El año de Liga
Es difícil no ser injusto con la campaña de un equipo que se quedó a un gol del campeonato, porque Liga estuvo a eso, a un gol, de ser campeón; un gol a Mushuc Runa en la fecha 15 de la segunda etapa, o un par de goles más que en la final; cuando un proyecto como el de Zubeldía se queda tan cerca del objetivo no queda otra que reconocérselo de entrada, solo uno es campeón, pero no todos fracasan.
Liga arrancaba la temporada con la confianza puesta en la continuidad del plantel, en comparación al equipo del 2014, pese a la lamentable la baja de Gerardo Alcoba, se encontró un salto de calidad en algunas posiciones, con la llegada de jugadores como Luis Romero, Narciso Mina o Michael Jackson Quiñónez, un plantel que si bien no tenía las figuras rutilantes de la década pasada, parecía estar bien preparado para afrontar el torneo nacional, puesto que no se había clasificado a Libertadores.
Desde el inicio, Liga se mostró como un equipo principalmente sólido, que se sostenía en el descomunal nivel de su arquero, la experiencia de su capitán, el muy buen estado de forma de Romero, Hidalgo, y la participación cada vez más interesante del joven Intriago; el equipo sabía que tenía gran parte del cero en su valla asegurado, y desde esa confianza acumuló varios triunfos que le permitieron ganar la primera etapa del torneo, aprovechándose también que el campeón defensor acusó el desgaste de la doble competencia.
Si defensivamente el equipo evidenciaba solidez, en ofensiva el tema era mucho más inestable, se mezclaron partidos en que se jugó muy bien, mostrando una interesante circulación de pelota y con gran volumen de llegadas, especialmente de local, con partidos en los que no aparecieron las ideas, y se terminó ganando muchos de ellos “jugando feo” esa afirmación tan vacía, puesto que si se ganaba o no se perdía, era justamente porque el equipo respaldaba esa carencia de ideas ofensivas y mostraba carácter, mucho.
Con la segunda etapa llegaron Jonathan Alvez, un buen delantero uruguayo y Juan Cavallaro, un interesante prospecto argentino, con el fin de mejorar la carencia de la primera etapa, tener un equipo con más recursos ofensivos, lo cual se consiguió, con lo que llegaron los mejores partidos de la era Zubeldía en Liga. El equipo encontró varios momentos de lucidez futbolística que coincidieron con altos rendimientos de Cachete Morales y José Francisco Cevallos, nuestros dos jugadores distintos, que permitieron hilvanar hasta cuatro triunfos seguidos, lo que por primera vez llevaba a pensar que era posible ser campeón sin jugar una final.
Por aquellos días Liga afrontaba la Copa Sudamericana sorteando sin mayor dificultad sus dos primeras fases, encontrándose en octavos de final con el campeón reinante: River Plate, momento de inflexión en la temporada; luego de un partido de ida en el que Liga se vio ampliamente superado por su rival, lo recibió una noche en Casa Blanca y se quedó a un penal desviado de Alvez de poner seriamente en aprietos al ahora subcampeón mundial, en un partido que nos dejó a todos con la idea de que con algo más de suerte se pudo ganar esa eliminatoria; quedaba por rematar la segunda etapa del campeonato, que con el rendimiento de esa noche, a esa altura parecía iba a ser un trámite.
Pero Liga nunca volvió a jugar como esa noche, por una u otra circunstancia se empezó a hacer más difícil ganar, Zubeldía intentó ser más ofensivo en un par de partidos sacando a Intriago para poner más gente adelante y aprovechar los buenos momentos de cada uno, sin tener el mejor de los resultados, llegaron lesiones muy inoportunas como la de cachete Morales, e inclusive el equipo perdió solvencia defensiva; en parte Romero no sostuvo el excelente nivel de la primera etapa, y en parte porque los equipos se empezaron a dar cuenta que la falencia defensiva de Liga estaba en los laterales.
Liga empezó realmente a perder el campeonato la mañana del viernes 9 de octubre, cuando recibió en partido diferido a Liga de Loja con nefastas consecuencias, pese a lo cual, y aprovechando que Católica y Emelec, los más cercanos perseguidores también tropezaban seguido, Liga mantuvo la punta de la segunda etapa durante gran parte de la misma, pero los resultados y, principalmente, el rendimiento, provocaron que la caída sea indisimulable; luego de la inapelable derrota de local en el clásico ante Aucas, el equipo al cerrar la etapa se encontró sin ventaja alguna, en evidente declive futbolístico, y con la perspectiva de cerrar el torneo enfrentándose a sus dos rivales directos, en ambos casos de visitante.
Justamente previo a ese partido a Emelec, el Club y Zubeldía anunciaban que no continuarían con su vínculo la siguiente temporada, primero de manera poco elegante, lo cual fue corregido de inmediato, la conmoción era evidente; el timing del anuncio poco feliz; muy pocos eran optimistas por la visita al bicampeón en Manta.
Y esa tarde de domingo Liga se encontró con el que fue probablemente su mejor partido de la temporada, se derrotó a domicilio a Emelec y se le pudo hacer cuatro goles tranquilamente; otro punto de inflexión en la temporada; un partido que, como veremos más adelante, condicionó mucho a las recientes dos finales.
Liga continuó perdiendo el campeonato en la fecha 21 en la visita a Universidad Católica; en un partido muy incómodo, condicionado por un error de novato de su jugador juvenil, Liga se vio justamente superado por el gran equipo que es la Católica de Célico, en un partido que Liga nunca pudo ganar pero en el que volvió a aparecer el carácter de gran parte del plantel, y la buena estrella de goleador de goles importantes de Pancho Cevallos.
Luego de jugada la última fecha, pese a que Liga hizo sus deberes en un partidazo en Ambato ante Independiente del Valle, Emelec no decayó el paso y forzó al desempate, tercer encuentro definitivo que nos enfrentaba, Liga no pudo cerrar la segunda etapa pese a tener varias oportunidades para hacerlo y debía definir su suerte a dos partidos ante el bicampeón nacional.
A Liga durante toda la temporada se le hizo cómodo jugar contra Emelec, los resultados casi siempre nos favorecieron y justamente en el partido de la segunda etapa en Manta se materializó aquella superioridad; Liga sabía exactamente como hacer daño a su rival, tirando pelotazos a las espaldas de sus laterales, que fueron muy bien aprovechados por Quinteros, Matamoros y Alvez, y con la pelota parada, a Emelec en cambio se le hacía muy difícil hacer daño a Liga.
De Felipe tomó nota de lo anterior, cambió el esquema en las finales, mostró la riqueza de plantel que tiene Emelec, y anuló en mayor parte los recursos que había mostrado Liga en su contra, a nosotros se nos cayeron dos jugadores titulares, y siendo el plantel de Liga corto como es, se acusó demasiado esta carencia en Portoviejo, el rival casi liquidó la serie de no mediar por el enésimo milagro de Domínguez en el año y por la, nuevamente, oportuna aparición de Pancho Cevallos.
La segunda final fue predecible, Zubeldía sabía que era tan importante anotar como mantener el cero, y paró un equipo responsable, Emelec sabía que era muy difícil para Liga crear situaciones cuando está obligado a hacerlo y lo esperó, sufrió poco, fue superior nítidamente a 180 minutos, Liga no pudo aprovechar el gran número de oportunidades que pudo generar a través de la pelota parada por el poco acierto de sus ejecutantes; quedaba la individual pero ni Cachete ni Cevallos aparecieron en la dimensión necesaria para desnivelar la final.
Quienes estuvimos en Ponciano el domingo 20 de diciembre sabemos cómo se sintieron esos últimos cinco minutos; un calvario, de los más tristes que nos han tocado vivir en Casa Blanca, el fútbol es así, te regala alegrías inmensas como aquella tarde de 2010 cuando dábamos la vuelta en el Capwell, y te devuelve con la misma fuerza el golpe cinco años después; el fútbol como la vida siempre da revancha, y a veces hay que sufrirla.
Liga termina un muy buen año de fútbol que lo tuvo nuevamente peleando el torneo, jugando los partidos importantes, como queremos que sean todos los años, porque no se puede ganar siempre pero si intentarlo, y para quien escribe quedó claro que el equipo toda la temporada lo intentó, quedan puntos altos como Domínguez, la figura excluyente del equipo, el Beto Araujo que ojalá pueda tener la revancha de levantar una copa con Liga como capitán, nadie se lo merece más, la pena por Fernando Hidalgo que no pudo culminar uno de los mejores años de su carrera con el título, la expectativa por conocer como continuarán las carreras de Cevallos, Intriago, Estupiñán y Quinteros.
Se marcha Luis Zubeldía y no podemos negar que dejó su huella, un tipo que armó un equipo que peleó el campeonato hasta el final, que lo pudo ganar y que, principalmente, es joven; resaltar siempre el carácter para defender a la institución siempre que lo debió hacer, a veces de manera exagerada, arduo trabajador que entendió las fortalezas y debilidades de su equipo e intentó maximizar en lo posible los recursos con los que contó.
Se le puede reprochar el cambio de esquema post partido versus River, su insistencia con algún jugador, detalles en realidad, si bien alguien podrá decir que son esos detalles los que definen campeonatos, y no le faltará razón.
El nuevo entrenador hereda un equipo subcampeón, que seguramente tendrá bajas, la de Domínguez parece probable puesto que por su nivel es insostenible retenerlo para siempre, pero en general la base es más que interesante para trabajar, pensando en que además el próximo año volvemos a jugar la Copa Libertadores, el torneo que más nos gusta a todos.
Se va el 2015 de Liga, el año de los penales, de la vez que cayó el invicto en finales de local, el año que se recordará principalmente por la tristeza de ayer, pero también es el año en que volvimos a pelear el campeonato y consolidamos un plantel interesante, estuvimos a un gol de la gloria, ni más ni menos, así de cruel puede llegar a ser esto.
La rivalidad con Emelec es linda porque se han dado varios partidos históricos, victorias de ambos lados ahora inclusive en finales, nos devolvieron el golpe de 2010, la hinchada aceptó con resignación y entereza la derrota, porque todos sabemos que Liga siempre vuelve; volveremos.
Definitivamente, yo creo que Liga se pierde el campeonato en ese partido increíble contra Liga de Loja. Increíble por lo malo del rival. Lo de los 2 delanteros creo que solo les salió bien en el segundo tiempo con River, de ahí, siemrpe fracasó ese sistema.
En comparación directa con los resultados logrados por el rival en la final, quienes de alguna manera evitaron que Liga sea campeón fueron otros equipos diferentes a Loja y Music Runa. Estos fueron Católica y Aucas.
Por otro lado, creo que Liga superó expectativas planteadas a inició de año aunque decayó en las que se creó en la primera etapa.
Lo súper positivo: el promedio de edad de la base de jugadores y el retorno de la.hinchada a Casa Blanca.
El 2016 será un año fe consolidación total del proyecto.
Zubeldia no dio la talla al final