El Bolillo Contraataca
Existe la frase cliché aquella de “las segundas partes nunca son buenas”, la misma que empezó a rondar en la afición y prensa especializada del Ecuador una vez que se conoció que Hernán Darío Gómez se hacía cargo de su selección nacional de fútbol. Quienes repiten eso seguramente no han visto “El Padrino II” o “El Imperio Contraataca” de la saga de Star Wars, mientras que lo que es cierto es que la designación del “Bolillo” como Director Técnico de la tricolor no terminó cayendo en general bien.
El argumento principal de su regreso tras 14 años apela a la nostalgia, a evocar aquellos maravillosos años en los que el estratega colombiano tenía un rol protagónico casi tan preponderante como el de las máximas figuras de aquella selección ecuatoriana que por primera vez pudo participar de una Copa del Mundo. Es claro que uno de los grandes factores de su éxito fue su capacidad de aglutinar fuerzas para un objetivo largamente anhelado dentro de una nación en la que las pugnas y divisiones siempre han estado a la orden del día y en el deporte las mismas nunca fueron la excepción. Pues bien, el fin de las eliminatorias a Rusia 2018 llegó con una selección escindida y tal vez es desde ahí que hay que componer las cosas y quién mejor que quien supo a su tiempo unir los retazos aunque sea a punta de su innegable carisma.
Sin embargo, es más claro que el más reciente fracaso de la selección ecuatoriana tiene raíces más profundas, las cuales es imposible que un solo hombre pueda componer. El fútbol tricolor está azotado por la corrupción y la desorganización desde su Federación hasta los clubes y con aquel desorden era poco probable que su mayor representante que es su selección de fútbol absoluta pueda actuar de manera brillante. Hay mucho por enmendar y aquello incluiría plazos mayores así como mayores campos de acción en los que el Director Técnico de la selección tiene poca o ninguna competencia.
El malestar por el regreso de Gómez se fundamenta en su “cartel”. Tal vez, henchidos en cierta vanidad de un fútbol ecuatoriano del Siglo XXI evidentemente más exitoso que su precedente, se buscó algún nombre y pasado más rimbombantes para la tricolor. Hay que ver qué ha sido de la vida del colombiano desde que dejó al combinado ecuatoriano. Pasó por clubes de su país como el Santa Fe y el Independiente Medellín sin gran trascendencia, tomó la selección nacional de su país sin suceso, misma historia que con Guatemala, pero con Panamá la cosa fue distinta, pues su dirección técnica llevó a la escuadra canalera a disputar una Copa del Mundo por primera vez en una historia algo similar a la de Ecuador, mas en Rusia 2018 le fue decididamente mal aunque valdría la pena decir que enfrentó rivales muy difíciles.
En Ecuador se buscaba nombres relucientes para un fútbol con poquísimos futbolistas integrando los mejores planteles del mundo, con muy pocos éxitos aunque al menos dejó de ser internacionalmente humillado (o pasó de “mucho a poquito”) y para un medio incapaz de pagar por lo que representarían aquellos nombres soñados. Gómez pasa a ser entonces una alternativa realista que al menos conjuga experiencia y sapiencia. Como él mismo señaló en su primera rueda de prensa “hay que ubicarse”.
Se duda de los conocimientos y experiencia de Gómez. ¿Se puede dudar de eso en un hombre que participó de cerca de 4 mundiales?, es un poco osado creerlo. Si tal vez está muy viejo, obviamente se le ve más pausado y maduro, muy lejos de una incapacidad física o mental como para dirigir a un equipo de fútbol. Dejó en claro que el está completamente enterado de lo que sucede en el fútbol mundial y por el amor de Dios, jugó su máximo evento hace no mucho, algo habrá visto, algo habrá captado. Supo manifestar que acá lo que básicamente ha variado es la condición física.
Algo muy importante que supo manifestar Gómez en su primera rueda de prensa es algo por demás lógico para quien sigue al fútbol y es que a esa actividad en sus respectivos países la hacen sus jugadores y sus clubes, no su selección nacional. Es así que si se quiere futbolistas de calidad, los clubes de fútbol del país deben trabajar con calidad, amparados en un organismo regulador serio y así lograr formar futbolistas de calidad. Con el desorden que ha imperado en el fútbol ecuatoriano durante toda su historia, prácticamente ha sido un milagro el surgimiento de los talentos que ha tenido y una feliz coincidencia que hayan convividos varios al mismo tiempo, a inicios de Siglo XXI, para dar alegría y algunos éxitos a su afición.
Sin un plantel de jugadores bueno será difícil los éxitos o las clasificaciones a los mundiales. Habrá que pensar por ejemplo en lo que se necesita para llegar a Qatar 2022. Para empezar hay que pensar en jugadores nacidos a partir de 1990, pues al mundial llegarían de 32 años y tal vez, salvo contadísimas excepciones, ir diciendo adiós a los últimos integrantes de la tricolor. Bolillo dispondría de los siguientes jugadores más o menos, sumándose quienes puedan surgir en el camino:
Arqueros:
- Alexander Domínguez
- Hamilton Piedra
- Brian Heras
- Johan Padilla
Laterales:
- Antonio Valencia
- Cristian Ramírez
- Mario Pineida
- Pedro Velasco
- José Quintero
- Diego Palacios
- Ángelo Preciado
Defensas Centrales:
- Arturo Mina
- Luis Caicedo M.
- Franklin Guerra
- Robert Arboleda
- Darío Aimar
- Xavier Arreaga
- Marlon Mejía
- Luis Segovia
Volantes centrales:
- Jefferson Orejuela
- Fernando Gaibor
- Jefferson Intriago
- José Cevallos E.
- Carlos Gruezo
- Roberto Garcés
- Sebastián Méndez
- Jordan Sierra
- Jordan Rezabala
Volantes ofensivos / interiores / extremos:
- Renato Ibarra
- Romario Ibarra
- Erick Castillo
- Miller Bolaños
- Junior Sornoza
- Juan Cazares
- Gabriel Cortez
- Bryan Cabezas
- Ayrton Preciado
- Marcos Caicedo
- Billy Arce
- Adolfo Muñoz
Delanteros:
- Brayan Angulo
- John Cifuente
- Enner Valencia
- Juan Luis Anangonó
- Edson Montaño
- Michael Estrada
- Marlon De Jesús
- Bryan De Jesús
Veamos cómo “Bolillo” Gómez ordena este grupo o si mira a alguien más para jugar un 4-2-2-2 como en su primera incursión en el fútbol ecuatoriano o aquel 4-2-3-1 “más moderno” con el que plantó a Panamá recientemente. Veamos si este será un clásico “fiasco de las partes II” o un “Padrino II”. Desde ya no queda de otra que desearle al profesor Gómez el mayor de los éxitos.
¿Se animan a dar una alineación ecuatoriana para los próximos años?
Guitarras y gol