Cuando se habla de mundiales de fútbol, siempre llegan a la mente momentos icónicos: las celebraciones de Pelé en 1970, Marco Tardelli en 1982 o Roger Milla en 1990. Equipazos inolvidables que no pudieron ser campeones como Holanda en 1974 o Brasil en 1982 y tal vez más recientemente Bélgica en 2018. Golazos como el de Maradona en 1986, Baggio en 1990 u Owen en 1998. Técnicos legendarios como Menotti, Bilardo, Bearzot, Del Bosque y más. Drama y emoción difundidos por la ventaja tecnológica. En los años 70 fueron las transmisiones en vivo y en directo y a color las que revolucionaron el Mundial de Fútbol, en los 2010 es el Internet y las Redes Sociales quienes han dado su empujoncito al Fútbol Femenino.
El Mundial Femenino de Fútbol Francia 2019 tuvo en total una audiencia cercana a los 1000 millones de espectadores, récord absoluto y cifra impresionante, aunque aún lejos de la audiencia de su par masculino. Francia 2019 sin duda pasa a ser un evento histórico gracias a la mucho mejor promoción de su espectáculo que comenzó con un gran distintivo como el del lanzamiento de su propia línea de camisetas (Inglaterra, Francia, China, Escocia, Japón) Además de haberse editado el clásico álbum de cromos de la empresa Panini para esta competición.
Inglaterra
China
Escocia
Francia
La asistencia media fue de algo más de 21 000 espectadores, tal vez menor a la de su antecesor, Canadá 2015, pero con sedes menos tradicionales, salvo Paris, Lyon y Montpellier, que supieron volcar su interés y dejar pocas butacas vacías. Ya dentro de las canchas se percibió un ambiente mayormente amigable, tal vez similar al de eventos interescolares, pero no por ello menos entusiasta. De hecho, mucha y tolerante gente deben suponer buenas noticias para la organización.
Estados Unidos se consagró campeón por cuarta ocasión y retuvo el título conseguido en Canadá 2015. Ha tenido que lidiar con el retiro de figuras históricas como la portera Hope Solo o la delantera Abby Wambach, sin embargo, posee un funcionamiento sólido que por estrategia, técnica y preparación física hizo lucir al elenco norteamericano muy por encima del resto. Algo así como lo que se vivió con Alemania en 2014. Con un 4-3-3 cuya media destacaba la voluntad de Julie Ertz y la habilidad de Rose Lavelle, más un ataque demoledor con la fuerza de Megan Rapinoe y la precisión de Alex Morgan dieron más de un dolor de cabeza a sus rivales.
Las norteamericanas fueron demoledoras en fase de grupo con un escandaloso 13-0 ante Tailandia que incluyó 5 goles de Morgan, 3-0 a Chile y 2-0 a Suecia. Mientras que en las rondas finales luchó duro ante escuadras europeas que vienen creciendo como España en octavos y Francia en cuartos a las que derrotó por 2-1. Con Inglaterra en semifinales sostuvo un encuentro épico que finalizó 2-1 a su favor en el que algo de polémica hubo por las decisiones del VAR y en la final fueron notablemente superiores a Holanda alcanzando el título con marcador de 2-0.
Si hablamos de equipos y jugadoras memorables habrá que mencionar a Holanda y su temible delantera con Viviane Miedema y Lieke Martens, destacando siempre su juego colectivo y de circulación de balón con la lúcida Sherida Spitse, líder de asistencias en el torneo y así llegaron a un asombroso subcampeonato en el que también destacó su portera y capitana Sari van Veenendaal, quien ganó el guante de oro. Suecia una vez más llegó al podio de la mano de sus temibles atacantes Kosovare Asllani y Stina Blackstenius, además de una porteraza como Hedvig Lindahl.
Inglaterra mostró momentos de fútbol atildado con un hermoso despliegue de sus marcapuntas Lucy Bronze y Alex Greenwood, la habilidad de Fran Kirby y el poder goleador de Ellen White, una de las goleadoras del torneo. Francia presentó como su referente a la recia zaguera Wendie Renard, el talento español se tradujo en los goles de Jennifer Hermoso y Alemania aportó con la mejor jugadora joven, la volante Guilia Gwinn que recientemente cumplió 20 años. Italia mostró a su emblemática goleadora, Cristiana Girelli y Australia a Sam Kerr.
Si hablamos de momentos icónicos y mediáticos, inevitablemente se deben citar celebraciones. La lucha por la bota de oro la protagonizaron Megan Rapinoe, Alex Morgan y Ellen White. Rapinoe acostumbró a la afición con su tradicional voltereta y brazos abiertos.
En tanto que uno de los momentos más memorables lo protagonizó Alex Morgan cuando anotó el salvador 2-1 de Estados Unidos ante Inglaterra. Hubo quienes juzgaron al gesto de la tacita de té como provocador.
Mientras que la inglesa Ellen White nos acostumbró a sus gafas de ojos, incluso en anotaciones que finalmente no fueron válidas.
En cuanto a dirección técnica, la norteamericana Jill Ellis entró en la leyenda al ser Técnica bicampeona consecutiva dirigiendo a la selección de Estados Unidos. Brilló Sarina Wiegman de Holanda, la francesa Corinne Diacre y a pesar que esta fue una fiesta de damas, la elegancia de Phil Neville en el banquillo inglés también resaltó.
Tal vez este mundial no escribió historias trágicas, aunque el 13 – 0 que recibió Tailandia por parte de Estados Unidos pudo haber sido muy doloroso. Momentos de épica como cuando Argentina vino de un 3-0 abajo para igualar a Escocia y de hecho estuvo a punto de clasificar a octavos. Hablando de las selecciones sudamericanas, hicieron lo que pudieron al no ser el fútbol femenino lo suficientemente desarrollado en la región. Argentina se apuntó también un empate ante un potencia como Japón, mientras que Chile consiguió su primera victoria frente a Tailandia. Brasil, que en la actividad es más avanzado, llegó a octavos de final, donde cayó ante Francia, lo que marcó la despedida de legendarias como Marta, Cristiane o Formiga.
Ciertamente en el fútbol femenino se ve menos histrionismo, mayor lealtad y en general un juego más limpio con menos problemas en cancha. Sin embargo, no faltó la polémica como en el juego entre Inglaterra y Camerún, donde los fallos del VAR no agradaron a las africanas quienes amenazaron con no continuar el juego. En la previa del torneo la noruega Ada Hegerberg, considerada la mejor futbolista del momento y estrella del tetracampeón Olympique de Lyon, desistió en participar del torneo en protesta por las desigualdades en los ingresos económicos de futbolistas hombres y mujeres. Dicha polémica ha tenido su circulación con defensores y detractores con sus argumentos. A la lucha política también se sumó Megan Rapinoe con su voz disonante ante autoridades y gobierno de su país.
Con una organización impecable y con un notable esfuerzo en la visibilización del torneo y la actividad, se podría decir que el Mundial de Fútbol Femenino de Francia 2019 bien puede haber marcado un antes y un después en el fútbol femenino, y obviamente esa diferencia para bien del deporte.
Cerramos con un partido complejo y un golazo de Holanda por parte de Jackie Groenen