En las siguientes líneas me propongo analizar desde varios ángulos el rendimiento 2015 de la campaña del actual Tricampeón del Ecuador, el Club Sport Emelec. De antemano le pido disculpas al lector si a ratos me disperso un poco, sin embargo quiero abarcar algunos puntos que muchas veces son obviados en los análisis técnico-tácticos, de los fanáticos, económicos y demás, pues esto es Futbol y Asociados y acá se habla de pelota y todo lo demás.
Emelec llegaba pisando fuerte para este 2015, bicampeón de un torneo que por un amplio sector de los medios y por algunos hinchas, había sido mediocre (justo hasta octubre cuando Barcelona S.C. empezó a despuntar y de pronto pasó a ser el mejor torneo del mundo –desde el 2012 claro-). Los mismos medios apuntaban que este era el año en que por un lado Emelec debía apuntar al torneo internacional, pero por otro, había equipos que venían a ser grandes animadores del torneo local, como Liga de Quito, que apostaba con la continuidad de su técnico, un proceso con juveniles que se iban consolidando y la contratación de figuras de buen cartel. El Independiente del Valle (“Los campeones del futuro”) una vez más prendía las alarmas manteniendo el proceso, un Barcelona que venía de ser el vicecampeón y apuntaba a mantener a su cuerpo técnico y a su delantero estrella, repatriando a más de uno y contratando “al nuevo Kitu Díaz” (Brahian Alemán -?-), entre las principales novedades.
El C.S. Emelec empezó el año con la acostumbrada pretemporada en Argentina, la cual sin duda ha dado resultados, pues en los últimos años pese al alto ritmo de competencia y la cantidad de partidos disputados, los azules han llegado a las instancias finales aún con fuerzas. Sin embargo, un balde de agua fría cayó en las huestes azules en el primer mes del año: Gustavo Quinteros era anunciado como el nuevo Director Técnico de la Selección del Ecuador, dejando huérfanos a los eléctricos, quienes tuvieron que de inmediato buscar una sustituto y Omar de Felippe (ODF) llegó al club a buscar mantener la hegemonía que había sostenido en los últimos dos años. Vaya que lo consiguió.
ODF venía con el cartel de ser un ex combatiente argentino, con ardua disciplina, que defendía bien y trabajaba mucho a pelota parada, estas dos últimas quizás eran las deudas que tenía Quinteros con el club, pues en los últimos años Emelec no se había caracterizado por ser peligroso en esa vía, y la forma de juego de Quinteros priorizaba la tenencia y la presión alta, mas cuando se veía atacado el equipo sufría mucho.
Para el hincha fue difícil esta transición: Emelec mostraba un juego asociado efectivo que ganaba y gustaba. Decir que ODF, como era obvio, no vino a romper ese estilo de juego, pero poco a poco fue incorporando sus ideas al equipo: no tenía tanto la pelota como antes y eso provocaba cierta ansiedad e imprecisión en los pases, lo cual tenía como claro resultado que al equipo se lo ataque más, sin embargo, no recibía muchos goles, pero los recibía en momentos claves, lo que costó la eliminación de las dos Copas Internacionales, deuda que todavía mantiene el club con la hinchada y consigo mismo.
Otro problema para la escuadra y el aficionado azul fue la localía del equipo. Emelec prácticamente no jugó nunca de local, pues el mítico Capwell está siendo sometido a una remodelación, razón por la cual el equipo tuvo que actuar de local en diversas canchas, siendo las principales: Milagro, Manta y Portoviejo, con trayectos largos y muchas veces por tierra, lo cual perjudicaba el trabajo y desgastaba a los jugadores.
Ahora, es necesario hablar de los verdaderos artífices del tri: Los jugadores pudieron sobreponerse a los viajes, lesiones y principalmente a la presión para alcanzar este nuevo título. Procedo a hacer un corto análisis de los jugadores, línea por línea.
En el arco Esteban Dreer fue sin duda un baluarte, su superlativo nivel incluso derivó en su convocatoria a la selección de mayores, debutando con un triunfo ante Venezuela. Su experiencia, seguridad y don de mando fueron claves para el triunfo de los azules.
En la defensa, Jorge Guagua demostró que es uno de los mejores defensas de la historia del país, asumiendo con responsabilidad los partidos, marcando goles claves de pelota quieta y en movimiento. Gabriel Achillier, quien tuvo una gran temporada con convocatorias a selección incluidas fue el acompañante ideal para Guagua, aunque el Gabo debe trabajar en su impulsividad que ha traído más de un problema al dejar al equipo con menos hombres en momentos decisivos. Por las bandas, John Narváez demostró que pese a las críticas es el dueño de la línea derecha, reconociendo que no son su fuerte los centros pero que en defensa, tiene la velocidad y la inteligencia necesaria para marcar a cualquier jugador, aun cuando en ocasiones ha tenido desconcentraciones importantes; y por el otro lado Oscar Bagüí, jugador cumplidor que se ha ganado el corazón de la fanaticada gracias a sus regulares actuaciones. Los suplentes usualmente fueron Byron Mina, José Luis Quiñónez y Pinillo, quienes con categoría estuvieron a la altura de las circunstancias cuando fueron requeridos por el entrenador.
En el medio campo fue donde más luchas se tuvo: Pedro Quiñónez, el capitán y símbolo de este equipo demostró todo el año que es un verdadero luchador, sin dar bola por perdida, lo cual de nuevo lo llevó a ser considerado para la selección del país. Junto a PQ jugaron varios, Osbaldo Lastra fue el más regular en el primer semestre del año, jugador con muchas limitaciones al momento de pasar, pero con más de un acierto al momento de marcar y ubicarse en la cancha hicieron que Quinteros lo convoque a la selección siendo un inamovible en su sistema. ODF también le dio minutos hasta que tuvo la lesión que lo ha marginado los últimos meses. Tras la lesión de Lastra, ese puesto era ocupado por Burbano, Giménez, Noboa, Corozo, sin embargo los últimos partidos el “10” del equipo, Fernando Gaibor, fue quien se encargó de mover al equipo, marcando incansablemente (aunque no siempre de la mejor manera, considerando que no es su puesto natural), y conquistando goles claves para las aspiraciones eléctricas. Por las bandas, el paraguayo Giménez sin duda fue el más regular, apoyando en la marca a Bagüí y en labores ofensivas a los delanteros. Por la otra banda Burbano con su velocidad se transforma en una figura clave apoyando a Narváez y siendo un escape para las salidas rápidas con los delanteros.
Finalmente, la delantera tiene dos rostros: La magia de las 3M y las malas participaciones de los extranjeros. Miller, Mena y Mondaini fueron quienes se pusieron el equipo al hombro en diversos instantes del campeonato, cuando alguno fallaba estaba otro para subsanar cualquier error y sacar adelante al equipo, sin duda Miller con sus 25 goles es el jugador del año, no obstante, Mena cuando más se lo necesitaba y Mondaini en menor medida, estuvieron siempre para asistir al Killer y llevar al equipo al campeonato. Fernández, Rolón, Escalada y Herrera fueron por otro lado, las decepciones del equipo: pifiados en muchas ocasiones, si bien convirtieron algunos goles los dos últimos y fueron muy útiles en el planteamiento, terminan el 2015 en números rojos, con un club que sin duda esperaba más de ellos y estoy casi seguro, y así lo dijo Herrera en las entrevistas después de la final, que hubiese querido tener más minutos y ser más regular.
La figura excluyente de este Emelec 2015 fue Miller Bolaños, quien ya ha anunciado que muy seguramente no seguirá en el equipo el próximo año, pues ha cumplido su ciclo y considero normal que busque nuevos aires y crecimiento profesional. Eso nos lleva a la pregunta ¿A qué aspira el C.S. Emelec en el año 2016? La respuesta de la dirigencia es a una copa internacional y ese es el anhelo de la hinchada, pero: ¿puede realmente el equipo azul levantar una copa internacional el próximo año?
El equipo llega maduro al 2016, sin embargo, esa madurez también se va a ver reflejada en algunos de sus jugadores que ya pasan los 30 años, la salida de Miller Bolaños que como dije, cumple su ciclo en el club y a priori no tiene reemplazo en el medio (los tres delanteros de la selección son Miller, Enner Valencia que juega en Inglaterra y Felipe Caicedo que no se cansa de hacer goles en España. No hay más) y lastimosamente Emelec no ha acertado con la contratación de delanteros extranjeros de nivel exorbitante desde hace ya varios años. Hoy por hoy, Emelec demostró que puede vencer a un gran demonio que era Liga de Quito, en la altura que no es poco, con un equipo que se ha acostumbrado a instancias importantes, sin embargo creo que para aspirar a un torneo internacional es necesario que llegue una nueva figura con la magia y frescura que le falta a este experimentado equipo.
A la institución como he dicho le falta la copa internacional, y considero que también debe trabajar en dos objetivos puntuales: Primero, la cantera para formar el recambio, pues los juveniles que actuaron todo el año no estuvieron a la altura, y la eliminación de la regla de poner un juvenil en cancha fue sin duda una ayuda para los intereses azules; el segundo punto es el manejo institucional respecto a los socios y entradas, pues un club de esta categoría no puede seguir maltratando a sus hinchas por una entrada y obligándolos a adquirir reventas o hacer colas de varias horas. Ojalá con la remodelación del estadio se haga un cambio en este particular.
Esta es la breve reseña del mejor Emelec de la historia, equipo que ha disputado desde hace más de cinco años los primeros lugares, con una dirigencia seria y responsable financieramente, con estabilidad, sin problemas de pagos a los jugadores que tantos puntos le costaron a otros equipos, gestionando auspicios importantes que incluyen el convenio con Adidas para el 2016, con una hinchada que no ha abandonado pese a los continuos traslados, con jugadores que son la base de una selección nacional invicta en las eliminatorias tras las dos primeras fechas, con un carácter formado que le permite jugar finales de manera inteligente sin amilanarse ante nada, con un equipo que fue campeón sin jugar final, bicampeón llevando a pasear a su compañero de patio, y tricampeón con el equipo que lo había superado ya en dos ocasiones en esta instancia. Inmejorable.
El 2015 es un año que deja muchos hitos históricos en el balompié nacional: Emelec tricampeón (logro que hasta el día 20 de diciembre solo lo ostentaba El Nacional, plantel en vías de extinción), el descenso del Deportivo Quito y la que seguramente será su extinción también, y la vuelta olímpica de un visitante en Casa Blanca, hasta la fecha inexpugnable reducto albo donde hay equipos que ni siquiera han podido ganar un partido, Emelec pudo cobrarse lo suscitado en el 2010 cuando los universitarios se tomaron el Capwell, y es lo hermoso del fútbol, que siempre te da revanchas. ¡Salud, Tricampeón!