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El Nacional y los Años 2010: Una Década Perdida

Los años 2010s fueron por lejos las más tristes para la historia de la institución criolla. La década deja pocas alegrías y un notable desprestigio de un equipo que en algún momento tuvo una historia gloriosa. Es bueno repasar que pasó en estos últimos 10 años con el Club Deportivo El Nacional.

 El cuadro militar arrancó la década tratando de sacudirse de un mal 2009 que fue un preludio los actuales tiempos oscuros. Había contratado a Jorge Luis Pinto, prestigioso técnico colombiano que no tuvo la suficiente fortuna ni conexión con su plantel y duró media temporada tras un rendimiento insatisfactorio de sus dirigidos. Su reemplazo fue el uruguayo Mario Saralegui, quien al menos logró rematar decentemente el 2010 teniendo como figuras a Marwin Pita, Michael Jackson Quiñónez y Edison Preciado. Pinto 4 años más tarde llegaría a cuartos de final del Mundial con Costa Rica.

De la mano de Saralegui en 2011 Nacional cumplió uno de sus años más felices de la década. Con una campaña sólida aunque distante de los equipos que disputaron la final del torneo (Deportivo Quito y Emelec). Pudo aprovechar la coyuntura de una Liga Deportiva Universitaria apaleada por su apretada agenda nacional e internacional y arrebatarle el cupo a Copa Libertadores. Sin duda el jugador estelar de aquel momento fue Juan Luis Anangonó con una importante cuota goleadora.

EL Nacional 2011

El retorno militar a Copa Libertadores fue aparatoso. Victoria mínima 1-0 ante Libertad de Paraguay como local y terrible caída 4-1 en su visita para quedar eliminados en primera etapa. En la temporada pasada había sido negociado al exterior la última gran figura de la cantera: Renato Ibarra, pero pronto se harían manifiestos los errados manejos económicos más el golpe que había sido la discontinuidad de la obligación de aportar parte de su salario al club por parte de los miembros de las Fuerzas Armadas. Saralegui sería apartado de la dirección técnica en media temporada 2012 y su reemplazo fue Sixto Vizuete.

El “Príncipe de Guaytacama” poco pudo hacer con un plantel que estaba más preocupado en su supervivencia que en el juego. Encajó una serie de derrotas que comprometieron a la divisa criolla con un descenso. Vizuete ni siquiera pudo finalizar la temporada y el cuerpo técnico interino comandado por un histórico del club como Orlando Narváez evitó la humillación de la Serie B tras un dramático triunfo como visitante ante Técnico Universitario, su rival directo de aquel trance, llevando mucho público, tal vez un último atisbo de grandeza.

El 2013 arrancaba con el anuncio de un consorcio extranjero interesado en invertir en el equipo. Ellos llevaron al Ecuador al DT español Manuel Tomé y la experiencia no pudo haber sido peor. Con 4 derrotas en fila, este experimento finalizó y el banquillo lo tomó Carlos Sevilla, quien estuvo hasta mediados de 2014 cumpliendo campañas sin brillo aunque tampoco sin el apremio del descenso.

Sorpresivamente a mediados del 2014 Sevilla deja El Nacional para dirigir a Deportivo Quito. Su reemplazo fue el también ecuatoriano Octavio Zambrano, quien hacía curiosamente su primera experiencia en el país. Importante mencionar que en aquel año hubo un momento histórico con la llegada a la presidencia del club por primera vez de un civil como el Doctor Jorge Yunda, actual alcalde de Quito. En el primer año de su gestión llevó a Carlos Tenorio y Pablo Palacios al equipo y junto a Marwin Pita y Daniel Samaniego hicieron un conjunto ofensivo importante. La promoción mediática orquestada por Yunda hizo volver al hincha criollo al estadio, mas los resultados no fueron del todo satisfactorios y aquella temporada terminó en media tabla.

 nacional 2015

 

En el 2015 los refuerzos rimbombantes de Edison Méndez, Eduardo Morante o Anderson Ordóñez no dieron mayor resultado. Fue cesado el DT Zambrano y llegó Rubén Darío Insúa pero el rendimiento no pudo mejorar. A nivel administrativo el tema no caminaba y esto presionó la renuncia de Yunda al cargo en medio de caos y disputas entre sectores civiles y militares. Entre interinazgos en la dirección técnica, Nacional se salvó de descender porque había clubes en un estado calamitoso en la Primera División como Deportivo Quito o Liga de Loja.

 

La bella Larissa Riquelme fue parte de los intentos de mercadeo de la década

La bella Larissa Riquelme fue parte de los intentos de mercadeo de la década

En 2016 ya era Presidente el General Tito Manjarrez quien gestionó la llegada y continuidad del DT uruguayo Eduardo Favaro y con la suma de jóvenes jugadores del Macará como Michael Estrada y Janner Corozo, más la promoción de la cantera y gente de experiencia como Cristian Lara o Pedro Larrea lograron configurar un club competente que si bien nunca estuvo cerca del título, pudo dar la suficiente pelea para clasificar a Copa Libertadores. El 5-0 asestado a Liga de Quito es de los pocos recuerdos gratos de la década para la hinchada criolla.

Pero en el 2017 ocurriría un evento definitivo para el declive del club en cuanto a moral y prestigio. El Nacional había sido sorteado para disputar con Atlético Tucumán la segunda fase de Libertadores y tras un alentador empate 2-2 en Argentina, la historia parecía ser dulce y a los tiempos el Atahualpa se pintaba completamente de rojo. El conjunto argentino tuvo un problema en su desplazamiento de Guayaquil a Quito y llegaron al juego entre sustos y apuros mientras el inicio del cotejo había sido pospuesto. Tucumán se alzó con una victoria 1-0 calificada como heroica por la prensa Austral pero vista como humillante en el lado ecuatoriano. El descorazonamiento del aficionado se canalizó hacia un divorcio amargo con la dirigencia.

 

La noche triste

La noche triste

La campaña local 2017 había arrancado muy mal, pues Nacional se había desprendido de algunos elementos importantes de la temporada pasada, pero en la segunda logró enderezarse y cumplir con su mejor rendimiento de la década alcanzando el segundo lugar del segundo semestre y quedando cerca de disputar la final. Los resultados no fueron lo único rescatable, pues el cuadro criollo practicó un atildado fútbol de toque a ras y agresivo con un extravagante módulo 1-4-1-4-1 alineando así: Johan Padilla; Rinson López, Franklin Guerra, Luis Segovia, Edder Fuertes; Roberto Garcés; Manuel Balda, Jonathan Borja, Adolfo Muñoz, Alejandro Villalva; Bryan De Jesús (Miguel Parrales).

Pero las penurias económicas se hicieron visibles en 2018. Aquel simpático equipo fue prácticamente deshuesado y no hubo una reacción pronta para recomponerlo. Con retazos, Favaro tuvo que afrontar una Copa Sudamericana donde llegó a segunda ronda superando a San José de Oruro pero eliminándose con Defensa y Justicia. En el plano local fue una sola caída y esta vez del descenso a Nacional lo salvó el cambio de formato del torneo, pues su penúltimo lugar lo obligaba a jugar Serie B en 2019 mas la ampliación a 16 equipos lo puso como “invitado” a la nueva Serie A.

Al menos en la década El Nacional tuvo uniformes bonitos

Al menos en la década El Nacional tuvo uniformes bonitos

En el último año de la década, Nacional llegaba atestado de deudas, un presupuesto muy corto por derechos de TV y su “sanción por descenso”. Sus pocas figuras fueron migrando y se apostó en la dirección técnica por el argentino Marcelo Zuleta, quien con un limitadísimo plantel pasó de ser serio candidato a descenso a por lo menos intentar disputar play-offs. En medio del camino la situación del General Manjarrez en la parte administrativa era insostenible, renunció a su cargo y en nuevas elecciones resultó electa la Doctora Lucía Vallecilla, quien logró conseguir algunos refuerzos que hicieron a Nacional al menos competente, aunque muy lejos de quienes disputaron el título. De lo poco positivo pudo volver a vencer como local a Barcelona y Emelec, tarea que en los últimos años ya parecía imposible.

La caída a los abismos del conjunto criollo se refleja en aspectos como el de selección ecuatoriana. Normalmente El Nacional aportaba con algunos integrantes a selección nacional. En la Copa América de 2011 apenas tuvo un titular dentro del equipo que la disputó que fue el defensa Fricson Erazo y al Mundial 2014 fue llamado el portero Adrián Bone como único criollo en la escuadra tricolor. Del 2015 al presente la presencia del club fue prácticamente nula en selecciones. Nacional siempre se jactó de sus divisiones menores, sin embargo en la reciente selección Sub 20 campeona sudamericana y tercera en el mundo no apareció ningún jugador criollo.

Los 2010s han marcado una era con la aparición y fuerte presencia en redes sociales, en las que El Nacional se ha quedado muy atrás en impacto y seguidores de los otros tres grandes del país (Barcelona, Emelec, Liga de Quito) e incluso está por detrás de los ingeniosos más aún jóvenes de Independiente del Valle. Hablando del club de Sangolquí, este la ha apartado definitivamente del sitial de mejor cantera del fútbol ecuatoriano.

Llegado al 2020 incluso se cuestiona a El Nacional en su calidad de “grande del fútbol ecuatoriano”. Apartado de las producciones mediáticas, con el prestigio por los suelos y franco abandono de la hinchada, podría haber algo de cierto. A la dirigencia y socios les queda el gran pendiente de tener respuestas certeras y creativas para devolver al club a la competitividad, pues corre el riesgo de seguir empequeñeciendo severamente su nombre e imagen.

Los 2010s dejaron a El Nacional 0 títulos, 2 participaciones en Copa Libertadores en las que no supero las fases previas a los grupos y 1 en Copa Sudamericana (segunda ronda).

Una alineación de la década sería esta:

Johan Padilla; José Madrid, Fricson Erazo, Franklin Guerra, Ricardo López; Roberto Garcés; Manuel Balda, Marwin Pita, Jonathan Borja, Cristian Lara; Juan Luis Anangonó

DT: Eduardo Favaro

El Anti Equipo 2015

Cuando está a punto de cerrar un año, lo normal es que se elijan los 11 ideales de cada torneo, de cada país, continente, del planeta entero. Como deben estar algo cansados de eso y cada diario, sitio web, programa de radio y televisión ya debe haber escogido el suyo. Nosotros no inclinamos por hacer el “anti equipo”. Un recuento de los futbolistas con más desafortunado andar en el torneo ecuatoriano de primera división 2015. Nos tocó hacer un 3-4-3

Adrián Bone

El portero de El Nacional tuvo por lejos, la peor temporada no sólo desde que ataja para los criollos, sino de su carrera profesional, siendo responsable directo de varias derrotas de su equipo cometiendo errores de novatos que costaron varios goles. El otrora tercer portero de la selección ecuatoriana, quien incluso integró una nómina mundialista está en muy baja forma y su inclusión en el “anti equipo” esperamos sirva para alentarlo a volver a su mejor nivel.

Eduardo Morante

Contratado para la zaga de Nacional con el afán de paliar un déficit defensivo que el equipo militar que se venía venir desde el año pasado. Quien era la promesa en la zaga central del balompié nacional y que fue traspasado en millones de dólares a la U de Chile ahora es una sombra. Sin duda las lesiones fueron acabando con su habilidad para la marca y en los actuales momentos, su total falta de “timing” y precisión lo hace una constante bomba de tiempo para sus compañeros. Una pena como se fue deteriorando la carrera de este jugador.

Andrés Lamas

En el primer semestre del año, el zaguero central uruguayo defendió la divisa de Barcelona S.C. Con el antecedente de haber jugado en Independiente del Valle con mediano suceso la temporada pasada, llegó a filas canarias para reforzar la zaga para los torneos nacionales e internacionales que afrontó el Ídolo con poca fortuna. Repartió faltas y patadas que costaron puntos vitales, una pobre campaña en Libertadores y quedar lejos de la disputa por la primera etapa del torneo local. Duró 6 meses nomás

Juan Carlos Espinosa

“El artista antes conocido como Max Barrios” te hace cuestionar algunas cosas. La primera es el asombro que causa que este muchacho haya podido integrar la selección de otro país. Bajo su seudónimo, “Max” llegó a defender a Perú en categorías menores y después de comprobarse el escándalo de su identidad fue a parar a su club “primigenio”, Liga de Loja, en el cual vimos a un zaguero sumamente rudimentario que entre otras “flores”, causó una grave herida en el rostro a un jugador juvenil. El otro motivo de asombro es cómo en el fútbol ecuatoriano se pudo inscribir a alguien que se le comprobó un fraude con su identidad, pero bueno, esto es Ecuador y ese tipo de cosas mas bien no nos debería asombrar.

Alejandro Frezotti

El volante argentino había jugado previamente en el Deportivo Cuenca y con fama de recio y aguerrido, fue a parar a Barcelona, donde generalmente hay gusto por esas características y con su pinta de Jesucristo, el combo era completo para una afición canaria que suele ser devota de los argentinos melenudos. Se había evidenciado en sus tiempos por tierras morlacas, que no era un dechado de virtudes técnicas, pero sus continuas fallas a la hora de salir con el balón dieron muchos problemas a sus compañeros ubicados en el bloque posterior y con ello, los goles y resultados negativos para la escuadra amarilla, donde no vieron de otra que deshacerse de él a mitad de temporada, para el alivio de su parcialidad que terminó aborreciendo a este futbolista.

Dennis Quiñónez

Uno de la camada de los “Vizuete Boys”. Polifuncional, puede ser usado como back centro o volante de marca y en este lamentable año para Deportivo Quito, justamente jugó en ambos puestos, sin dar buenos resultados en ninguno. Lamentablemente, este futbolista que a inicios de la década se lo contaba como una promesa para el fútbol ecuatoriano, en estos días deambula de equipo en equipo sin poder consolidarse y ya siendo muchas veces, un estorbo en las plantillas de donde termina. Finalmente pudo jugar los últimos partidos del equipo chulla por que literalmente, era lo que había.

Carlos Feraud

Ya van quedando lejos los años en que el, junto al “pipiolo” Uchuari (quien no entró por un pelo en esta lista) causaban sensación en Liga de Loja. Actualmente, Feraud es otro jugador que deambula de equipo en equipo sin poder brillar en ninguno. En el 2015 tuvo una temporada muy irregular, siendo poco aporte para un Deportivo Cuenca que hizo morir de hambre a sus atacantes y no precisamente estamos hablando de su situación económica, sino que en verdad hubo poca generación de juego y lo poco que se llegaba al arco era infamemente desperdiciado. Otra joven promesa que se fue desinflando dramáticamente.

Anderson Naula

Al pequeño Naulita lo ponemos como la sobrevaloración del año. En un inicio asombró como este chico bajo de estatura y poco entrado en carnes, se plantó con desparpajo en una cancha profesional, defendiendo a Liga de Loja. Fue convocado a la selección Sub 17 y llegó a disputar el mundial de la categoría, siendo evidentemente uno de los que sí aparentaba esa edad o bastante menos. Su aporte en la cita mundialista fue mínimo y de hecho, en el segundo semestre del año prácticamente fue desapareciendo. Su frágil físico y la pequeña fama que cobró gracias a los medios que se asombraron con su par de jugadas notables, hicieron a sus marcadores tomar recaudos y dejarlo casi sin ningún protagonismo.

Pablo Palacios

Una muy mala temporada para el cabezón, jugador al que le han cambiado de posición unas 400 millones de veces desde que se enroló en El Nacional y ahora, en el regreso a sus funciones ofensivas, se lo vio bastante mal. Palacios estuvo errático e impreciso la mayor parte del año, lo que derivó en una escasez de generación de jugadas de peligro para el equipo militar. Habría que ponderar por lo menos, que el goleador del 2008 al menos, nunca bajó los brazos y jamás se lo vio displicente.

Cristian Ledesma

El atacante paraguayo llegó en el tumultuoso segundo semestre de Deportivo Quito a reforzar el ataque y alguna esperanza de goles dio en sus primeros partidos, para pasar a estar desapercibido en una plantilla que de por sí era limitada, pero él no podía hacer la diferencia. No lo podemos culpar, lo líos económicos pueden desmotivar a cualquiera, pero estuvo lejos de demostrar que estaba a la altura de la primera división de nuestro país. Estuvo muy negado frente al arco.

Leonel Núñez

De hecho, al “gordo” lo hemos designado como capitán. Paró en el Mushuc Runa de Ambato cargado de su fama y su prominente abdomen, mas no de buen fútbol. Lo poco que se vio del atacante argentino en tierras ecuatorianas fueron los vestigios de lo que alguna vez fue un futbolista importante. Su escandalosa falta de forma lo hace merecedor a ser una de las mayores vergüenzas del año en nuestro fútbol. El gordo debe estar agradecido que económica y dirigencialmente, lo que pasó en nuestro fútbol fue escandaloso y así, su falta de respeto hacia la primera división de un país quedó opacada.

D.T.: Carlos Sevilla

El prestigioso técnico ecuatoriano tuvo la penosa tarea de conducir un cádavaer futbolístico a la segunda división de nuestro país, no sin antes protagonizar uno que otro exabrupto con la prensa, producto sin duda, de todo el stress que debe haber sido, dirigir a este Deportivo Quito que fue cayéndose a pedazos.

Dirigente: por montones. Lo dejamos a su buen criterio, distinguido lector.

Fútbol en Medio de la Vorágine

En estos últimos días la sociedad ecuatoriana se ha visto agitada por dos propuestas de ley impulsadas por el Gobierno Nacional que han producido malestar en buena parte de la población y que han dado pie a manifestaciones a favor y en contra de las políticas aplicadas por el Ejecutivo. Más allá de las consecuencias que pudieran generarse en el escenario político nacional, los acontecimientos de estos días -justo en medio de la participación (ya concluida) de la selección en la Copa América- nos traen el recuerdo de los prematuros finales que tuvieron los periodos de tres Presidentes de la República en un lapso de 8 años y nos permiten echar una mirada a lo que ocurría alrededor del fútbol ecuatoriano en los días en que se produjeron sus respectivas caídas.

1) Abdalá Bucaram Ortiz, febrero de 1997

De lejos el personaje político más excéntrico de las últimas décadas, Abdalá Bucaram llegó a la presidencia luego de dos intentos fallidos (1988 y 1992) tras derrotar en la segunda vuelta de las elecciones de 1996 al actual alcalde de Guayaquil Jaime Nebot. El gobierno de la fuerza de los pobres se fue consumiendo rápidamente por una vorágine de sucesos que quizá no ha tenido igual en el país, por lo que la presencia en Carondelet del líder roldosista previsiblemente tenía sus horas contadas casi desde el mismo momento de su ascensión al mando.

Una de sus más controvertidas decisiones fue convertirse en presidente de Barcelona Sporting Club tras la retirada de su antecesor Isidro Romero, al punto tal de ofrecer la presencia del astro argentino Diego Armando Maradona para que use la 10 en la Noche Amarilla a cambio del pago de un millón de dólares por su participación en la presentación del plantel torero. La situación social del país tuvo su momento más álgido en las llamadas «Jornadas de Febrero» que desembocaron en la destitución de Bucaram por el Congreso el 6 de febrero de 1997, el breve interregno de doña Rosalía Arteaga por un par de días y, finalmente, en el largo interinazgo presidencial de Fabián Alarcón.

En aquellos días la selección nacional dirigida por el colombiano Francisco Maturana estaba en plena disputa de las eliminatorias sudamericanas a la Copa del Mundo de Francia 1998. El 12 de febrero le tocaba recibir a Uruguay por la novena fecha en medio de todo el ambiente convulsionado que vivía el país que incluso puso en riesgo la realización del partido. Por fortuna para ese día, un miércoles posterior al feriado de Carnaval, las aguas se habían medianamente calmado y el encuentro se disputó en el Estadio Olímpico Atahualpa al mediodía ante una pobre concurrencia de público al escenario capitalino. Tras una dura derrota ante Bolivia el mes anterior, Pacho decidió hacer unos cambios en su alineación: reemplazó a Carlos Luis Morales por Johvani Ibarra (cuando todavía era Geovanny) y apostó por la dupla atacante del campeón El Nacional, Agustín Delgado y Kléber Chalá.

El partido dirigido por el referee argentino Javier Castrilli se saldó con una categórica victoria ecuatoriana por un tanteador de 4-0, la más abultada del historial y primera en eliminatorias ante Uruguay. Alex Aguinaga abrió la cuenta a los 6′, luego Agustín Delgado marcó un doblete a los 68′ y 76′, y Kléber Chalá cerró la goleada a los 87′. Fue un encuentro de un trámite muy favorable a Ecuador desde el arranque y sin mayores sobresaltos para el combinado tricolor ante una selección charrúa que terminó con tres expulsados en el segundo tiempo. Al final de las eliminatorias la Tri no pudo cumplir con la meta de clasificar a un mundial por vez primera, le tocaría esperar cuatro años más para conseguirlo.

2) Jamil Mahuad Witt, enero del 2000

El mes de enero suele ser uno de escasa actividad futbolera por estas latitudes; los clubes se encuentran en plena etapa de pretemporada y apenas hay un puñado de encuentros amistosos, o tan solo se cuenta con la participación de alguna selección juvenil en un sudamericano. Por otro lado la situación política del país en enero del 2000 andaba bastante movida: el gobierno de Jamil Mahuad, iniciado en agosto de 1998, concluyó abruptamente tras una escalada de rápida degradación de la economía que nos llevó a la adopción del dólar estadounidense como moneda nacional en sustitución del moribundo sucre. La movilización indígena apoyada por parte de la oficialidad militar provocó la caída del presidente el viernes 21 y la proclamación de un triunvirato en la noche del mismo día, para culminar a la mañana siguiente con la novedad de que Gustavo Noboa asumía la presidencia. Rock and roll a la ecuatoriana.

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Portada de Revista Vistazo. 20 de enero de 2000

El gobierno de Mahuad tuvo un andar turbulento. En medio de una de las tantas crisis que tuvo que enfrentar, la huelga general convocado el 5 de julio de 1999, se disputó la Copa América de Paraguay. Luis Chiriboga recién estaba al mando de la Federación y una de las banderas de su campaña fue la de “ecuatorianizar” la banca de la selección. Carlos Sevilla fue nombrado DT de la selección y su campaña en Copa América fue desastrosa (algo a lo que lastimosamente nos estamos acostumbrados). Con cero puntos y tan solo el tenue brillo de los goles de Iván Kaviedes en las derrotas ante Argentina y Uruguay, se decidió dar marcha atrás al “proyecto ecuatoriano” y apostar por la línea colombiana que duró hasta 2014, con resultados en su mayor parte satisfactorios.

Se contrató a Hernán Darío Gómez para dirigir a la selección en reemplazo de Carlos Sevilla tras la pobre Copa América del año anterior y, como parte de la preparación al arranque de las eliminatorias al mundial 2002, se disputó un amistoso el 27 de enero en Tegucigalpa ante Honduras que concluyó en empate a 1. En lo que respecta a clubes, el torneo local estaba por arrancar el fin de semana del 12 y 13 de febrero, mientras que a nivel internacional Liga de Quito, El Nacional y Emelec debutarían en el mismo mes por Copa Libertadores, la primera vez en que el país contaría con 3 representantes en el principal torneo continental.

3) Lucio Gutiérrez Borbúa, abril del 2005

El coronel Gutiérrez saltó a la escena pública ecuatoriana en la rebelión del 21 de enero del 2000 que defenestró a Jamil Mahuad. Arrestado por golpista y luego amnistiado por el Congreso, Gutiérrez organizó su movimiento Sociedad Patriótica con el cual venció en las elecciones presidenciales del 2002. Su mandato se empezó a deteriorar con la destitución de la Corte Suprema de Justicia y el nombramiento de nuevos jueces el 8 de diciembre del 2004, para alcanzar su cénit con los regresos al país de Abdalá Bucaram, Gustavo Noboa y Alberto Dahik en abril del 2005 que desembocó en la «Rebelión de los Forajidos» y su abandono del cargo decretado por el Congreso el miércoles 20 de abril nombrando a Alfredo Palacio como su sucesor.

En aquel 2005 se implementó por única vez la disputa de dos campeonatos en una misma temporada. El fin de semana anterior a la caída del gobierno se había realizado la novena fecha del Apertura y la tabla estaba liderada por Liga de Quito que finalmente sería el campeón del primer semestre, mientras que el goleador era Otilino Tenorio quien en esa fecha había marcado un hat-trick a Emelec los cuales fueron, lamentablemente, sus últimos goles antes de su trágico fallecimiento semanas después. En lo internacional Deportivo Cuenca, Olmedo y Liga participaban en la fase de grupos de Copa Libertadores y de hecho el martes 19 de abril el Ciclón riobambeño venció de local al Junior de Barranquilla por 3-1.

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Otilino festejando sus últimos goles.

Por su parte la selección estaba al mando de Luis Fernando Suárez quien sucedió al Bolillo Gómez después de la (una vez más) decepcionante Copa América del año anterior y estaba encaminada hacia su segunda clasificación a un mundial tras derrotar en marzo a Paraguay por 5-2 y empatar en Lima ante Perú por 2-2. Como anécdota queda por destacar que en aquellos días el técnico colombiano convocó al goleador de la Sub-17, Felipe Caicedo, para un amistoso ante Paraguay a disputarse el 4 de mayo en New Jersey. (1)

(1) http://www.eluniverso.com/2005/04/20/0001/8/2A77284F5CA44A42AB4AF07E44BE51DD.html

Gerardo Garnica

@GerardoGarnica