El Anti Equipo 2015
Cuando está a punto de cerrar un año, lo normal es que se elijan los 11 ideales de cada torneo, de cada país, continente, del planeta entero. Como deben estar algo cansados de eso y cada diario, sitio web, programa de radio y televisión ya debe haber escogido el suyo. Nosotros no inclinamos por hacer el “anti equipo”. Un recuento de los futbolistas con más desafortunado andar en el torneo ecuatoriano de primera división 2015. Nos tocó hacer un 3-4-3
Adrián Bone
El portero de El Nacional tuvo por lejos, la peor temporada no sólo desde que ataja para los criollos, sino de su carrera profesional, siendo responsable directo de varias derrotas de su equipo cometiendo errores de novatos que costaron varios goles. El otrora tercer portero de la selección ecuatoriana, quien incluso integró una nómina mundialista está en muy baja forma y su inclusión en el “anti equipo” esperamos sirva para alentarlo a volver a su mejor nivel.
Eduardo Morante
Contratado para la zaga de Nacional con el afán de paliar un déficit defensivo que el equipo militar que se venía venir desde el año pasado. Quien era la promesa en la zaga central del balompié nacional y que fue traspasado en millones de dólares a la U de Chile ahora es una sombra. Sin duda las lesiones fueron acabando con su habilidad para la marca y en los actuales momentos, su total falta de “timing” y precisión lo hace una constante bomba de tiempo para sus compañeros. Una pena como se fue deteriorando la carrera de este jugador.
Andrés Lamas
En el primer semestre del año, el zaguero central uruguayo defendió la divisa de Barcelona S.C. Con el antecedente de haber jugado en Independiente del Valle con mediano suceso la temporada pasada, llegó a filas canarias para reforzar la zaga para los torneos nacionales e internacionales que afrontó el Ídolo con poca fortuna. Repartió faltas y patadas que costaron puntos vitales, una pobre campaña en Libertadores y quedar lejos de la disputa por la primera etapa del torneo local. Duró 6 meses nomás
Juan Carlos Espinosa
“El artista antes conocido como Max Barrios” te hace cuestionar algunas cosas. La primera es el asombro que causa que este muchacho haya podido integrar la selección de otro país. Bajo su seudónimo, “Max” llegó a defender a Perú en categorías menores y después de comprobarse el escándalo de su identidad fue a parar a su club “primigenio”, Liga de Loja, en el cual vimos a un zaguero sumamente rudimentario que entre otras “flores”, causó una grave herida en el rostro a un jugador juvenil. El otro motivo de asombro es cómo en el fútbol ecuatoriano se pudo inscribir a alguien que se le comprobó un fraude con su identidad, pero bueno, esto es Ecuador y ese tipo de cosas mas bien no nos debería asombrar.
Alejandro Frezotti
El volante argentino había jugado previamente en el Deportivo Cuenca y con fama de recio y aguerrido, fue a parar a Barcelona, donde generalmente hay gusto por esas características y con su pinta de Jesucristo, el combo era completo para una afición canaria que suele ser devota de los argentinos melenudos. Se había evidenciado en sus tiempos por tierras morlacas, que no era un dechado de virtudes técnicas, pero sus continuas fallas a la hora de salir con el balón dieron muchos problemas a sus compañeros ubicados en el bloque posterior y con ello, los goles y resultados negativos para la escuadra amarilla, donde no vieron de otra que deshacerse de él a mitad de temporada, para el alivio de su parcialidad que terminó aborreciendo a este futbolista.
Dennis Quiñónez
Uno de la camada de los “Vizuete Boys”. Polifuncional, puede ser usado como back centro o volante de marca y en este lamentable año para Deportivo Quito, justamente jugó en ambos puestos, sin dar buenos resultados en ninguno. Lamentablemente, este futbolista que a inicios de la década se lo contaba como una promesa para el fútbol ecuatoriano, en estos días deambula de equipo en equipo sin poder consolidarse y ya siendo muchas veces, un estorbo en las plantillas de donde termina. Finalmente pudo jugar los últimos partidos del equipo chulla por que literalmente, era lo que había.
Carlos Feraud
Ya van quedando lejos los años en que el, junto al “pipiolo” Uchuari (quien no entró por un pelo en esta lista) causaban sensación en Liga de Loja. Actualmente, Feraud es otro jugador que deambula de equipo en equipo sin poder brillar en ninguno. En el 2015 tuvo una temporada muy irregular, siendo poco aporte para un Deportivo Cuenca que hizo morir de hambre a sus atacantes y no precisamente estamos hablando de su situación económica, sino que en verdad hubo poca generación de juego y lo poco que se llegaba al arco era infamemente desperdiciado. Otra joven promesa que se fue desinflando dramáticamente.
Anderson Naula
Al pequeño Naulita lo ponemos como la sobrevaloración del año. En un inicio asombró como este chico bajo de estatura y poco entrado en carnes, se plantó con desparpajo en una cancha profesional, defendiendo a Liga de Loja. Fue convocado a la selección Sub 17 y llegó a disputar el mundial de la categoría, siendo evidentemente uno de los que sí aparentaba esa edad o bastante menos. Su aporte en la cita mundialista fue mínimo y de hecho, en el segundo semestre del año prácticamente fue desapareciendo. Su frágil físico y la pequeña fama que cobró gracias a los medios que se asombraron con su par de jugadas notables, hicieron a sus marcadores tomar recaudos y dejarlo casi sin ningún protagonismo.
Pablo Palacios
Una muy mala temporada para el cabezón, jugador al que le han cambiado de posición unas 400 millones de veces desde que se enroló en El Nacional y ahora, en el regreso a sus funciones ofensivas, se lo vio bastante mal. Palacios estuvo errático e impreciso la mayor parte del año, lo que derivó en una escasez de generación de jugadas de peligro para el equipo militar. Habría que ponderar por lo menos, que el goleador del 2008 al menos, nunca bajó los brazos y jamás se lo vio displicente.
Cristian Ledesma
El atacante paraguayo llegó en el tumultuoso segundo semestre de Deportivo Quito a reforzar el ataque y alguna esperanza de goles dio en sus primeros partidos, para pasar a estar desapercibido en una plantilla que de por sí era limitada, pero él no podía hacer la diferencia. No lo podemos culpar, lo líos económicos pueden desmotivar a cualquiera, pero estuvo lejos de demostrar que estaba a la altura de la primera división de nuestro país. Estuvo muy negado frente al arco.
Leonel Núñez
De hecho, al “gordo” lo hemos designado como capitán. Paró en el Mushuc Runa de Ambato cargado de su fama y su prominente abdomen, mas no de buen fútbol. Lo poco que se vio del atacante argentino en tierras ecuatorianas fueron los vestigios de lo que alguna vez fue un futbolista importante. Su escandalosa falta de forma lo hace merecedor a ser una de las mayores vergüenzas del año en nuestro fútbol. El gordo debe estar agradecido que económica y dirigencialmente, lo que pasó en nuestro fútbol fue escandaloso y así, su falta de respeto hacia la primera división de un país quedó opacada.
D.T.: Carlos Sevilla
El prestigioso técnico ecuatoriano tuvo la penosa tarea de conducir un cádavaer futbolístico a la segunda división de nuestro país, no sin antes protagonizar uno que otro exabrupto con la prensa, producto sin duda, de todo el stress que debe haber sido, dirigir a este Deportivo Quito que fue cayéndose a pedazos.
Dirigente: por montones. Lo dejamos a su buen criterio, distinguido lector.
Guitarras y gol