Equipos Memorables: Chicago Bulls 90s
La última década del Siglo XX nos traía en cuanto a tecnología de la información un adelanto a la locura de nuestros días y con dicha facilidad, la posibilidad de globalizar cualquier producto o espectáculo y uno de esos fue la liga profesional de baloncesto estadounidense, más bien dicho, la NBA (National Basketball Asociation), la cual se pudo apoyar en sobretodo un equipo espectacular del cual, todo niño noventero fue “hincha”: Los Bulls de Chicago.
El 12 de junio de 1991 se marcaba el fin de una era y el inicio de otra. En el antiguo Forum de Inglewood y tras una sensacional racha de puntos de John Paxson, los Bulls derrotaban 108 – 101 a los Lakers de Los Ángeles. El cuadro de Chicago ganó la final de la temporada por 4 juegos a 1, marcando el ocaso del equipo angelino que no vería una final en mucho tiempo y empezando una notable hegemonía en la década de los 90.
En 1991 y por primera vez en la historia de la franquicia, los Bulls finalizaron en primer lugar en la Conferencia del Este, con un notable 61 victorias y 21 derrotas que solo fue superado en dicha temporada por los Blazers de Portland (63 – 19). Pero el paso del equipo de Chicago en los Playoffs sería señorial: 3-0 sobre los Knicks, 4-1 sobre los Sixers y 4-0 sobre los Pistons de Isaiah Thomas, cobrando una dulce venganza del año pasado, cuando los muchachos de Detroit los dejaron sin final nacional tras una dramática serie.
Los Chicago Bulls tenían un cuadrazo, liderado por dicho por muchos, el mejor basquetbolista de la historia: Michael Jordan, quien tenía a su vez un extraordinario escudero como Scottie Pippen, un espectacular triplista que era John Paxson y los tremendos jugadores: Horace Grant, B. J. Armstrong, Bill Cartwright, Cliff Levingston, entre otros que escalofriantemente se coronaron campeones de la temporada 1990 – 1991 perdiendo apenas 2 partidos en los playoffs. Este gran grupo era dirigido a la vez, por un maestro multi ganador de títulos y toda una leyenda de la estrategia basquetera: Phil Jackson.
En la final de 1991 habían iniciado la gran final con tropezón en el Chicago Stadium, cayendo por un apretado 93 – 91 frente a los Lakers de Magic Johnson, Worthy y Sam Perkins, pero fue el único triunfo que se le permitió al equipo de Los Ángeles, todo lo demás fue victoria de los Bulls que casi siempre contaron como su mayor encestador a Michael Jordan, a su vez, “su majestad del aire” se proclamó como el mejor jugador de dicha serie final, iniciando su indiscutible reinado de los años 90.
Para 1992 y tras la caída de los Lakers, los Trailblazers de Portland comandados por Clyde Drexler se erigían como los nuevos rivales del superlativo cuadro de Chicago. Los Bulls en dicha temporada regular alcanzaron un escalofriante 67 – 15 para ser el mejor equipo y ganador una vez más de la conferencia del Este. En los playoffs batieron fácilmente 3-0 a Miami, pero en semifinales tendrían una durísima serie con los Knicks de Patrick Ewing, serie que se convertiría en un clásico dichos años, al final 4-3 para Chicago y en la final de conferencia, 4-2 frente a los Cavaliers de Mark Price.
La gran final, como se preveía, fue contra los Blazers y en un momento llegó a estar bastante complicada e igualada 2-2, sin embargo en el quinto juego de la serie se marcó la diferencia con una monstruosa actuación de Jordan que anotó 46 puntos. En el juego final, tuvieron un último cuarto de película con 33 puntos y finalmente se impusieron 97 – 93, para conseguir su segundo anillo consecutivo. De nuevo con Jordan como el más valioso de la serie, con Pippen como líder de asistencias y Grant generalmente el mejor reboteador.
Para la temporada 1992 – 1993, sus rivales habían crecido notoriamente. Es así como los Knicks de Nueva York le arrebataron a los Bulls el primer lugar de la Conferencia del Este y los llevaría a enfrentarse en la final de Conferencia, pero antes, a Chicago le tocó enfrentarse a los Hawks de Atlanta y a los Cleveland Cavaliers, blanqueándolos 3-0 y 4-0 respectivamente y así llegar al enfrentamiento con New York. Los 2 primeros juegos celebrados en al Madison Square Garden fueron favorables a los Knicks y los perfilaba a acabar con el reinado de Jordan y compañía, pero los Bulls lograron recuperarse y ganar todos sus juegos de local, además de una más en la famosa cancha de los Knicks, quedando una vez más como campeones de la Conferencia del Este por 4 juegos a 2.
Sin embargo, los grandes rivales de dicha temporada eran los Suns de Phoenix, liderados por su reciente incorporación, el carismático Charles Barkley. Los Suns tuvieron la mejor marca de la temporada con 62 – 20, pero habían tenido duras batallas contra Houston y Seattle para acceder a unas finales en las que Chicago tal vez estaba más fresco y de hecho, los Bulls ganaron los 2 primeros juegos de las finales como visitante, iniciando con autoridad la serie, Phoenix reaccionó y ganó en Chicago, pero en el cuarto partido, un nuevo juego inolvidable para Jordan con 55 puntos, le dejaron a los Bulls al borde del tricampeonato que se daría en el sexto juego en Arizona de forma dramática, pues los Suns estuvieron al frente en casi todo el juego, pero en los últimos segundo, un triple de Paxson hizo que el juego terminara 99 – 98. Los Bulls eran los reyes de la década.
Sin embargo, un significativo quiebre se da a esta historia cuando en octubre de 1993, Jordan anunció su retiro del básquet profesional, aduciendo haber perdido interés en el juego. Se sabía que esta desilusión estaba fuertemente influenciada en la tragedia que significó el asesinato de su padre en el verano de dicho año y debido a su cercanía, aquel fue un golpe devastador.
Las temporadas 1994 y 1995 tuvieron tristes finales con eliminaciones en semifinales de conferencia a manos de los Knicks y el Orlando Magic de Shaquille O’Neal. Para mediados de la temporada 1995, Jordan anunció su celebrado retorno, pero aún no con la forma de antes y usando la camiseta 45 en lugar de su célebre 23. La ayuda de Jordan no fue suficiente y aquellos años fueron gobernados por el “Rey Africano” Hakeem Olajuwon y sus Houston Rockets.
El retorno del “23” en serio fue avasallante en la temporada 1996. Chicago Bulls de nuevo con Jordan, Pippen, Phil Jackson desde el banquillo y un nuevo cuadro de jugadores entre los que destacó el excéntrico Dennis Rodman, magnífico reboteador y el croata Toni Kukoc, especialista en tiros de 3 puntos. A partir de 1994 habían movido su sede a una nueva Arena: el United Center, que sería más inexpugnable que nunca y en aquella temporada regular alcanzaron una escandalosa marca de 72 victorias y 10 derrotas. Récord en la historia de la NBA.
Antes de instalarse en las finales de dicho año, Chicago barrió 3-0 con Miami para después cobrar venganza con los Knicks y derrotarlos 4-1 y aplastar al Orlando Magic 4-0. En la gran final, enfrentaron a los Seattle Supersonics de Shawn Kemp y Gary Payton. La serie parecía definirse fácilmente ya que Jordan y los muchachos ganaban 3-0, luego de la reacción de los Sonics, llegaron a estar 3-2, pero el sexto juego en el United Center fue para los Bulls que consiguieron el cuarto título de la década y de la historia de la franquicia.
En los años 1997 y 1998 surgiría el último gran rival de Chicago: el Utah Jazz de Karl Malone y John Stockton. En 1997, de nuevo los Bulls fueron los mejores de la temporada regular con 69 – 13, el segundo mejor registro de temporada regular de todos los tiempos teniendo al mejor anotador de la temporada regular que fue Jordan y el mejor reboteador: Dennis Rodman. Despachó en playoffs con facilidad a Washington (3-0), Atlanta (4-1) y Miami (4-1).
El primer juego de la final 1997 frente a Utah fue bastante complicado y lo estuvo perdiendo casi todo el tiempo, pero en los segundos finales una jugada magistral terminó en las manos de Jordan que no perdonó y encestó para un dramático 84 – 82 en el United Center. Cada equipo se hizo fuerte en su casa, y en el quinto partido, disputado en el Delta Center de Salt Lake City, Jordan, a pesar de haber estado enfermo la noche anterior, con 38 puntos lideró las anotaciones con las que los Bulls superaron por un estrecho 90 – 88 a su rival, para dejar la coronación para la casa y en el sexto juego (90 – 86) alzaron su quinto título.
En 1998, tanto Chicago como Utah terminaron la temporada regular con 62 – 20, pero la ventaja de jugar más partidos en casa era para los de Malone. Mientras en finales de conferencia, los Jazz barrieron 4-0 a los Lakers, Chicago tuvo que sufrir mucho para derrotar 4-3 a los Indiana Pacers de Reggie Miller. En el primer juego, Utah tomó la ventaja y en el 2 Chicago ganó como visitante. Parecía que los 3 siguientes juegos en el United Center serían favorables para los de Jordan, pero en el quinto juego, con 39 puntos de Malone, Utah venció y de nuevo, trasladaba la tensión a su cancha. El sexto juego tuvo a Utah al frente durante casi todo el tiempo, para un nuevo sensacional último cuarto de los Bulls y en los segundos finales un robo de Jordan a Malone terminó en 3 puntos de “su majestad del aire” y con marcador final de 87 – 86, los Bulls se coronaron campeones por sexta vez.
En 1999 el equipo se desmembró. Phil Jackson y Dennis Rodman partieron hacia Los Ángeles, mientras que Scottie Pippen se fue a jugar a Houston, Jordan anunció su retiro en enero de 1999 y los Bulls jamás volvieron ni por lejos a ser los de antes. Quedó para la afición de Chicago, una década legendaria y el amor por irrepetibles gestas y jugadores que juntos parecían imbatibles y capaces de superar los momentos más complicados. En cuanto al marketing, fue la difusión del básquet norteamericano hasta los últimos confines de la tierra.
Guitarras y gol