El Furioso Grito de las Calles
Pocos sonidos pueden evocar con tanta crudeza la sordidez de una metrópoli convulsa como Los Ángeles como el inicio de “Welcome To The Jungle”. Los Guns N’ Roses llegaban a darle un baño de realidad a la escena “Glam Rock” del Sunset Strip y con su música descarnada conquistaron la voluntad de millones.
Este 21 de julio se cumplieron 30 años desde que la exitosa banda norteamericana lanzó al público su álbum debut “Appetite For Destruction”. A través de aquellos díscolos jóvenes, David Geffen tendría por pocos años un negocio millonario, pero “domarlos” no fue fácil. Estos talentos vivían una vida totalmente caótica y trastornada por el alcohol, las drogas y la sórdida bohemia de las calles angelinas. Ahí estaban 2 revoltosos amigos del alma (Slash y Steven Adler), 2 cuasi campesinos del Estado de Indiana (Axl Rose e Izzy Stradlin) y un chico inteligente aunque adicto de Seattle (Duff Mc Kagan) persiguiendo sus sueños en el ambiente más malsano posible.
En la primavera de 1987 y tras agotadoras sesiones, concibieron a un álbum que demoraría en causar conmoción, pero ¡vaya sí lo haría! Lo que sí, para dar su golpe de gracia, estos “rebeldes” tuvieron que aparecer en el Mainstream. Tras todo el lobby que Geffen ejerció en la cadena MTV, sus ejecutivos accedieron a pasar en el peor horario posible (domingo 4 A.M.) el videoclip de “Welcome To The Jungle”, mas el resultado fue fabuloso.
Mucha gente pidió su continua rotación, muchos otros se lanzaron a comprar un disco que no tenía hasta ese entonces las ventas deseadas. El tema llega inspirado en el arribo de Rose a Los Ángeles a buscar a su amigo Izzy quien había migrado con anterioridad. Pasó la noche en el patio de un colegio y ahí fue cuando un sujeto afro descendiente le profirió el célebre verso: “D’You know where you are? You’re In The Jungle, You’re Gonna Die” (¿sabes dónde estás?, estás en la jungle, vas a morir). Aquel aterrador recibimiento marcaría a Rose y reflejaría en el hit que dio a conocer a Guns N’ Roses al mundo. Hablando de la dura realidad de Los Ángeles con guitarras estridentes, un bajo poderoso y batería enérgica.
Sin embargo, el éxito total llegaría como a muchas bandas de la escena ochentera, a través de su “balada”. Lo que era un “torpe ejercicio” de guitarra de Slash enseguida fue secundado por Stradlin y tres acordes, a lo que se sumaría la batería de Adler y algo en secreto, las letras de Rose en homenaje a Erin Everly, su novia de aquellos tiempos “She’s Got Eyes Of The Bluest Sky…”. El resultado atrajo a una multitudinaria fanaticada femenina y el éxito de “Sweet Child O’ Mine” fue rotundo. Un clásico imprescindible.
Un grandioso sencillo del álbum es “Paradise City”, otro tema acerca de Los Ángeles y su decadencia. Acá la transición entre un ritmo sosegado y uno más violento es la delicia del oyente, pues especialmente al ser tocada en vivo lo lleva a estadios de calma y euforia a la vez siendo hipnotizado por esa atrapante sucesión de notas de guitarra y bajo muy de hard rock. Acá la marcial batería de Adler en el comienzo engancha rápidamente, mientras los aullidos de Axl y sus “take me home” hacen delirar a miles. Acá Rose haría gala de los increíbles rangos vocales y quiebres que lo harían famoso e idolatrado.
Además de aquellos sencillos sumamente exitosos, “Appetite For Destruction” está lleno de temas poderosos. El primer y no tan exitoso sencillo “It’s So Easy” imaginado en la cabeza del bajista Duff Mc Kagan, lo que se refleja en la atrapante línea de este instrumento. Hablando de insatisfacción y rabia. Esta también un gran clásico que es tocado con regularidad en los recitales de los Guns o de cualquiera de sus miembros en otros proyectos en solitario que es «Mr. Brownstone». Se trata de una oda a la adicción a la heroína por la que pasaba el guitarrista Izzy Stradlin quien se luce con su clásica técnica de acordes entrecortados y soberbios palm mutings que son tan enigmáticos y a la vez tienen tanta personalidad.
Habíamos hablado de la influencia femenina en “Sweet Child O’Mine”, pero la misma es recurrente en todo el álbum. Por ejemplo, “My Michelle” es dedicada a una amiga de la banda con dicho nombre, “Think About You” es sobre una chica con la que a su tiempo salieron varios miembros de la banda e incluso Rose la tiene tatuada en el brazo, “You’re Crazy” es inspirada en una dama que atacó a Rose con una botella, mientras que la historia de “Rocket Queen” es algo más polémica, pues los conocidos gemidos que se escuchan en la pista son reales y producidos por la novia de Steven Adler mientras tenía relaciones con Axl. El baterista no se lo tomó bien cuando supo el origen de los mismos y de hecho, sería el punto de partida de las fricciones de la banda.
Temas vertiginosos como “Anything Goes”, a la insanidad mental como “Out Ta Get Me”, al alcohol como “Nightrain” no pierden los elementos que caracterizan este disco: la impresionante capacidad vocal de Axl Rose con sus gritos y aullidos, el innegable virtuosismo de Slash, el talento creativo y el alma en la guitarra de Izzy Stradlin, el punzante ritmo del bajo con púa de Duff Mc Kagan y la precisión y energía de la batería de Steven Adler.
Originalmente “Appetite For Destruction” había concebido un portada que resultaba algo controversial por lo violento de su imagen, donde entre otras cosas se insinúa una violación, por lo que finalmente acabaron con la conocida portada negra con una cruz en el medio y los integrantes caracterizados como calaveras. Originalmente el álbum iba a ser producido por Paul Stanley de Kiss, quien finalmente fue rechazado y el trabajo estuvo a cargo de Mike Clink.
“Appetite For Destruction” es el álbum debut mejor vendido en la historia de los Estados Unidos y se le presume alrededor de 30 millones de copias vendidas alrededor del mundo. Alcanzó el número uno en la lista “Billboard 200” en 1988 y en Estados Unidos certificó 18 veces disco de platino. El sencillo de “Sweet Child O’ Mine” así mismo llegó al primer lugar en la lista “Hot 100” de Billboard.
Guns N’ Roses con “Appetite For Destruction” inició el camino a un efímero pero legendario paso por la cima del rock and roll con sus polémicas, excesos, pero sobretodo, por sus canciones llenas de sentimientos descarnados mas sinceros.
Appetite For Destruction – Geffen – 1987
- Welcome To The Jungle
- It’s So Easy
- Nightrain
- Out Ta Get Me
- Brownstone
- Paradise City
- My Michelle
- Think About You
- Sweet Child O’Mine
- You’re Crazy
- Anything Goes
- Rocket Queen
Guitarras y gol