sujeto muy inteligente y audaz. Manipulador y despiadado. Como en la mayoría de publicaciones con el personaje de “el Pingüino”, su relación con su madre contiene un lazo fuerte y explica motivaciones y comportamientos en general.

Su mayor contraparte es Sofia Falcone Gigante, interpretada por Cristin Milioti. La hija del legendario mafioso Carmine Falcone, pero busca su propio camino cuando justamente esta serie arranca con la muerte del viejo Carmine. En este caso la actriz construye pulcramente la imagen de una persona psicótica que ha llegado a un punto demasiado bajo en su alma y especialmente hay un capítulo donde se puede seguir su transformación que incluye descensos profundos a la locura.

Bien podría decirse que el principal tema es los trastornos mentales, principalmente la psicosis tanto de Oswald como de Sofia, lo que se traduce en la astucia de sus planes, así como en su despiadado accionar. También se la revisa en la demencia de Frances, la mamá de Oz, quien sufre “demencia con cuerpos de Lewy” y cuyas alucinaciones por momentos contextualizan los relatos. En cierta medida el tartamudeo de Victor Aguilar, quien se convierte en joven ayudante de Pingüino, es un trastorno, pues se activa en momentos de estrés.

Esta serie también se basa mucho en las relaciones familiares. En todas las versiones del personaje “Pingüino”, la relación con su madre es decididamente influyente y generalmente apegada. La guerra entre clanes Falcone y Maroni con sus permanentes juegos de lealtades, traiciones y violencia que llevan a Sofia a pensar en una nueva conducción, haciendo un guiño también con la problemática del machismo y los nuevos tiempos. La familia de Victor y su calamidad tocan el tema de la marginalidad en la ya icónica Ciudad Gótica.

Justamente en esa marginalidad toma forma la serie, con las descarnadas pero quizás acertadas reflexiones de Oswald sobre la supervivencia, además del resentimiento que se fragua en un segmento de la sociedad que se ve desplazado y con ello el resentimiento que es el sentimiento fundacional de los problemas sociales. También esa marginalidad puede ser un refugio. Lo es para Oz y para Victor y también se contrapone al personaje de Sofia, ya nacida en un entorno aunque criminal, de todas formas privilegiado.

La producción tiene una colección de fantásticas tomas en las que destacan contra picados y planos aberrantes que hacen énfasis en el peligro y la maldad, así como la iluminación que endurece a discreción ciertos rasgos. La música escogida algunas veces dentro de conocidos temas populares ayuda a la atmósfera de oscuridad. Todo esto ha catapultado a la serie a ser uno de los grandes sucesos mediáticos del año, con gran expectativa en la temporada de premiaciones.

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