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Un 2018 Frustrante Para el Ídolo

Cuando se realiza el compendio de un proyecto usualmente se trata de sintetizar el resultado final en una sola palabra, y en el caso del ciclo 2018 de Barcelona Sporting Club esta se puede resumir en “frustración”. Un año más en que el Ídolo del Astillero cierra una temporada en blanco, con un fracaso estrepitoso en la primera fase de la Copa Sudamericana, un rendimiento descendente en el Campeonato Nacional y una serie de problemas dirigenciales que empañaron el cierre del año del cuadro guayaquileño.

El reto del 2018 se trazó claramente desde el principio de la temporada: priorizar la recuperación del título nacional que se perdió el año anterior y llegar lo más lejos posible en la competencia internacional, tal como ocurrió con la magnífica actuación en la Copa Libertadores del 2017. Para esto el club mantuvo en la dirección técnica al uruguayo Guillermo Almada y a la base del plantel de las dos anteriores temporadas, a pesar de la partida de uno de los emblemas de este periodo: el goleador charrúa Jonathan Alvez, que partió hacia el Junior colombiano. Adicionalmente el club dio en préstamo a Richard Calderón y Washington Vera, usuales alternantes del primer equipo, para que ganen minutos lejos del Monumental.

Como refuerzos principales se sumaron: el delantero argentino Juan Ignacio Dinenno, proveniente de Deportivo Cuenca, con la misión de reemplazar la cuota goleadora de Alvez, el mediocampista paraguayo Víctor Ayala, y los nacionales Michael Arroyo (que regresaba al club luego de 5 años), Jonathan Betancourt y Steven Zamora. La idea de Almada seguía manteniéndose invariable: un esquema de juego vertiginoso con mucha presencia de laterales y extremos que alimenten el caudal ofensivo del equipo orientado por el enganche o mediapunta en el tradicional esquema 4-2-3-1 del técnico charrúa.

El arco siguió siendo custodiado por uno de los referentes del plantel, Máximo Banguera, que se mantuvo como uno de los jugadores de mejor rendimiento del plantel, salvando al equipo en varios momentos de fragilidad defensiva. En el apartado defensivo se siguió apostando por un ya consolidado Darío Aimar en el centro de la zaga, acompañado habitualmente por Luis Caicedo y alternando con Xavier Arreaga en otras ocasiones. En los laterales se dio la proyección de una de las grandes revelaciones de la temporada, el joven Byron Castillo, que fue una refrescante aparición que solventó el bajo nivel de Pedro Pablo Velasco y el inconstante rendimiento que ofrecieron Mario Pineida y Beder Caicedo a lo largo del curso.

La mitad de la cancha siguió siendo cimentada por la presencia de Gabriel Marques y el incombustible capitán Matías Oyola, que siguió manteniendo la titularidad ante el poco aporte que terminó siendo el paraguayo Ayala. Por las bandas se siguió dando protagonismo a los extremos Ely Esterilla, quien tuvo una temporada de altibajos pero que en algún momento Almada lo reconvirtió como mediocentro ante la necesidad de otorgar mayor juego interior al equipo, y Marcos Caicedo, que de a poco fue perdiendo espacio por su descendente nivel y terminó siendo relegado a la suplencia por Michael Arroyo cuando Gambetita ya tuvo el suficiente estado de forma para adueñarse de ese puesto. Por su parte Damián Díaz continuó siendo el enganche sobre el cual se orientó el juego ofensivo de Barcelona pero, al igual que la mayoría de sus compañeros, no dio un rendimiento constante al de años anteriores lo cual fue algo que marcó la inconsistencia en el andar del cuadro torero.

En la delantera quedó la difícil tarea de reemplazar a Alvez, y si bien Ariel Nahuelpán era el indicado para arrancar como titular, sus pocas prestaciones en el inicio del año lo hicieron perder la titularidad ante Dinenno, que llegó a posicionarse entre los goleadores del campeonato hasta que una lesión a mediados de la Primera Etapa lo sacó de su mejor forma y que a larga le costó el no poder retomar su nivel cuando ya estuvo recuperado; a pesar de esto, Dinenno finalizó como el goleador de Barcelona al anotar 16 tantos en el torneo nacional y 1 en Copa Sudamericana. Otro valor ofensivo destacado fue la Culebra Erick Castillo que actuó como una especie de comodín para el esquema de Almada, quien lo utilizó como extremo, mediapunta y hasta de centrodelantero, dando siempre la talla cuando se lo requirió.

El concepto planificado por Almada tuvo su primer severo tropiezo en la Copa Sudamericana al caer penosamente en primera fase ante el conjunto paraguayo de General Díaz. Desde aquel momento se notó claramente un déficit en el modelo de juego torero que se acrecentaría con el paso de los meses: pocos e intermitentes momentos de vértigo ofensivo, ausencia de la intensa presión alta que tanto caracterizó al equipo en los años anteriores (notable la falta de Alvez en este aspecto) y una evidente baja en el rendimiento de varios elementos tanto titulares como alternantes.

A pesar del fracaso internacional, Barcelona inició de gran forma el torneo nacional consiguiendo su mejor arranque histórico al sumar 8 victorias y 2 empates en sus primeros diez compromisos, con un brillante estado de forma de Dinenno y Castillo como figuras del equipo. No obstante el punto de inflexión de la primera etapa llegó luego de esta racha inicial tras la doble derrota en las fechas espejo ante Liga de Quito que le permitió al cuadro albo llegar a la punta del campeonato, posición que ya no la perdería hasta finalizar la etapa. El golpe no fue asimilado prontamente por el conjunto canario que llegó a encarrilar una triste derrota de local ante Guayaquil City, un empate in extremis en el Clásico del Astillero de visitante y otro empate de local contra Aucas que mermaron las opciones amarillas de pelear por la Primera Etapa.

Para el segundo semestre de la temporada se produjo la sensible partida de Erick Castillo al fútbol mexicano, además de las bajas de Cunti Caicedo y Ayala, mientras que se apuntaló el plantel para llegar a la final con la llegada de refuerzos como Frickzon Erazo, Joffre Guerrón, además del regreso de Christian Alemán y José Ayoví, todos con la incertidumbre de la poca actividad futbolística reciente en sus carreras. Esto último se vio reflejado con el poco aporte de cada uno de ellos, ya que apenas Alemán pudo ser un habitual en el once titular especialmente desde la lesión de Kitu Díaz; siendo el caso extremo el de El Elegante Erazo que no pudo ser inscrito por problemas con la transferencia desde Vasco Da Gama, lo que sumado a la seria lesión de Aimar, obligó al director técnico a usar a Arreaga y al joven Félix Torres como pareja de centrales titulares por el resto del torneo.

La Segunda Etapa fue un reflejo de los altibajos que tuvo el club en el torneo: tras otro buen arranque en el que llegó a encadenar 15 partidos sin perder, Barcelona volvió a estrellarse contra Guayaquil City en el Monumental finalizando su largo invicto, para a fecha seguida perder la punta ante Emelec y acumular una racha de 8 partidos sin triunfos que lo condenarían a no pelear por un lugar en la final del campeonato. Como premio consuelo, el cuadro torero finalizó en el segundo lugar de la tabla acumulada, lo que le valió la clasificación a la Segunda Ronda previa de la Copa Libertadores.

El 2019 de Barcelona estará marcado por el objetivo de conquistar el título nacional en la primera edición regentada por la Liga Pro, para lo cual contará con la continuidad del estratega Guillermo Almada y un plantel que con unos retoques seguramente continuará siendo protagonista a nivel nacional. No obstante vale recordar que es un año en que se celebrarán elecciones al directorio del club, lo que podría incidir en las metas deportivas del conjunto torero, tomando en cuenta que algunos de los miembros principales del cuadro dirigencial ya dieron un paso al costado antes de finalizar el periodo actual, lo cual ya generó cierto grado de incertidumbre en el andar de la institución.

Foto Principal tomad de Pública FM

Un Análisis del Campeón 2018

Liga Deportiva Universitaria arrancaba la temporada 2018 con una importante reforma en su plantel. Veteranos como Norberto Araujo o Daniel Viteri dejaban el equipo y daban paso a la llegada de nuevos valores que se sumaban a la base que había conformado Pablo Repetto en la temporada anterior.

De tal manera, algunas de las numerosas incorporaciones fueron: Adrián Gabbarini, Anderson Ordoñez, Franklin Guerra, Hernán Pellerano, Christian Cruz, Jefferson Orejuela, Jonathan Borja, Gastón Rodríguez, más el regreso de Fernando Guerrero.

La sola revisión de los nombres de los refuerzos daba a indicar que la mayor preocupación del Cuerpo Técnico y la dirigencia estaba en el sistema defensivo; concepto que evidenciaría inmediatamente en el funcionamiento del equipo, que desde las primeras fechas supo encontrar en su arquero y defensa la mayor fortaleza, que se mantuvo durante todo el año.

La consigna desde el principio era clara: a Liga iba a ser muy difícil anotarle goles. Guerra y Ordoñez inmediatamente se mostraron como una pareja complementaria que brindaba mucha solidez al equipo y además eran muy útiles en la salida del balón, apartado trascendental en el fútbol actual. Adicionalmente, Adrián Gabbarini se mostró como un líder natural desde la retaguardia, una magnífica prestancia en momentos definitivos, y por si fuera poco, un talento innato para atajar penales; el primer triángulo de un equipo exitoso había sido forjado con acierto.

Pese al gran rendimiento de los mencionados jugadores, la defensa lejos estaría de ser un problema durante el curso, en primer lugar la lesión de Ordoñez traspasaría la titularidad a Horacio Salaberry, quien rápidamente seguiría la misma suerte que su compañero y resultando lesionado por el resto de la temporada, recayendo entonces la responsabilidad de acompañar a Guerra en Hernán Pellerano, refuerzo argentino quien tuvo un difícil inicio, entendible por su prolongada inactividad, pero que con el paso de los partidos se terminó por asentar.

Tales fueron las contingencias que se debieron enfrentar en defensa que en la final ante Emelec, los dos zagueros (Guerra y Pellerano) salieron lesionados en los primeros 25 minutos, quedando encargados de cubrir sus posiciones el lateral reconvertido en central Edison Realpe y el joven Kevin Minda, cumpliendo ambos actuaciones sobresalientes, a la altura de tamaño reto; quedaba claro que más que un tema de nombres, la solvencia defensiva de Liga venía desde el sistema, en otras palabras, del entrenador.

Los laterales titulares durante prácticamente toda la temporada fueron José “choclo” Quintero y Cristian “chavo” Cruz; quienes fueron muy importantes tanto en defensa como en sus responsabilidades ofensivas; generando interesantes sociedades con los hermanos Julio (Anderson principalmente) y Fernando Guerrero, quienes usualmente los acompañaron por las bandas. No está por demás destacar su aporte en las pelotas paradas, tanto en el cobro de tiros libres o de esquina, como en su rol en juego aéreo, especialmente Quinteros.

En el mediocampo Liga sufrió la baja a inicios de temporada de sus dos organizadores: José Cevallos y Sherman Cárdenas. La respuesta de Repetto fue el encargar la generación de jugadas ofensivas a varios de sus mediocampistas, especialmente a los que jugaban en la primera línea (Orejuela Intriago y Vega) y a Fernando Guerrero quien arrancaba casi siempre en izquierda y desde ahí organizaba las operaciones.

Continuando hacia adelante, la ofensiva de Liga puede ser explicada en dos momentos, el primero con Hernán Barcos en el equipo, y el segundo sin él. La primera parte del año tuvo al delantero argentino como la principal referencia de juego albo. La solidez defensiva era aprovechada por el equipo al tener un futbolista de la categoría de Barcos, quien necesitaba de muy poco para generar serio peligro a cualquier rival. Ante tal faro, los hermanos Julio, Gastón Rodríguez y el propio Fernando Guerrero se vieron beneficiados pues la calidad del argentino siempre resultó un comodín para las aspiraciones del equipo.

Luego de ganar la primera etapa Hernán Barcos se fue a Cruzeiro, siendo este un momento crítico de la temporada. Más allá de la contratación del delantero colombiano Martínez Borja, se evidenció que el DT uruguayo iba a aplicar la misma estrategia de anteriores bajas; que sea el equipo, con sus automatismos y recursos, el que subsane la salida de en este caso, su mejor jugador.

Especial atención merece el accionar de Juan Luis Anangonó, quien en la primera parte del año había sido muy importante como recurso ofensivo de minutos finales. A partir de la salida del capitán, el delantero ecuatoriano adquirió una preponderancia indiscutible; siendo ahora no solo un recurso sino casi que el sistema, anotando goles importantes, pero principalmente oficiando como un auténtico piloto de ataque, abarcando con sus desmarques y apoyos todo el ancho de la cancha, generando superioridades contra casi todas las defensas y asociándose siempre con criterio; los hermanos Julio rápidamente se adaptaron al juego de su nuevo compañero de ataque, la convivencia fue a la postre decisiva.

Como recurso fue importante Gastón Rodríguez, uruguayo de difícil relación con gran parte de la hinchada, quien en cualquier caso tuvo puntuales aportes cuando salía desde el banco, desequilibrando partidos que se planteaban complicados y que Liga no los había podido resolver; la misma función tuvo Jonathan Borja, con mucho menor suceso, lejos de su excelente versión mostrada en 2017 en Nacional.

Queda nada más por mencionar a, quizás, los nombres propios de la onceava corona universitaria, Johan y Anderson Julio; jóvenes valores que desde hace un par de temporadas venían alternando en el primer equipo y que pese a los malos momentos de dichos planteles mostraron condiciones interesantes; las cuales se ratificaron completamente en la temporada que acaba de terminar.

Johan y Anderson fueron importantes todo el año aun cuando gran parte de los hinchas opinábamos que quizás tenían demasiados minutos en cancha; jugadores rápidos, polifuncionales en las posiciones de ataque, de buena técnica, hábiles y sacrificados en el robo de balón, y quizás lo mejor es que han demostrado mejora en su nivel de manera progresiva hasta llegar a ser dos de las principales figuras en las finales del campeonato; en fin, jugadores “modernos” que Liga logró posicionar desde la cantera y que ya tienen una vuelta olímpica en la vitrina, no es poco.

 La temporada fue complicada, hubo varias lesiones, suspensiones, se padeció la doble competencia en cierto momento, se enfrentó la salida del mejor jugador del equipo, y ante cada contratiempo Liga no decayó; la solidez defensiva no se comprometió ante ninguna eventualidad y poco a poco apareció un fondo de juego muy importante.

Gradualmente fueron haciéndose más importantes en el juego los mediocampistas; cabe nada más revisar la actuación de Orejuela e Intriago en los partidos de Emelec para encontrar el fruto del trabajo de toda la temporada; la labor de Pablo Repetto y su cuerpo técnico ha sido excelente, no solo en la dirección técnica de los partidos, sino en el manejo del grupo, al que se vio totalmente comprometido hasta el final.

Liga Deportiva Universitaria fue el mejor equipo del año 2018, su décimo primera corona es merecida, salud a sus directivos, jugadores e hinchada.

Foto principal tomada de MetroEcuador

2018 Triste y Doloroso

Los estadígrafos han señalado que esta ha sido la peor temporada del Club Deportivo El Nacional en su historia. Incluso peor que aquella que desembocó en el único descenso registrado del equipo en 1979. En teoría en este año el equipo criollo también descendió, pero disputará la Serie A en 2019 por obra y gracia de las reformas de la Liga Pro, la que configuró el torneo del próximo año con 16 equipos y suprimió por esta vez las pérdidas de categoría. A nivel internacional apenas llegó a segunda fase de Copa Sudamericana superando a San José de Oruro pero cayendo ante Defensa y Justicia de Argentina.

El tremendo fracaso de Nacional se debe a varias razones, las cuales intentaremos analizar. La primera, la más clara y a la que siempre se debe acudir es el grupo de jugadores. Nacional tuvo el triste récord de quedar con la valla más vencida del torneo recibiendo 82 tantos, cifra casi catastrófica para un cuadro con su tradición y para cualquiera que desea mantenerse en primera división. La razón claramente apunta a su defensa que estuvo durante todo el año particularmente desacertada. Luis Segovia era el llamado a hacerse cargo de la misma, pero le falto precisión e incluso velocidad y jamás encontró el compañero adecuado. Pasaron por ahí Javier Quiñónez con muchas actuaciones olvidables, César Batalla quien era el refuerzo obligado a lucir y que de hecho lo normal era que termine los juegos con muy bajas calificaciones. También e intentó con los jóvenes Tana o Peña de quienes se espera desesperadamente que muestre su mejor cara el próximo año.

Continuando con la mirada hacia la portería criolla, Johan Padilla nuevamente fue el titular haciendo lo que buenamente pudo y con varias buenas actuaciones que fueron mermando con el paso del año. Al final las lesiones y rumores de estar involucrado en amaños de partidos lo perjudicaron. José Cárdenas tuvo un par de oportunidades y en algunas todavía se lo vio nervioso. Parte del descalabro defensivo se vio desde el medio sector, donde Roberto Garcés es clave y sus prolongadas ausencias por lesión dejaron inmensos espacios por donde no pararon de atacarle al rojo. En pocas, una suma desastrosa de factores.

A Nacional no le funcionaron sus refuerzos. Jonny Uchuari llegó para reemplazar en la creación a Jonathan Borja y su rendimiento fue bajo, Daniel Angulo en el ataque tuvo un arranque prometedor pero las lesiones lo perjudicaron y sobre el final sus actuaciones fueron bajísimas. Se habló del mal pasar de Batalla, Jonathan y Darley Carabalí por las bandas no tuvieron constancia y Ángel Gracia fue el único acierto 2018, quien con su despliegue por la banda izquierda y buen remate de balón detenido tuvo varios partidos destacados.

Muy pocas veces Nacional contó con sus armas ofensivas completas, pues sobretodo en la segunda etapa el plantel sufrió de una auténtica plaga de lesiones. Jorge Ordóñez, Alejandro Villalva, Adolfo Muñoz, Manuel Balda y Miguel Parrales juntos incluso eran temibles, pero pocas veces coincidieron, lo que mermó el potencial de ataque de los dirigidos por Eduardo Favaro, quien hasta este año estuvo al frente de los militares mientras se le fueron acabando las ideas para armar los retazos de un plantel que se le desmembró a principios de año y que las coyunturas no lo dejaban parchar.

El rojo terminó penúltimo en la tabla acumulada, con un teórico descenso, Sumando apenas 39 puntos, únicamente 9 victorias y finalizando el año con 14 fechas consecutivas sin poder alzarse con el triunfo. Números pavorosos que se reflejaron en las gradas, donde la ausencia fue notoria causada por una hinchada que si bien es resultadista como cualquiera del Ecuador, simplemente no pudo soportar caída tras caída, vergüenza tras vergüenza y además se agravó por la fuerte antipatía que se percibe hacia la directiva encabezada por el General Tito Manjarrez, a quien no solamente se le carga con los malos resultados, sino que ha hecho poco por comulgar con los aficionados situándose permanentemente en un contrapunto con la misma. Tampoco ayuda la guerra las radios quiteños también se ha gestado ese resentimiento con sus posturas muy condescendientes o caústicamente críticas dependiendo de “la vereda”, lo que se reflejan en una de las peores suma de asistencias al estadio de la historia. Al parecer en el 2018 todo se confabuló en contra de los puros criollos.

Manjarrez aún tiene 3 años como Presidente del club con una antipatía generalizada y un ambiente aparentemente roto entre hinchada – grupo de jugadores y directiva. Ante este malestar en teoría sería lo más saludable que de un paso al costado pero ha insistido con no renunciar. El panorama para el 2019 es poco alentador pues la mayoría del equipo titular 2018 ha negociado su incorporación a otros clubes dejando al equipo militar prácticamente desarmado, además el equipo seguiría en crisis económica pese a que la gestión Manjarrez ha tratado de ser austera y con un panorama en el que sus ingresos por concepto de derechos de televisión podrían verse seriamente afectados por el “descenso teórico” no se podría esperar grandes contrataciones. Su única esperanza reside en las particularmente exitosas campañas del equipo de reserva y sub-18, las cuales llagaron al título y subtítulo de sus categorías respectivamente. Seguramente ahí habría buenos elementos que puedan integrar la Primera División. Ya se vio algunos buenos jugadores jóvenes como Ronny Medina o Kevin Peralta.

Nacional padeció en 2018 y todo hace creer que no será un 2019 venturoso. La directiva tendrá que hacer un supremo esfuerzo y tal vez invocar a la suerte para armar un plantel lo suficientemente competitivo que haga reverdecer su credibilidad así como sanar resentimientos que parecen irreconciliables con los seguidores de la divisa criolla.

11 Ideal y Anti 11 2018 del Torneo Ecuatoriano

Haciendo una vez más este ejercicio anual hemos elaborado un listado un poco más equilibrado en cuanto a los equipos que aportan con su conformación. Leamos entonces los méritos de los integrantes de este 11 ideal.

Esteban Dreer

Una de las mejores temporadas del portero de origen argentino de las ya varias con las que cuenta en el Ecuador. Actualmente es el indiscutible líder de Emelec y su voz de mando en cancha decidió tantos partidos como sus reflejos. La cantidad de atajadas clave en la segunda etapa fueron decisivas para un equipo que pasó de estar un tanto relegado hacia el protagonismo, lo que lo llevó a ganar la segunda mitad del torneo. Parece que en la madurez de la carrera ha pulido mucho de su técnica. Fue un 2018 brillante.

Byron Castillo

El joven lateral de Barcelona fue una de las brisas de esperanza de una campaña del cuadro amarillo que si bien no fue del todo mala (clasificó a Libertadores) no estuvo de acuerdo a la expectativas que generó. Volviendo a Castillo, su recorrido por la banda derecha fue sumamente completo, es decir, para controlar los extremos laterales rivales era bastante eficiente y fue uno de los principales motores ofensivos del Ídolo del Astillero. Dentro de tanto nombre “rimbombante”, fue el que más lució.

Franklin Guerra

Al zaguero de Liga le vino muy bien el cambio de camiseta. Rápidamente Guerra se convirtió en el líder que la retaguardia alba necesitaba. Siempre oportuno con los cierres y criterioso para jugar, también fue un pilar de la campaña que llevó a la “U” al título debido a que fue el más regular en la alineación, ya que Liga padeció a lo largo de la temporada de problemas con lesiones en el compañero de zaga de Guerra, siendo que en la final este mismo jugador colapsó físicamente. Fue una de las contrataciones más acertadas del año.

Leandro Vega

El defensor argentino llegó en la segunda mitad de la temporada para enmendar los problemas defensivos que Emelec sufrió al principio y junto con Dreer convirtieron a la zaga millonaria en una de las más seguras del año. Con mucha sobriedad, precisión y limpieza lució en las canchas del país y también su presencia fue fundamental para que el bombillo pueda acceder a la final del campeonato. Casi impecable.

Anderson Julio

Es por lo menos irónico que uno de los hermanos Julio integre la alineación ideal de la temporada, puesto que sus actuaciones fueron criticadas durante buena parte del año, más su participación en las finales fue decisiva con goles y técnica deslumbrantes. El rendimiento de Anderson Julio fue creciendo hacia las últimas semanas de la temporada mejorando su capacidad de administrar su velocidad, una característica distintiva de él y su hermano Johan.

Jefferson Intriago

Otro de los grandes valores del título de Liga Deportiva Universitaria fue uno de sus volantes centrales. Intriago heredó un puesto con tradición y presión en el cuadro de camiseta blanca. Con las suficientes cuotas de garra y buen fútbol reguló el mediocampo de su equipo, factor fundamental para impulsar su ataque y neutralizar el del rival especialmente en las finales.

Jhegson Sebastián Méndez

Uno de los jóvenes valores que se vio en el campeonato ecuatoriano 2018 fue el volante central de Independiente del Valle. Con mucha técnica y panorama del campo de juego ciertamente sorprendió al público a pesar que no es precisamente su primera temporada del jugador. Tanto fue su calidad demostrada que fue parte esencial de los juegos amistosos de la selección ecuatoriana en 2018 teniendo actuaciones relevantes.

Andrés Chicaiza

El volante de Delfín sin duda fue uno de los consentidos de la temporada dando una nueva sensación al juego de Delfín por una versión más vistosa que la de la temporada 2017 donde accedieron a la final y a pesar que esta vez el elenco manabita no pudo repetir tal desempeño, al menos repetirá actuación en Libertadores. Se podría decir que fue el jugador “mágico” de la temporada, el más querido, el más popular, el talento.

John Cifuente

El goleador de la temporada obligadamente debe estar en el 11 ideal. John Cifuente demostró en los últimos años que es un jugador con mucho gol, pero tal vez no tomaba las decisiones adecuadas. En esta ocasión se observó a un jugador más maduro, centrado y con aquellas virtudes fácilmente se transformó en artillero letal y con sus 37 años alcanzó el segundo lugar de goleadores de todos los tiempos del torneo ecuatoriano. La notable cifra lo llevará al fútbol de Egipto en 2019 desde su actual Universidad Católica.

Juan Luis Anangonó

“Anangondios”, apodo que el delantero de Liga de Quito se ganó a pulso con sus goles importantes, aquellos que en los últimos minutos permitían continuamente sumar de a 3 o por lo menos de 1 a los universitarios en el camino al título. Pero lo de Anangonó no sólo fue goles, sino también una inteligente lectura de juego que permitía arrastrar marcas y generar jugadas de gol junto a sus compañeros briosos pero más inexpertos. Se podría hablar del jugador más valioso de la temporada.

Brayan Angulo

El comienzo de temporada del “Cuco” fue simplemente espectacular luciendo prácticamente imparable en cada una de sus presentaciones. Con del bajón que sufrió su equipo a mediados se año también su figura se opacó, pero cuando Emelec recobró el impulso, nuevamente se vio al jugador rápido, inteligente y certero cuyos goles y asistencias fueron muy importantes para el arribo de su equipo a la gran final. Estuvo cerca de llegar a 30 goles. Cifra muy importante.

* el 27 de diciembre trascendió un posible caso de identidad adulterada que involucra al jugador Byron Castillo. Hemos decidido sostenerlo en la alineación y se espera una resolución sobre su problema

Entonces la alineación ideal es esta:

Esteban Dreer; Byron Castillo, Franklin Guerra, Leandro Vega; Anderson Julio, Jefferson Intriago, Jhegson Méndez, Andrés Chicaiza; John Cifuente, Juan Anangonó, Brayan Angulo

 

DT: Pablo Repetto

Jugador más valioso: Juan Luis Anangonó

 

Ideal alternativa:

Adrián Gabbarini; Richard Schunke, Alejandro Manchot, Marlon Mejía; Romario Caicedo, Ronald De Jesús, Nicolás Queiroz, Angelo Preciado; Edson Montaño, Carlos Garcés, Juan Manuel Tévez

 

Y el anti equipo del año:

Walter Chávez: Durante su titularidad a Técnico Universitario le hicieron una gran cantidad de goles que lo enviaron a los últimos lugares, aunque tal vez su defensa no ayudaba mucho. Cuando perdió su puesto el arco del rodillo lució más seguro.

Francisco Silva: Podría considerarse el fracaso del año en cuanto a fichajes. Llegó con polémica, pues fue uno de los emblemáticos de Delfín finalista 2017 y jamás pudo encajar en Emelec, de donde salió a mitad de temporada con un bajo rendimiento e incluso con escándalos personales.

César Batalla: Una de las apuestas que hizo El Nacional en su zaga y no le pudo salir peor. El joven zaguero no pudo ganarse la titularidad y cuando fue necesario alinearlo no estuvo acertado ni en marca ni en velocidad, siendo el causante de varios goles contra su equipo.

Javier Quiñónez: No es la primera temporada para el zaguero de Nacional, pero en esta necesariamente tenía que afianzarse en su puesto, pero en escasas ocasiones fue garantía de seguridad, estando generalmente mal ubicado y siendo fácilmente superado por sus rivales.

Facundo Melivillo: Deportivo Cuenca tuvo una temporada para el olvido y se vio reflejado en la contratación de este volante argentino que perdió rápidamente su espacio para salir del elenco azuayo a mitad de temporada siendo muy poco aporte en marca o creación de juego.

Jonathan Borja: Era uno de los refuerzos que más expectativa generaba en Liga, pero estuvo muy lejos de ganarse un puesto en el conjunto albo, por lo que tuvo muy pocos minutos y fue prácticamente intrascendente para la consecución del título.

Jefferson Montero: El internacional futbolista había arribado a Emelec como uno de los fichajes estrella, siendo una agresiva estrategia para buscar revalidar el título, sin embargo fueron habituales sus problemas físicos y en general nunca sintonizó con la idea de juego azul. Volvió a Europa donde de hecho le va mejor.

Walter Ayoví: El legendario ex capitán de la selección ecuatoriana tuvo una temporada para el olvido que claramente se ve como una de las últimas. Perdió rápidamente su puesto y fue tomado muy poco en cuenta cuando el objetivo de su contratación era ser el hombre distinto.

Juan Cobelli: Este delantero argentino tuvo una gran temporada hace un par de años con Deportivo Cuenca, pero esta vez no le fue tan bien en Técnico Universitario con presentaciones poco acertadas y perdiendo progresivamente su puesto.

Daniel Angulo: El arranque de este centro delantero con El Nacional había sido bueno, mas fue víctima de problemas físicos y cuando retornó quedó lejos de un buen nivel de juego, perdiendo varias ocasiones de anotar y hacer menos tortuosa la campaña de su equipo.

Alexis Domínguez: El llamado a ser el grito de gol de Guayaquil City tuvo muy pocas oportunidades de mostrar sus méritos y en general se prefirió no disponer de él al punto de modificar incluso módulos tácticos.

 

Foto principal tomada de: Diario Extra

¡Liga Logró Su Estrella 11 en Ecuador!

Liga Deportiva Universitaria derrotó 1-0 a Emelec en partido de vuelta disputado por la final del torneo ecuatoriano de Primera División en el Rodrigo Paz de Quito. El resultado sumado al 1-1 de la ida proclamó a Liga como campeón del torneo.

Con el aliciente de al menos no haber perdido en Guayaquil, la “U” repitió alineación, pese a que Guerra y Anangonó no habían terminado físicamente bien en dicho duelo. Por el lado de Soso sí hubo cambios. Entró Pedro Quiñónez en la primera línea de volantes, mientras varió el módulo táctico al añadir otro delantero como Byron Palacios.

El partido comenzó con la lógica tensión de estas instancias y prontamente Pellerano salió lesionado tras un fuerte encuentro con Palacios y con ello entró Minda en su reemplazo. Pasado el trance el local comenzó a presionar forzando reiteradamente la salida de la media eléctrica y pronto abrió el marcador con un gran zurdazo de Anderson Julio (9 min.) desde el borde del área. Lejos de “calmarse” tras el gol, los albos sostuvieron el ritmo en busca de aumentar cifras.

Llegó la reacción de Emelec cuando Quiñónez intervino más en los duelos de medio sector y Mejía apoyando metros más atrás para utilizar el pelotazo y la velocidad de Angulo en tanto que Liga apostaba a la contra y de pronto perdía ocasiones claras de anotar mientras se le lesionaba el otro central titular (Guerra) y tendría que enfrentar el resto de la final con un bloque algo improvisado.

A continuación vino la guerra psicológica. Los azules se animaron a sumar hombres en ataque sabiendo los problemas que había tenido la zaga de Liga. Subían Quiñónez y Johnson mientras que Angulo asumía el papel de organizador más que de delantero en tanto que la salida universitaria había hace rato dejado de ser precisa aunque de todas maneras en el ida y vuelta era el local el que más ocasiones de gol había perdido.

Un cambio extraño en filas eléctricas al inicio del segundo tiempo cuando entró Queiroz por Paredes. Había un juego mucho más abierto por el costado derecho azul, mientras que el recién ingresado jugaba unos metros más delante de su posición habitual. A estas alturas el trajín de la temporada, del partido y el calor comenzaban a hacer estragos ya verse errores en el traslado de ambos equipos.

El siguiente cambio del bombillo fue el ingreso de Mondaini para ganar algo más de ideas en ofensiva, pero Liga le iba haciendo retroceder aunque frente al arco los de blanco no estaban en su mejor día y Dreer también estaba bastante concentrado. Después ingresó Marlon De Jesús en la visita y con ello incluir la mayor cantidad de atacantes con peso para vulnerar la zaga del local.

Liga bajó la intensidad en los minutos finales y prefirió sostener el balón además de buscar algún ataque asegurando el pase y con paciencia mientras los azules comenzaban a desesperar. El bombillo con desorden y voluntad empujaba por el empate mientras que los blancos resistían rechazando pelotas muy encerrados en su área. Los últimos instantes se vivieron con drama y al menos del lado capitalino se venían a la mente las claras opciones de gol desperdiciadas hasta que sonó el silbatazo final que proclamó a Liga como campeón 2018.

Los títulos de torneo ecuatoriano de Liga Deportiva Universitaria: 1969, 1974, 1975, 1990, 1998, 1999, 2003, 2005-A, 2007, 2010, 2018

 

LDU: Adrián Gabbarini (TA 89’); José Quintero, Franklin Guerra (Edison Realpe 26’), Hernán Pellerano (Kevin Minda 6’), Cristian Cruz; Jefferson Intriago (TA 77’), Jefferson Orejuela; Anderson Julio, (Edison Vega 81’) Johan Julio, Fernando Guerrero; Juan Luis Anangonó
Goles: A Julio 9’
EME: Esteban Dreer; Juan C Paredes (Nicolás Queiroz 45’), Leandro Vega, Marlon Mejía (TA 77’) (TR 92+’), Ronaldo Johnson; Dixon Arroyo, Pedro Quiñónez (TA 63’) (Marlon De Jesús 70’), Romario Caicedo (TA 45’), Joao Rojas; Brayan Angulo, Byron Palacios (Marcos Mondaini 59’)

Calificaciones Liga:
Gabbarini 6
Quintero 6
Guerra 7
Pellerano –
Cruz 5
Intriago 7
Orejuela 7
A Julio 8
J Julio 5
Guerrero 6
Anangonó 5
Minda 7
Realpe 6
Vega –

Calificaciones Emelec:
Dreer 7
Paredes 5
Vega 6
Mejía 6
Johnson 5
Quiñónez 7
Arroyo 5
Caicedo 6
Rojas 5
Angulo 5
Palacios 3
Queiroz 5
Mondaini 4
De Jesús 4

Igualado el Primer Round

Emelec y Liga Deportiva Universitaria empataron 1-1 en juego de ida disputado por la final del torneo ecuatoriano en el George Capwell de Guayaquil.

Los 2 mejores equipos del año arribaron a la gran final con algo de incertidumbre y polémica, esta última generada en los escritorios por diferencias en establecer el horario del juego de vuelta. En cuanto a oncenos titulares, prácticamente ambos planteles jugaron con lo mejor. Del lado eléctrico no se podía contar con Matamoros, mientras que los albo iniciaban con Vega en el banco y Gastón Rodríguez separado del plantel.

Liga fue el equipo que tomó posesión del esférico aunque no se veía una disposición claramente ofensiva y más bien Emelec develaba que apostaba a la sorpresa en la contra, presionando y buscando el error de los albos en cancha propia. Justamente se vio momentos de nervios en los jugadores del equipo quiteño, los que se fueron aplacando pasado el minuto 10 disponiendo correctamente de sus espacio, mas siendo muy poco claros para atacar.

Se jugaba con intensidad. A la altura del minuto 20 ya se había rematado a portería aunque con poca puntería y la batalla en mediocampo era ardua, siendo Guerrero y los Julio más colaboradores en la marca para hacer superioridad numérica a Queiroz y Arroyo. El bombillo prefería el pase largo para la explosión de Rojas y Angulo, cuyas intervenciones eran bien conjuradas por Gabbarini. La presión eléctrica forzaba al error en la salida de la visita, pero Emelec elaboraba poco en ofensiva.

Emelec se iba adueñando del balón pasada la media hora de juego manteniendo presión y velocidad en su último cuarto de cancha haciendo cada vez más difícil la labor de Guerra y Pellerano. En los minutos finales del primer tiempo Emelec ya había ganado la batalla del medio sector y se animaba a ubicar más gente en disposición de ataque. El embate finalmente fue insoportable para la “U” y Brayan Angulo (45 min.) abrió el marcador luego de recibir un gran pase de Caicedo.

En el comienzo del segundo tiempo entró Minda por Guerra quien presentó una lesión y así debía soportar el intenso embate azul, entendiendo los millonarios que era el momento de aumentar el marcador. Pasado el susto, Liga volvió a recuperar el control de la media y se mostró algo más agresiva que en el primer tiempo con los Julio pisando más área contraria y con Anangonó interviniendo más. El empate llegó tras cabezazo de Anderson Julio (58 min.) aprovechando un mal despeje de Dreer.

El trajinar del partido y la temporada se hacía sentir, pues empezaban las lesiones y contratiempos físicos que forzaron a variantes en ambas escuadras. Después del minuto 60 se vio un importante envión anímico en Liga para buscar un tanto más y no se hacía esperar la réplica millonaria. Se abrió entonces el partido pero daba la impresión que el control estaba con los albos, mientras se le acababan las ideas al bombillo.

En los minutos finales Liga supo manejar la desesperación del local, jugando con mayor pausa mientras que el bombillo desesperaba y sus caminos hacia el gol lucían truncados, además que el final del juego se desarrolló con muchas pausas producto de faltas que parecían ayudar más al propósito del equipo capitalino que podría interpretar esta igualdad como un buen resultado.

El duelo de revancha se jugará el 16 de diciembre a las 12:00 ecuatorianas.

EME: Esteban Dreer; Juan C. Paredes, Leandro Vega (Jorge Guagua 64’), Marlon Mejía (TA 43’), Ronaldo Johnson; Dixon Arroyo (TA 76’), Nicolás Queiroz (Pedro Quiñónez 78’); Romario Caicedo, Joel López (Fernando Luna 57’), Joao J. Rojas; Brayan Angulo (TA 77’)
Goles: Angulo 45’
LDU: Adrián Gabbarini; José Quintero (TA 86’), Franklin Guerra (Kevin Minda 47’), Hernán Pellerano, Cristian Cruz; Jefferson Intriago (TA 92+’), Jefferson Orejuela; Anderson Julio, Johan Julio (Edison Vega 74’), Fernando Guerrero; Juan Luis Anangonó (Cristian Martínez B. 80’) / Edison Realpe (TA 87’)
Goles: A. Julio 58’

Calificaciones Emelec:
Dreer 5
Paredes 6
Vega 6
Mejía 6
Johnson 5
Arroyo 6
Queiroz 5
Caicedo 6
López 7
Rojas 6
Angulo 6
Luna 5
Guagua 6
Quiñónez –

Calificaciones Liga:
Gabbarini 6
Quintero 5
Guerra 6
Pellerano 6
Cruz 5
Intriago 7
Orejuela 7
A Julio 7
J Julio 6
Guerrero 6
Anangonó 5
Minda 6
Vega –
Martínez B –

Segunda Etapa 2018 de Ecuador – Análisis

Ha finalizado la Segunda Etapa del torneo ecuatoriano con un ganador diferente al del primer semestre. Esto implica el disputar una final para definir al campeón de la temporada 2018, la última que se disputará con esta modalidad de doble todos contra todos y ganadores semestrales.

Emelec consiguió adueñarse de la segunda etapa 2018. Su juego fue continuamente creciendo y superando obstáculos en el desarrollo de su juego para conformar un equipo con pocas vulnerabilidades. 17 tantos en contra para consagrarse como la mejor defensa de la etapa, fruto de un impecable trabajo de Esteban Dreer en el arco, casi como en sus mejores años, la solidez y liderazgo de Leandro Vega en la zaga, la oportunidad por las bandas de Juan Carlos Paredes y Ronaldo Johnson, además de un claro trabajo de contención de Nicolás Queiroz. El remate de temporada de Romario Caicedo fue explosivo y brutal, constituyéndose en socio ideal del goleador Brayan Angulo y así ser letales para llevarse la etapa.

Figura:

Brayan Angulo

Sin duda la campaña de Macará en la segunda etapa fue elogiable ya que por varias fechas fue el puntero con mucha justicia, aunque tal vez con su plantel ya no le alcanzó para disputar el título a los grandes. Sin duda hay que admirar al técnico ecuatoriano Paúl Vélez que dispuso un equipo ordenado y temible. Muy seguros Javier Burrai en el arco y Alejandro Manchot en el centro de la zaga quienes junto al atacante Pablo Burzio llegaron en medio año al cuadro celeste y soportaron el andamiaje del equipo. Gran campaña de Ronald De Jesús como eje y bastión del mediocampo más Juan Manuel Tévez como líder y goleador indiscutible, alcanzando un sitio entre los históricos ídolos del popular cuadro ambateño. Al final perdieron puntos clave, pero aseguraron al menos un lugar en Copa Sudamericana y con ello un nuevo año en eventos internacionales.

Figura:

Juan Manuel Tévez

La marcha de Liga Deportiva Universitaria en el segundo semestre tuvo algunas irregularidades. Comenzó en baja forma ocupando lugares secundarios, de pronto por estar más ocupados con sus compromisos internacionales y además, aquejados por lesiones y demás problemas a la hora de armar su plantel. Sin embargo, pudo ganar puntos importantes de la inspiración de Juan Luis Anangonó, siempre atento a anotar los goles determinantes. Los hermanos Johan y Anderson Julio fueron creciendo en su juego y enriqueciendo su original vértigo con algo más de pausa y técnica. Franklin Guerra siempre tuvo que acomodarse a un nuevo compañero de zaga y Edison Vega mantuvo un liderazgo en media cancha. La “U” llegaría emocionalmente bien aunque abollada por el trajinar del año a la gran final a la que accedió en julio.

Figura:

Juan Luis Anangonó

Por segundo año consecutivo Delfín ha logrado acceso a Copa Libertadores. El segundo semestre del conjunto manabita fue prodigioso con el regreso de Roberto Ordóñez como alma y punta de ataque del plantel, de nuevo compartiendo la dupla con Carlos Garcés quien incluso estuvo más fino que el año pasado frente al arco rival. Esta dupla ha estado respaldada por el talento creativo de Andrés Chicaiza, una de las grandes revelaciones del año y blanco de alabanzas del año. También tuvo seguridad en arco propio con otro gran año de Pedro Ortiz y el aguerrido Williams Riveros en la zaga, además de un buen volante como Bruno Piñatares. El desborde cetáceo siempre fue un peligro con Pedro Perlaza y Giovanny Nazareno. Ahora, algo lejos de la fiebre de la final del año pasado, podrían tranquilamente consolidar el plantel y buscar permanecer en la élite.

Figura:

Andrés Chicaiza

Un remate de año decepcionante para Barcelona. Pese a que aseguró su regreso a Copa Libertadores fruto de su segundo lugar en la tabla acumulada, la sensación es poco satisfactoria si se toma en cuenta que en varias fechas del año estuvo en la punta, pero un prolongado bache en el que llevó demasiados partidos sin ganar le ha dejado sin la posibilidad del título. Aquejado por las lesiones de: Damian díaz, Michael Arroyo, Matías Oyola, Gabriel Marques, Darío Aimar y más, fue difícil que tenga su mejor 11 disponible en cancha. Fue positivo para el ídolo las buenas participaciones por las bandas de Byaron Castillo y Beder Caicedo, además de Xavier Arreaga y Félix Torres en el centro de la zaga, canteranos que jugaron con el aplomo suficiente. Errores administrativos como lo de Fricson Erazo y José Ayoví, además del doping positivo de Arroyo aumentaron la sensación de malestar a fin de año a su hinchada.

Figura:

Byron Castillo

Independiente del Valle tal vez se acordó muy tarde de ganar, tal vez porque a la idea de Ismael Rescalvo le costó tiempo en implantarse o de encontrar a los jugadores adecuados. Lo importante es que hacia el final del año vimos a 4 jóvenes sensacionales brillar con su fútbol: Ángelo Preciado por los costados, Jhegson Sebastián Méndez en la media y a los atacantes Gonzalo Plata y Stiven Plaza. Con el soporte de experimentados extranjeros como Richard Schunke y Christian Pellerano se pudo desarrollar un vistoso juego ofensivo de velocidad en precisión que duró poco, pues les sobrevino el término del año. Probablemente algunas de estas jóvenes figuras salgan a otros planteles y una vez más tendrá que renovar su plantel de primera y probablemente nuevos talentos con esta acción aunque lejos de los títulos. Una vez más jugará la Sudamericana.

Figura:

Jhegson S. Méndez

Por un momento se pudo pensar que Aucas podía llegar a la final del torneo en el momento en que su mancuerna ofensiva estaba funcionando a la perfección con Edson Montaño como el gran goleador, Enson Rodríguez conduciendo y Alexander Alvarado por izquierda. Sin embargo, se encontró sin respuestas en los partidos claves en su casa ante Emelec y Liga en los que cayó derrotado y así se fue alejando de un mejor destino. El cuadro oriental por momentos brilló, pero un plantel limitado conspiró para un mejor papel. Fueron muy importantes Juan Lara y Luis Romero en la zaga  más la experiencia de Fernando Hidalgo y Mario Rizotto en el ataque. Cuando cualquiera de los mencionados era baja el cuadro oriental lo sentía bastante. Con el octavo lugar de la acumulada ahora tendrán que disputar la repesca por Sudamericana ante Mushuc Runa.

Figura:

Edson Montaño

Universidad Católica tuvo momentos de fútbol emocionante con el vértigo de Walter y Jeison Chalá más el poder goleador de John Cifuente, quien con sus 37 tantos ha entrado de hecho en la historia grande de los torneos ecuatorianos. Sin embargo, el gran problema del cuadro camaratta fue su irregular campaña y su sorprendente debilidad como local, pues como tal solo consiguió 2 triunfos en la segunda etapa, lo que hacía difícil pensar que pueda luchar por un puesto en la final. Una vez más Facundo Martínez fue el alma del equipo y los defensas: Andrés López, Guillermo De Los Santos y Yuber Mosquera tuvieron una buena temporada. Finalmente el caudro camaratta se conformó con una Copa Sudamericana cuando en buena parte del año peleó por llegar a Libertadores.

Figura:

John Cifuente

Sin duda fue notable la remontada de Técnico Universitario, equipo que en el primer semestre tuvo muchos problemas y toda la impresión de candidato fijo al descenso. Sin embargo, pudo conseguir varias victorias como visitante y otras tantas como local, casi todas agónicas, donde surgió la figura del joven atacante Kevin Valencia anotando los goles decisivos. El rodillo conformó un gran tridente ofensivo guiado por Diego Armas desde metros más atrás y con Paul Marret y Kevin Jauch como delanteros, más Alejandro Prieto en defensa se las arreglaron para evitar los últimos lugares que pasado el año se dispuso que serían solo de penalización más no de pérdida de categoría. Final feliz para los ambateños.

Figura:

Diego Armas

No fue un buen año para Deportivo Cuenca. Al elenco azuayo no le funcionaron mayormente las contrataciones extranjeras y para el segundo semestre tuvo que apostar al talento local en vista de los apuros económicos más la dirección técnica de Richard Páez quien en un principio pareció levantar la moral del plantel incluso consiguiendo resultados en los torneos internacionales. Pero progresivamente el Expreso se fue quedando y llamó la atención sobretodo su mala actuación como local, consiguiendo solo 2 triunfos, cuando normalmente el Alejandro Serrano es un fortín.

Figura:

Jacson Pita

Lamentable es poco para describir la campaña de El Nacional. Equipo que no ganó en todo un cuarto de año y que tuvo un grave problema en la conformación de su defensa reflejado en los 82 tantos que recibieron en el torneo, la peor marca de la temporada. A lo largo del año y con mayor fuerza en el segundo semestre varios de sus valores aquejaron de lesiones con lo que nunca pudieron parar un 11 idóneo donde las figuras eran escasas ante lo limitado de su plantel y presupuesto. Sobre el final era evidente que el espíritu del equipo estaba roto y el camino a una temporada desastrosa se completó con lo que hubiera sido el descenso, pero ante la nueva conformación de la primera división “solo” significará un importante recorte en sus ingresos.

Figura:

Manuel Balda

Guayaquil City tuvo poco para destacar en el año. Tan solo logró 6 victorias durante el mismo y se observó muy poco para destaca, tal vez lo que hicieron Michael Hoyos y Anderson Naula en ofensiva y por algunos tramos de la temporada un recio orden defensivo que causaba molestias al rival que normalmente veía al conjunto ciudadano como un rival obligado a derrotar, mas en las fechas finales hasta su estudiada táctica perdió y quedó con sobra de merecimientos en última posición que de todas maneras no le significará descenso por el cambio de reglamento.

Figura:

Michael Hoyos

Parece el Camino Claro Para el Bombillo

Si bien se podría decir que la tabla continua apretada, analizando los calendarios y las rachas, tendríamos al bombillo como el candidato firme a ganar la etapa. Resta saber quien pueda ser capaz de romper los pronósticos, cosa de la que no estamos exentos, pues sorpresas ya se han visto varias en este torneo.

Emelec lidera la segunda etapa tras una sensacional racha de 4 victorias seguidas que lo catapultaron al cuadro millonario a la cima y con serias opciones de ganar la etapa. El equipo de Mariano Soso primero pudo vencer su gran mal que eran los juegos fuera de su casa, el Estadio Capwell y con 2 victorias vitales a domicilio ante Aucas y Cuenca han alcanzado armonizar su temporada. Un equipo muy sólido con Esteban Dreer en formidable momento en el arco, el liderazgo de Leandro Vega en la zaga, equilibrio con Arroyo y Queiroz en la media, la gran aparición y explosión de Romario Caicedo más el poder definidor de Brayan Angulo. Los azules viven un momento avasallante.

Calendario Emelec:

Independiente (L)
Guayaquil City (V)
Liga (L)
Técnico U (V)

Proyección: 43 puntos

Macará pudo sostener la punta hasta cuando pudo. Atravesó una parte crítica en su calendario y cayó derrotado cuando tuvo que salir de Ambato, lo que finalmente le ha hecho descender hasta el segundo lugar de una campaña que de todas maneras sigue siendo sensacional. Desatacar siempre a los zagueros Moisés Corozo con su gran pegada de media distancia y Alejandro Manchot con su oportunismo. Ronald De Jesús estando lejos en su mejor temporada controla el medio sector, mientras que Juan Manuel Tévez es el alma que no solo hace los goles claves, sino que empuja a un equipo que aún no da la etapa por perdida.

Calendario Macará:

Católica (L)
Cuenca (V)
Guayaquil City (L)
Independiente (V)

Proyección: 38 puntos

Liga también tuvo problemas como visitante, sobretodo en su último cotejo ante Técnico Universitario donde en teoría es favorito, mientras al menos ha hecho la tarea en las pasadas fechas como local. Son momentos en que los goles decisivos de Juan Luis Anangonó son más importantes que nunca y es indiscutiblemente la figura de la actualidad del conjunto albo, que ha visto mermada la seguridad de su elogiada defensa durante la temporada. Pasó la mejor parte de su calendario y al parecer los universitarios no aprovecharon la oportunidad, habrá que ver su remate o sus condiciones para afrontar una posible final.

Calendario Liga:

Aucas (V)
Nacional (L)
Emelec  (V)
Delfín (L)

Proyección: 36 puntos

Delfín se mantiene en la pelea y si bien no es uno de los favoritos, al menos ha animado el torneo y aún se podría decir que está para la sorpresa, pues afronta un calendario relativamente favorable. El brillo de su figura, Andrés Chicaiza, continúa dando que hablar en la afición y crítica local, siendo el gran conductor que necesita el conjunto cetáceo para conectar con sus grandes goleadores: Carlos Garcés y Roberto Ordóñez. Si al menos no reedita una final, al menos buscarían volver a participar en Libertadores.

Calendario Delfín:

Guayaquil City (L)
Técnico U (V)
Nacional (L)
Liga (V)

Proyección: 36 puntos

Silenciosamente Independiente del Valle se metió en la conversación y aunque ya sus posibilidades se ven algo remotas, todavía las matemáticas no dan para descartarlo. Se sabe que lo del club de Sangolquí son las formativas y su paciencia parece nuevamente dar frutos, pues en este momento cuenta con un tándem ofensivo muy joven e interesante: Stiven Plaza y Gonzalo Plata. Además del buen desempeño por los costados de Angelo Preciado. Son además los mejores momentos para Christian Pellerano desde que arribó al país regulando con experiencia el medio sector.

Calendario Independiente:

Emelec (V)
Barcelona (L)
Aucas (V)
Macará (L)

Proyección: 35 puntos

Podría aún existir alguna ilusión para Barcelona, pero tantos puntos perdidos harían difícil creer que pueda disputar el liderato de esta etapa y proyectarse a una posible final, pese a que gracias a todos los puntos sumados en el año, su participación en Copa Libertadores está casi asegurada. Son momentos de malestar ante el anuncio de problemas económicos, la injerencia de la política en sus dirigentes y mala suerte con el estado físico y lesiones de sus jugadores. Las buenas noticias han sido la consolidación por los laterales de Byron Castillo y Beder Caicedo.

Calendario Barcelona:

Cuenca (L)
Independiente (V)
Técnico U (L)
Nacional (V)

Proyección: 35 puntos

Aucas encadenó 3 derrotas seguidas que le han dejado muy atrás en la pelea por el torneo y en estos momentos su papel ya será más dirimente que protagónico. Finalmente su corto plantel no dio para más. John Cifuente sigue sumando goles en Universidad Católica, pero los mismos no han sido suficientes para que el conjunto camaratta se haga de triunfos necesarios y con 2 empates como local en las últimas fechas, se rezagó. Por ahí ya aparece Técnico Universitario, cuadro que ha sumado sostenidamente puntos y está cerca de salir de la zona de la multa, al menos así como viene.

Momentos críticos para Deportivo Cuenca, el equipo hace rato no responde y se hay rumores de problemas disciplinarios para un equipo al que difícilmente le alcanzará para pelear algún torneo internacional. El Nacional lleva meses sin ganar en una crisis emocional y repleta de problemas físicos en su ya corto plantel que le están haciendo severamente verse amenazados por la multa de los últimos lugares. Guayaquil City parecería condenado y resignado al último lugar, con escasos minutos de esbozo de buen fútbol.

Equipo ideal de las últimas fechas:

Esteban Dreer; Byron Castillo, Leandro Vega, Moisés Corozo; Angelo Preciado, Christian Pellerano, Andrés Chicaiza, Romario Caicedo; Juan Manuel Tévez, Juan Luis Anangonó, Brayan Angulo

Simplemente Impredecible

El torneo ecuatoriano 2018 bien podrá ser recordado como uno de los más parejos de la historia y en la disputa por su cetro están involucrados no sólo los tradicionales, sino también cuadros con menor palmarés. Faltan 8 fechas y establecer una tendencia es imposible.

Macará ha mantenido el liderato por un par de fechas más, aunque cedió vitales puntos en sus empates ante Nacional y Delfín como local. Tal vez fue presa de los nervios ante su oportunidad histórica, más aún su orden no se quebranta, guiados por una notable columna vertebral con Alejandro Manchot en defensa, Ronald De Jesús en la media y su hoy por hoy ídolo, el atacante Juan Manuel Tévez. Ahora se le viene la parte complicada del calendario cuando enfrente a los grandes del Astillero. Veremos si es capaz de sostener la punta y el sueño de la afición ambateña. Destacar que aún no pierde como visitante en la segunda etapa.

Un equipo que silenciosamente se ha metido en la pelea es Aucas. El cuadro oriental encadenó una sensacional seguidilla de victorias que lo hizo subir en la tabla y sumado a los ajustados y aleatorios resultados entre sus contendientes lo ha catapultado al segundo lugar. Su goleador, Edson Montaño, se encuentra en una racha sensacional, asistido principalmente por el venezolano Enson Rodríguez que ha caído de maravilla al conjunto ex petrolero. Su primera línea de volantes y zaga central son una mezcla de precisión y coraje que hace a los “indios” complicado anotarles, aunque ciertamente deben estar completos si no quieren contratiempos.

El tercer lugar es compartido con 22 puntos, 18 goles a favor y 14 en contra. Liga Deportiva Universitaria se mantiene en pelea con resultados apretados y tal vez mezquinos, pero sumamente efectivos. Franklin Guerra sigue siendo un bastión en la zaga, el despliegue de Edison Vega en la media es un termómetro que regula la calma de la retaguardia y la explosión de sus media puntas, mientras que Juan Luis Anangonó es el salvador albo con goles en momentos clave que le permiten a su equipo seguir sumando y soñando con un título.

Delfín tiene en la etapa la misma puntuación de Liga. Destaca el espíritu combativo del elenco manabita que le ha permitido arrancar valiosos puntos en difíciles visitas contra Macará y Emelec, así como dominar con autoridad en su triunfo ante un grande como Barcelona. Andrés Chicaiza es el gran director de orquesta de un cuadro que no solo tiene lucha, sino también buen toque de balón, mientras que el componente aguerrido tiene un nombre que es el del zaguero paraguayo Williams Riveros, quien a veces se desordena, pero con su empuje ha logrado que el cetáceo rescate marcadores agónicos y permanezca con opciones de ganar la etapa.

Los del Astillero pasaron por resbalones que los han hecho ceder posiciones en la tabla aunque sus opciones permanecen intactas. Emelec tiene un gran déficit que es el no poder sumar como visitante (es el peor en la etapa en esto y por lejos) y con ello muestra una campaña sumamente irregular que se sostiene por ser, también por lejos, el mejor local del semestre y en la excelente forma de su portero Esteban Dreer. Barcelona soportó una racha de 8 partidos sin conseguir triunfos y con varias dudas en su funcionamiento, pero su victoria en el clásico ante Emelec no solo le devolvió el optimismo, sino que le pone de nuevo en pelea debido a la inconsistencia en las campañas de todos.

Católica también se mantenía en la conversación sobre el liderato, pero su derrota última ante Liga condiciona al cuadro camaratta cuya esperanza es John Cifuente, quien rebasó la cota de los 30 goles teniendo aún mucho campeonato por delante. Al plantel de Independiente la falta mucha madurez, tiene muchos jóvenes interesantes que incluso están de gira con la selección ecuatoriana absoluta, pero su inexperiencia ha costado a los de Sangolquí el perder muchos puntos valiosos. Deportivo Cuenca tiene una extraña campaña que lo hace mucho mejor visitante que local y con ellos se va alejando de la aspiración a disputar un torneo internacional en 2019.

Técnico Universitario dentro de sus limitaciones ha mostrado al menos coraje y ha sumado un par de importantes puntos teniendo en Kevin Jauch y Diego Armas valores muy interesantes en el ataque. El Nacional parece marchar hacia otra temporada olvidable. En estas fechas le ha aquejado una serie de lesiones a su plantel y un calendario difícil que derivaron un juego con desarrollo decepcionante. Guayaquil City básicamente está para hacerle la vida imposible al que se le cruce con su esquema desesperantemente ultradefensivo que en algo funciona.

Alineación ideal del momento:

Esteban Dreer; Franklin Guerra, Alejandro Manchot, Williams Riveros; Edison Vega, Ronald De Jesús, Andrés Chicaiza, Enson Rodríguez; Edson Montaño, Juan Manuel Tévez, Juan Luis Anangonó

El Último Clásico Del Año Fue Amarillo

Barcelona derrotó 1-0 a Emelec en juego disputado por la fecha 14 de la segunda etapa del torneo ecuatoriano de fútbol en el Monumental de Guayaquil.

La última edición del año del Clásico del Astillero tenía además del obvio ingrediente de la añeja rivalidad, los intereses propios de cada uno de estos clubes. Por el lado amarillo tal vez su última opción para ganar la etapa, puesto que los 8 juegos sin conseguir un triunfo le relegaron bastante de esa opción, mientras los azules estaban en la franca lucha por el liderato. En ambos planteles hubo variantes en sus hombres de ataque.

El inicio de juego fue bastante dinámico con equipos en disposición ofensiva y con ello la emoción para el espectáculo. Sin embargo, pronto se transformó en un encuentro brusco con muchas faltas que inevitablemente derivó en el exhibición de tarjetas. Algo más claro era el conjunto azul frente al arco rival en los primeros minutos, mientras el Ídolo buscaba sacar a su contendiente de su campo con vehemencia.

Con el exceso de fricciones y tensión, el juego se redujo al mediocampo, quedando la pelota lejos de las áreas y con una disputa poco clara. Poca claridad, mucho físico y escasa elaboración. Las opciones de gol partían de pelotazos sumamente largos con poca efectividad de los atacantes. Era en general un espectáculo deslucido.

Barcelona intentó tomar el control de las acciones especialmente desde el centro con las incursiones de Alemán, más no había suficiente lucidez en sus compañeros para acompañar las jugadas y sus bandas lucían caóticas. Al aproximarse el final de la primera etapa la igualdad sin goles era justa debido a la poca claridad con la que de lado y lado se jugaba.

Emelec apostó a refrescar su ataque al inicio del complemento con la entrada de Burbano y con ello retomar el protagonismo, el cual le duró poco, pues era Barcelona quien más empujaba siendo el costado derecho de Byron Castillo y más tarde Ayoví, su zona más prolífica. De todas formas era correcta la defensa azul y así mismo era una buena tarde de la de su par.

Las emociones comenzaron a aumentar antes del minuto 60 cuando en ambas porterías se desperdiciaron claras oportunidades de anotar. La apertura del marcador llegaría por obra de Félix Torres (67 min.), quien de cabeza conectó un tiro libre de Arroyo para anotar. El tanto abrió las marcas y dio un espectáculo más dinámico, pero era notable la concentración de la defensa de los canarios.

El drama fue protagonista de los minutos finales, pues pasó la pelota muy rápidamente de un extremo a otro mientras las parcialidades apretaban. Destacaron las zagas para evitar que la pizarra sea más generosa y en especial la de Barcelona que dispuso del tiempo y los nervios del final conducidos por un Oyola lúcido y calculador. El equipo canario vuelve a la pelea de un torneo impredecible.

 

BAR: Máximo Banguera (TA 95+’); Byron Castillo, Félix Torres (TA 42’), Xavier Arreaga (TA 7’), Beder Caicedo; Gabriel Marques, Matías Oyola; Tito Valencia (José Ayoví 50’), Cristian Alemán (Marcos Caicedo 81’), Michael Arroyo; Ariel Nahuelpán (Juan I. Dinenno 63’)
Goles: Torres 67’
EME: Esteban Dreer; Romario Caicedo, Leandro Vega, Marlon Mejía, Ronaldo Johnson (TA 25’); Dixon Arroyo (TA 52’) (Joel López P. 79’), Nicolás Queiroz; Joao J. Rojas, Hólger Matamoros (TA 9’) (Fernando Luna 59’), Carlos Orejuela (TA 40’) (Robert Burbano C. 45’); Brayan Angulo

Calificaciones Barcelona:
Banguera 6
B Castillo 7
Arreaga 6
Torres 7
B Caicedo 5
Marques 6
Oyola 8
Valencia 5
Alemán 6
Arroyo 6
Nahuelpán 4
Ayoví 6
Dinenno 4
M Caicedo –

Calificaciones Emelec:
Dreer 7
Caicedo 6
Vega 6
Mejía 6
Johnson 5
Arroyo 6
Queiroz 6
Rojas 5
Matamoros 6
Orejuela 5
Angulo 6
Burbano 5
Luna 4
López –