Un torneo especial que tuvo que ser comprimido por la pandemia, pero finalmente resuelto. Estos fueron los mejores futbolistas de una temporada para recordar por los estadios vacíos, la urgencias, prisas, pero también por los grandes partidos.
Javier Burrai
El portero de Barcelona tuvo un año que se podría catalogar como heroico. A principios de año sufrió una terrible lesión en Copa Libertadores y tal vez la pandemia fue favorable para su recuperación y cuando se había restablecido el torneo sufrió la pérdida de su padre. Superados los duros golpes, el portero argentino se erigió en una figura de liderazgo dentro de la defensa del arco amarillo siendo clave para ganar la segunda etapa que llevaría al Ídolo a disputar la final con Liga de Quito y atajar pelotas claves durante los 180 minutos, así como 2 penales en la tanda que consagró campeón a su club. Hemos decidido nombrarlo el Jugador Más Valioso del 2020.
Pedro Perlaza
Está en nuestra alineación por segundo año consecutivo, esta vez defendiendo a la camiseta de Liga de Quito. Este lateral derecho fue una de las principales armas de ataque del elenco universitario, siendo por momentos imposible de detener por su explosión, regates e incluso criterio para pasar el balón. Su actuación fue lo suficientemente importante para ser considerado en la Selección Ecuatoriana, pues no solo brilló en el torneo local, sino también mientras su club disputó la Libertadores.
Williams Riveros
También figura en nuestra lista por segundo año consecutivo. El zaguero paraguayo estuvo a la altura del reto que presentaba ser defensa titular en Barcelona, con una obvia presión superior que la que podía hallar en Delfín. Creció su figura siendo casi imperial en los partidos más decisivos como finales o clásicos, importantísimo cuando su técnico decidió proteger resultados. Va construyendo su propio espacio en la historia de los torneos ecuatorianos y por lo pronto ya tiene 2 títulos a su haber.
Moisés Corozo
Este zaguero también tenía un reto mayor tras enfundarse la camiseta de Liga de Quito que no le quedó grande, pues por momentos constituyó un tándem ideal junto a Guerra en la zaga del elenco universitario. Su ausencia producto del corona virus fue sentida en un momento en el que la “U” ciertamente pareció una enfermería. Su presencia oportuna y su buena pegada con los balones detenidos ya le dieron su espacio en la selección ecuatoriana incluso y fue pieza fundamental para la primera etapa ganada por su equipo, lo que los llevó a disputar la final.
Ángel Gracia
Un año espectacular para el lateral izquierdo de Guayaquil, quien se erigió desde su puesto como la figura de un equipo que tuvo la mejor campaña de su corta existencia y contó con gente nacional de experiencia y foráneos de calidad. Su amplia cobertura tanto en campo propio como rival, además de su sensacional pegada de media distancia que en ciertos momentos del la temporada se volvió bastante temible. Una de las principales armas con las que el equipo ciudadano logró su clasificación a Copa Sudamericana.
Sebastián Rodríguez
En los momentos más bajos de la temporada de Emelec, este volante uruguayo era lo rescatable de un conjunto eléctrico sin brújula y cuando despertaron, la piedra angular por la que transitó el juego que los dejó cerca de disputar el título en alguna ocasión. Rodríguez jugaba con la mezcla perfecta para un volante central: con garra y pasión, mas también con mucho criterio para conducir y entregar la pelota cuando era necesario. Pronto se ganó el cariño de la exigente hinchada azul.
Lucas Villarruel
El volante central de Liga Deportiva Universitaria está entre los mejores, sino es el mejor foráneo que arribó al 2020 al fútbol ecuatoriano. El argentino tiene una fenomenal visión de campo, lo que hace que siempre esté en sintonía del ritmo del partido y decida correctamente si dar pausa, correr, entregar el balón o trasladarlo unos metros más adelante, además de ser bastante limpio para el corte. Cuando estuve ausente sin duda lo notó la dinámica de juego de los albos, conjunto del que fácilmente se diría que fue el mejor del año.
Byron Castillo
Un año de crecimiento y redención para este aún joven futbolista ecuatoriano que encontró en el 2020 sin duda, el mejor momento de una carrera que se espera siga creciendo. Castillo fue utilizado por el profesor Bustos en la banda derecha, siendo marcador de punto o extremo ofensivo y en ambos casos el resultado fue satisfactorio con un despliegue lleno de explosión y técnica, difícil de interpretar para las defensas rivales. Gran asistencia para sus compañeros más experimentados cuando a los mismos ya les escaseaba el combustible.
Víctor Figueroa
El volante de Aucas fue el símbolo de todo el deleite de fútbol ofensivo que ofreció el conjunto oriental en el 2020. Inteligente, oportuno, talentoso y goleador. Fácilmente se ganará su lugar entre los mayores ídolos de la historia de este club. Cuando se juntaba con sus compañeros López y Alzugaray fueron momentos de alta intensidad balompédica. Lastimosamente la zaga del ex petrolero era la otra cara de la medalla de su propuesta y por ello no llegaron más lejos.
Gabriel Torres
Sería la primera vez que un futbolista panameño integre la lista de mejores jugadores del año de un torneo ecuatoriano. Torres con Independiente del Valle sobretodo tuvo una espectacular primera etapa donde por momentos fue el máximo artillero, con un juego donde no solo era el último hombre esperando recibir la pelota, sino que él mismo colaboraba con la generación de juego. Lastimosamente en cierta parte de la segunda etapa, tanto este artillero como su equipo se desinflaron producto del ajetreo internacional y consecuencias de la pandemia. De todas maneras, sus momentos destacables fueron suficientes para considerarlo en el equipo del año.
Cristian Martínez Borja
El 2020 del atacante colombiano fue simplemente espectacular y es que parecía que había un halo bendito en su presencia, pues siempre se encontraba donde debía estar, sus remates generalmente tenían buen destino. En el juego de Liga Deportiva Universitaria no precisamente era el 9 de área clásico, sino que siempre buscó un par de metros más atrás y se asociaba con sus compañeros de buen pie. Finalizó la temporada siendo el goleador del torneo con 24 tantos y se ganó indiscutiblemente un puestoen el que originalmente había sido contratado el año pasado para ser emergente.
Entonces el 11 ideal 2020 es:
Javier Burrai; Pedro Perlaza, Williams Riveros, Moisés Corozo, Ángel Gracia; Sebastián Rodríguez, Lucas Villarruel, Byron Castillo, Víctor Figueroa; Gabriel Torres, Cristian Martínez B.
MVP: Javier Burrai
DT: Fabián Bustos
11 alternativo:
Adrián Gabbarini; Angelo Preciado, Guillermo De Los Santos, Aníbal Leguizamón, Beder Caicedo; Stiven Tapiero, Moisés Caicedo, Nazareno Bazán, Lorenzo Faravelli; Juan S Herrera, Facundo Barceló
Anti 11:
Esteban Dreer: era necesario ubicar al arquero del equipo más goleado de la temporada (Liga de Portoviejo), pese a que sin su intervención pudieron haber sido más tantos en contra. Graves errores cuando Emelec propinó 6-0 a su equipo.
Jean Peña: zaguero de El Nacional poco prolijo para el traslado del balón, lo que costó varios goles al conjunto criollo que terminó descendiendo.
Martín González: zaguero de Liga de Portoviejo, de irregular presencia o más bien presente cuando La Capira recibió sus peores resultados. Tanto que el club manabita terminó jugando con elementos locales, donde también influyó el tema económico.
José Monaga: lateral izquierdo de El Nacional que casi siempre mostró poco criterio para ubicarse en la cancha y ponerse en modo ataque o defensa, dejando grandes espacios por los cuales su equipo fue muy vulnerable
Edison Vega: volante de Liga de Quito, que debido a la emergencia sanitaria de su club tuvo que saltar al rol titular donde estuvo muy lejos de su mejor nivel
Jefferson Orejuela: una de las grandes apuestas que hacía Barcelona para la temporada, pero estuvo sumamente lejos del nivel esperado y terminó siendo banqueado por jugadores de incluso poca experiencia
Ely Esterilla: llegaba para ser una de las grandes soluciones para Deportivo Cuenca, pero su situación disciplinaria no colaboraba para el plan de salvación del conjunto morlaco al que le fue mejor prescindiendo de él
Gabriel Cortez: después de su accidentado paso por Brasil llegó a Guayaquil City, donde prácticamente no exhibió ni una gota de su talento. Un año para el olvido
Marlon De Jesús: el atacante de El Nacional siempre lucio lento y prácticamente peleado con la pelota. Razón fundamental del escaso poder de gol del rojo. Lo que llevó a su descenso
Rodrigo Aguirre: en 2019 el ariete uruguayo era titular indiscutible, pero en esta temporada perdió totalmente ese rol y cuando participó del juego estuvo muy lejos de ser ese jugador decisivo que varias veces de hecho estuvo en otras listas que elogian virtudes
Jaime Ayoví: llegaba a ser una solución para el ataque de Liga de Portoviejo, pero al contrario de eso, de hecho llegó a pasar bastante desapercibido y a pesar de su cartel, no pudo ayudar a La Capira a mantener la categoría.
Foto Principal de: Agencia Prensa Independiente